Marta y Felipe Fort son los herederos de uno de los grandes imperios de Argentina. La empresa de chocolates fundada por Felipe Fort en 1912 es también uno de los grandes desafíos que estos jóvenes recibieron de forma inesperada con la pronta partida de Ricardo en 2013. Según la revista Forbes, cuando en 2022 se hicieron cargo del fideicomiso que les dejó el padre al cumplir la mayoría de edad, tomaron el control de la suma de once millones de dólares.
Y para eso, saben que la preparación es clave. Uno de los más decididos, desde el minuto cero, en seguir con el legado familiar fue él. Pero ella también lo acompaña, sin descuidar sus grandes pasiones. Ambos estudian, con el foco puesto en el día en el que se tengan que sentar en la famosa mesa chica de la fábrica.
“Este año con mi hermano nos propusimos en empezar a estudiar administración de empresas. Aunque Felipe esté mucho más metido en el tema y le interese más, yo me tengo que informar también para tener una herramienta”, dice la joven a Revista Gente desde Punta del Este.
Mientras tanto, medias, remeras, accesorios, tazas y memes que invaden la red. La cara de Ricardo Fort se expande a pesar de que se cumplieron diez años de su partida. Es un fenómeno que traspasa las generaciones y que a ellos, como hijos, los impacta. Un recuerdo imborrable.
-¿Que sensación te causa ver todo eso?
-Me parece muy loco cómo la gente quedó fanatizada con él. Imaginate que a mí a veces me llegan fotos o videos de alumnos rezando al “San Ricardo” antes de rendir un examen para que les vaya bien. Increíble lo que logró. También quedo muy shockeada cuando a veces se me acercan niños que me reconocen, y en lo único que puedo pensar es cómo pasa de generación en generación su figura. Esos niños eran muy chicos para dimensionar quién es mi papá.
-Fue poco tiempo en los medios, pero muy explosivo.
-Para el afuera él demostraba ser una persona muy excéntrica y capaz un poco superficial. Pero, de todas formas, para el adentro era una persona muy humilde, simple y sensible. Muy honesto. Yo creo que por eso era muy querido para el afuera. Él pudo demostrar mucha empatía con la gente, es por eso que yo creo que al día de hoy lo siguen recordando.
-Con un apellido tan fuerte y un padre tan emblemático, ¿creés que a veces vos y tu hermano están debajo de la sombra de él?
-Sí, pero está bien porque nosotros todavía no desarrollamos un rol específico. Es algo entendible. Yo estoy estudiando y trabajando para, en un futuro, tener mi rol claro. No puedo criticar a quienes piensan de esa forma.
-¿En algún momento sentiste que, como les pasa a muchas personas de la farándula, fuiste un poco víctima gratuita de la crítica ajena?
-Tal cual. Yo sé que mi papá era una persona muy polémica y entiendo que por muchos años tuve que arrastrar respondiendo a las polémicas del pasado, pero ya me acostumbré.
-¿Creés que la gente piensa que sos superficial por tener dinero?
-Puede ser, pero todos los que me conocen saben que no lo soy y siento que muchos tienen ese prejuicio y que cuando me conocen, se sorprenden de mi forma de ser.