La actriz de Sex opina sobre el acercamiento del futbolista con Jimena Barón y habla con GENTE del difícil vínculo con él. Además, cómo la marcó otra relación violenta como la de Chano "mientras las feministas desestimaban mi denuncia".
La cantante y actriz Militta Bora (31) vuelve al ruedo con la versión virtual de Sex –ese ensamble de experiencias íntimas y sexting en vivo reversionado en cuarentena por José María Muscari– y por algunos recuerdos de su pasado que, hablarlos, asegura, "ayudan a sanar heridas mías y de otras chicas que sufrieron violencia".
Es que su pasada relación con Daniel Osvaldo (34) volvió a instalarse a partir del acercamiento del jugador a Jimena Barón (33), quien en su momento había revelado su naturaleza "agresiva".
Por eso es que, en diálogo con GENTE, Militta –quien por entonces ganó el papel de "tercera en discordia"– cuenta cómo recuerda esa experiencia y rememora: "Yo no dimensionaba el alcance de esa exposición (...) No tenía muchas herramientas para comunicarme y daba imagen de agreta, pero no sabía cómo manejarme con todo ese tema", se sincera.
–¿Qué te generó la "reconciliación" entre Barón y Osvaldo? ¿La juzgás teniendo en cuenta que ella habló sobre su agresividad?
–La verdad es que me da alegría que las familias se recompongan en ese sentido. No juzgo, pero no puedo pasar por alto que es un tipo agresivo. Él sale insultando a periodistas y a mí en su momento me agredió por las redes. Me da paja que me levanten situaciones escandalosas, pero lo hablo porque me molesta que en su momento hayan mostrado esos mensajes y que esa violencia haya pasado como si nada.
–¿Cómo fue la violencia que ejerció con vos?
–Él es agresivo verbalmente. Otra cosa es ser violento, que tengo temas judiciales con otra ex pareja (Chano Moreno Charpentier). Fue un día que la prensa sacó una noticia de que nos habían visto a Daniel y a mí en el mismo restaurante. A partir de eso me etiquetó en Instagram y me escribió: "Yo no te toco ni con un palo, aunque seas la última mujer en el mundo... ¿Por qué no probás con trabajar?". Después lo borró. Y recibí muchas agresiones suyas cuando terminó lo nuestro, tanto vía WhatsApp como por redes.
–¿Te dolió que esa violencia no se haya repudiado?
–Eso conmigo sigue estando. Cuando tuve este tipo de problemas, jamás tuve el apoyo que otras mujeres tienen. Pasé desapercibida. Como soy "mala" y soy "puta", no tengo los mismos derechos que otras mujeres. Eso es parte de la sociedad patriarcal. Pensá que pasaron 6 años de mi relación con Osvaldo, que duró sólo 25 días, y tengo que seguir hablando del tema sin la comprensión de otras mujeres. Eso es violento.
–¿Creés que la gente cambia? ¿Volverías con un ex que se haya equivocado con vos?
–Creo que todas las personas tienen el potencial de cambiar, pero esas cosas se demuestran con actos durante mucho tiempo. Hay cosas que podría perdonar, pero de ninguna manera a gente enferma que perdió los cabales. Por más acting o discurso que tuvieran, no podría volver atrás. También entiendo cuando hay familia, que es distinto. Tengo muchas amigas separadas de tipos violentos y lo mejor que pueden hacer es perdonarlos de corazón y que la relación sea armoniosa, más que nada por sus hijos, porque eso genera mucho trauma. Y eso es algo que viví yo de chica.
–¿Cómo fue tu infancia?
–En ese sentido yo viví mucha violencia con mi madre y el que fue mi padrastro. Y sé lo que cuesta ese daño. A mí lo que me pasó es que incluso tengo amigos que conocen toda la situación de violencia que yo viví con el músico y hacen como si nada. Incluso hay muchas mujeres que son amigas de ese chabón, que cometió hechos de lesa humanidad, no sólo a mí, contra otras mujeres y también hacia otros hombres.
–¿Lo denunciaste? ¿Cómo sigue esa causa contra Chano?
–Lo denuncié, pero sabemos que esta Justicia es bastante negligente. Nunca miraron las pruebas ni hicieron pericias psicológicas, y pasó a Casación. Él tenía una medida cautelar, porque no podía hablar, y la rompió. A mí me preguntaban por la violencia de género que él había ejercido en contra mío, y al otro día me amenazaba y me calumniaba. Yo estoy segura de que hice lo correcto, pero lo transité con mucha incomodidad.
–Estoy al tanto de un caso de una de sus víctimas, que pertenece al rubro prensa, pero no se animó a denunciarlo para no perder trabajo y contactos.
–Sí, porque también manipulaba para que no hablaran. Yo más no pude hacer. Armé un grupo de contención y empecé a recibir testimonios de muchas chicas que habían sufrido lo mismo. Al menos logré que se sintieran acompañadas y que reconfirmen que lo que vivieron no está bien, que no se merecen nunca más eso de parte de nadie. Muchas de ellas eran menores que no se animaban a hablar y otras que preferían estar ajenas al quilombo. Yo confío en la ley de causa y efecto, de que cada uno obtiene lo que se merece.
–¿Por qué creés que invisibilizó tu denuncia?
–La prensa era cómplice al reproducir sus dichos violentos. En Canal 13 salió a decir "mirá si yo me voy a violar a una mina que es una puta", porque él tenía esa fantasía de que me garchaba a todos. Decía "no les den cámara a las putas" y nadie en ese canal lo reprobó, frenó o repudió. Todo lo contrario: muchas feministas que trabajaban ahí se sacan fotos con él y lo bancan como un amigo.
–¿Qué sentís que se puede recuperar de todo esto?
–No tengo la pretensión de que me banquen o no. Yo hice lo que me correspondía hacer; si no me creen, es un tema de cada uno. Pero me duele la incomprensión. A mí me pasó de tener una relación con alguien que conocía, y que cuando llevé el tema a la Justicia se puso del lado de él. Además, era mi confidente, sabía todo y lo conocía de la época en que me veía las marcas en los brazos.
–La revictimización que hicieron los medios de tus escándalos te sigue doliendo. Sobre todo no ser escuchada.
–Antes de tener estas dos relaciones tan conflictivas venía de estar construyendo mi carrera en la música. Todo esto que me pasó me ensució injustamente y puso el foco en esto, tapando lo que más amo. Es algo que me pesa y siempre estoy en el dilema entre hablar y no hablar, pero creo que la responsabilidad social es llevar más luz para que estas cosas dejen de pasar.