A los cincuenta años, la cantante norteamericana reveló uno de los episodios más traumáticos de su vida.
Hoy verá la luz el libro en el que Mariah Carey (50) escribió sus memorias. En un podcast con Oprah (66), la cantante comenzó a hacer públicos algunos capítulos de su vida desconocidos por sus fans, que muestran un pasado mucho más oscuro de lo imaginado.
"Ofrezco este libro en gran parte para liberar finalmente a esa niña asustada dentro de mí. Es hora de darle una voz, de dejar que cuente su historia. Exactamente como ella lo experimentó. Me llevó toda una vida tener el coraje y la claridad para escribir este libro. Quiero contar la historia de mis momentos: los altibajos, los triunfos, los traumas, las debacles y los sueños que contribuyeron a forjar a la persona que soy hoy", anticipó.
Por lo que ella relata, sus hermanos mayores serán bastante protagonistas del libro, y no por una buena causa, sino por el daño que le provocaron durante su infancia.
A su hermano, Morgan (60), lo describió como un hombre muy violento, que hizo de su vida un infierno por las palizas que le dio durante años.
De su hermana, Alison (57), dijo: "Cuando tenía 12 años, mi hermana me drogó con valium, me ofreció una uña del meñique llena de cocaína, me provocó quemaduras de tercer grado y trató de venderme a un proxeneta".
Por supuesto, esta parte de su historia estará más completa en su libro autobiográfico, pero ya se conoce que Alison, quien vive en la indigencia y no tiene relación con Mariah desde hace treinta años, denunció en el pasado que durante su infancia estuvo obligada por su madre a "participar en actos sexuales" y a estar presente en "reuniones de adoración satánica que incluían rituales de sacrificio".
Volviendo al libro, está claro que el ex marido de Carey, Tommy Mottola (71, actual cónyuge de Thalía) también tendrá su capítulo, ya que la cantante reconoció que la trataba "como un cajero automático y que un día no lo soportó más".
¿Por qué habla de todos ellos ahora? En parte, porque este año llegó a los cincuenta y decidió que era el momento de abrir su historia al mundo. Por otra parte, la misma Mariah reconoce que "nunca habría hablado de ellos si no me hubieran hecho cosas. Si no hubiera sido arrastrada por ciertas personas y no se me hubiera tratado como a un cajero automático con peluca".
