Con 18 años de diferencia, Luli Fernández y Cristian Cúneo Libarona han logrado complementarse para convertirse en un solo ser. La historia de amor entre ambos comenzó cuando modelo se acercó al bufete de abogados de su actual marido para hacer una consulta. Fue Jorge Rial fue el que le recomendó que se asesorara con los Cúneo Libarona por un tema laboral y ese primer encuentro terminó con una comida en la casa de Cristian y al año ya estaban conviviendo. Hoy están casados y tienen un hijo de tres años que se llama Indalecio.
“Tenemos una relación de absoluta incondicionalidad. El haber decidido armar una nueva familia con el que tenía cuatro hijos, se separó dos veces y yo era muy chica… de mi lugar fue una apuesta inconsciente porque tenía 24 años cuando lo conocí. De parte de el también hubo una gran entrega porque volvió a apostar al amor. El mundo es de los audaces y los valientes, él es uno de ellos”, definió la protagonista del Intimo de GENTE.
“Me enamoré profundamente al poco tiempo de conocerlo y me pasó lo que nunca. Puedo describir todas las cualidades que hacen que me reenamora de él, pero es difícil de explicar el amor”, destacó la paelista de “Socios del espectáculo”.
“Es un hombre muy bueno que admiro mucho por su capacidad y don de gente. Eso para mí es lo más importante. Es un tipo leal. Son valores difíciles de encontrar. Cuando ves al hombre que amas en el rol de papá y te gusta tanto cómo es como papá es como que lo amas más. Te enamoras de nuevo desde otro lugar”, agregó.
Luli fernández quiere volver a ser madre
“Me gustaría ser mamá de nuevo. Por momentos creo que estoy completa porque somos un combo importante y estoy presente en la educación de Indalecio que me lleva mucho tiempo con mi trabajo. Por eso, me cuesta representarme con otro hijo y no es un deseo para ya. No es un proyecto a corto plazo, pero es deseo de ambos de que en algún momento Inda tenga un hermanito más”, confesó la modelo cuando se le preguntó si está dispuesta a sumar un nuevo integrante a la familia.
Y recalcó: “Pero si, me gustaría. Si es nena o varón me da igual. A mi me costó mucho quedar embarazada y siempre rezaba para pedir un hijo sano y feliz. Era lo único que me importaba. Dios me dio eso que pedí, es suficiente”.