La abogada, que se percató de que tenía el virus gracias a unos arreglos florales, narró su experiencia. Su colega y pareja se testeó de inmediato y dio negativo.
"El sábado a la noche le pedí a Mauri (Mauricio D´Alessandro) que me compré unas fresias para armar unos arreglos florales y cuando me las trajo le dije `Ay, ¡estas flores no huelen a nada!´. Entonces me miró y me dijo `Tienen mucho perfume´. Entonces ahí se me prendieron todas las alertas y subí al baño a probar desesperadamente mis perfumes y me di cuenta que nada de nada. ¡Cero! A tal punto que Mauricio me trajo una cuchara de vinagre, me la hizo tomar, y me pareció agua", contó Mariana Gallego, la abogada que hoy se supo que dio positivo de COVID-19.
"Y ni bien me paso esto, llame a mi médica y ella por teléfono me dio la orden. Esa orden la tenés que mandar por mail a un centro de salud que hace los testeos privados. Lo pagué –$7000– por una transferencia, fuimos ayer a la mañana y ayer a la madrugada, escuché el mail de él caer en su computadora mientras él roncaba, y lo desperté para que lo vea. Y los resultados fueron el mío positivo y el de él negativo", cuenta la mujer que por estas horas asegura: "Yo me siento bárbara. No siento nada".
Además, la abogada, que se considera "muy hipocondriaca", dijo en LAM (eltrece): "Este no es el primer testeo que me hago. Hace una semana, porque me picaba la garganta, me hice el hisopado –que es bastante molesto pero no es tan grave– y me dio negativo. Así que me quede en casa tranquila toda la semana. Y ahora tengo que hacer cuarentena, que es lo que venía haciendo, y en catorce días me haré otro test".
¿Dónde se pudo haber contagiado? Mariana reflexiona: "Hay un supermercado de Palermo que lo cerraron por COVID-19 y yo justo había ido a ese supermercado... con máscara, guantes y todo, porque soy una obse. En ese momento pagué en efectivo y me acuerdo que no agarre ni las monedas que me quisieron dar. Además, use mi changuito para todo. Me re cuidé, pero es la única oportunidad que se me ocurre, porque yo en el ejercicio de la profesión, respete todo a rajatabla". Por otro lado, agradece no haberse "traído a casa a la mamá de Mauri, de 96 años, y no haber ido a ver a mis padres".
En cuanto a los cuidados con su pareja –ya que ambos estarán en cuarentena bajo el mismo hogar–, ella dice: "En casa estoy con un barbijo y encima usa una máscara grande. Después, el único momento en que estamos juntos, pero con distancia social –uno en cada punta de la mesada– es cuando comemos. Después estamos durmiendo en diferentes cuartos y tenemos baños distintos". A lo que su marido, Mauricio D´Alessandro suma: "Es raro esto ya que yo siempre fui el positivo y ella la negativa. Ahora yo no tengo el virus ni síntomas, pero, por las dudas, no voy a atender el timbre ni a través de la reja. En cuanto a casa, nos aconsejaron que no usemos los mismos utensillos y varias cosas más, pero yo estoy seguro de que voy a terminar contagiado si es que este virus es tan contagioso. Honestamente, nuestro caso es el típico caso paradigmático, porque Mariana hizo todo lo que manda a hacer el gobierno y el Ministerio de Salud, sólo salió al supermercado y a la farmacia".