Luciano Castro estrena década: hoy cumple 50 años. El actor es uno de los galanes indiscutidos de la televisión argentina y lleva años protagonizando ficciones y obras de teatro. Además de ser una de las figuras más convocantes, comenzó siendo uno de los chicos Cris Morena en Jugate Conmigo y ha tenido romances que han llamado la atención de los medios.
Pocos actores lograron lo que él: mantener actualidad y llevar con orgullo el mote de galán. Lejos de escapar de ese rol, Luciano es uno de los preferidos. Fue parte de éxitos de la televisión como Campeones de la vida, Son amores, Lalola, Valientes, Malparida, Herederos de una venganza, Sos mi hombre, Sres. Papis, Los ricos no piden permiso, Las Estrellas y 100 días para enamorarse, por nombrar algunos.
Hoy, en tiempos donde no se hacen más telenovelas, encontró su lugar en el teatro: pasó casi tres temporadas haciendo Desnudos, siguió con El divorcio y El beso. Este verano estrenó su primer unipersonal, Caer (y levantarse), bajo la dirección de Mey Scápola, quien lo alentó, después de treinta y cuatro años de oficio, a encarar ese desafío. También desde hace tiempo sumó el de rol de gestor de varios de los proyectos de los que participa.
Si bien nació en Villa del Parque, Castro pasó gran parte de su vida en Mar del Plata. Él en La Feliz es uno más. Vacaciona en un balneario donde conoce a todos, sus hijos juegan con los mismos chicos desde que tienen dos años y no es el galán exitoso sino simplemente Luciano, el vecino de carpa que surfea a la mañana bien temprano.
Además de ser uno de los galanes preferidos, tanto para el público como para los directores de castings, Luciano ha tenido varias parejas mediáticas. Sin ir más lejos, hace algún tiempo el padre de Mateo, Esperanza y Fausto (los dos últimos fruto de su matrimonio con Sabrina Rojas) formalizó su noviazgo con Griselda Siciliani, con quien habría tenido una relación mucho tiempo atrás.
Quiénes fueron los grandes amores de Luciano Castro

De varias parejas y un largo matrimonio con Sabrina Rojas, con quien estuvo desde 2010 hasta el 2021, alrededor de Luciano Castro hay varias historias y también varios romances confirmados antes y después del de la madre de sus hijos más chicos.
Cuentan que Castro, quien se sabe lindo y trabaja para mantenerse en estado (se levanta a las 6 de la mañana y entrena a diario), tuvo una historia con Cris Morena, también con Pata Villanueva y con Julieta Díaz. Pero lo cierto es que su primer amor fue Florencia: con ella, tras dos años de noviazgo, en 2002, dieron a luz a Mateo, su primer hijo.
Después de ese vínculo, Luciano salió con la Negra Vernaci, romance que sorprendió a todos: ella era catorce años mayor que él. Estuvieron juntos desde 2005 y durante casi cinco años. "¡Cómo no lo voy a querer si me hizo muy feliz!”, dice Elizabeth cuando le preguntan por Luciano. La historia arrancó después de que los dos coincidieran en La biblia y el calefón, donde hubo un coqueteo y arrancó una amistad que derivó en otra cosa.

Pero esta no era la primera relación que tenía con una mujer mayor. Antes de ser actor, Castro siguió los pasos de su padre, quien era jugador de fútbol de Chacarita Juniors. Cuando las cosas no terminaron de funcionar para él con el deporte, tocó la puerta de Pata Villanueva. Tenía 18 años. “Hace mucho tiempo atrás, él era jugador de fútbol y alguien me lo trajo a mi oficina porque quería ser modelo. Pasa que yo necesitaba una secretaria y le dije que, si quería, lo tomaba para ese trabajo. Luciano estaba bárbaro, era re joven. Como secretario era un desastre, pero era tan lindo que no lo echaba”, contó Pata años atrás sobre esa breve historia.
La única mujer que lo llevó al altar fue Sabrina Rojas. Se conocieron trabajando en la temporada de verano de Valientes. Ella estaba en pareja pero el fuego ardió demasiado. Al tiempo Rojas se separó y empezaron la relación. Dicen que ella estuvo dispuesta a poner su carrera en pausa, que estaba en un momento clave, para formar una familia con él. Así llegaron Esperanza y Fausto.

Si bien permanecieron juntos casi doce años, pero recién se casaron tras seis de relación. La mayor parte de los años hubo estabilidad, aunque en 2019 decidieron separarse. Se habló de degaste y de rutina. Aunque al poco tiempo volvieron a darle una oportunidad a la relación, hasta 2021 cuando se distanciaron definitivamente.
“Nos separamos como pareja, no como familia”, dijeron, al tiempo que presentaron nuevas relaciones. Ella, al Tucu López; él, a Flor Vigna.

El actor y Vigna se conocieron en el gimnasio y luego de rumores llegó la confirmación. Fue a fines de 2022 y todo parecía ser perfecto. Rojas recibió muy contenta a la nueva novia del papá de sus hijos y hubo hasta cenas de parejas.
Las redes sociales se convirtieron en un festín: había fotos, videos y mucho relax en el vínculo. Él pasó de salir con mujeres mucho más grandes a estar con una dos décadas más chica. Casi un año y medio después se separaron. Y al poco tiempo surgió el rumor de que Castro estaba con Griselda Siciliani.
“Son años que venimos de una amistad. Nos encontramos grandes, en un cumpleaños de una amiga, y no es la misma charla que cuando teníamos veintipico. La vida nos pasó por encima a los dos, entonces nos encontramos hablando de hijos”, contó a Fer Dente sobre el comienzo del romance con Siciliani.
Y sumó: “Eso se transformó en algo muy lindo. A mí me gusta mucho la Tana, siempre me gustó, y me parece increíble haberme reencontrado con ella después de diecinueve, diecisiete, no sé cuántos años”.
Tanto Vigna como Sabrina Rojas en diferentes grados y formas se mostraron molestas por este romance. La primera porque, según dan los cálculos, la historia con Siciliani sería casi al mismo tiempo en que ellos estaban terminando, y la segunda dijo en más de una oportunidad que no tenía onda con la actual de su expareja.
Lo cierto es que Luciano y Griselda habían tenido un romance fugaz muchos años atrás, cuando ella estaba en Patito Feo. Al parecer, donde hubo fuego...
La relación de Luciano Castro con Cris Morena
También se dijo que en los 90, Cris Morena y él tuvieron algo mientras Castro era parte de Jugate conmigo. Luciano no solo ayudaba a los chicos en los juegos y actuaba en la mini novela del programa, sino que cosechó un estrecho vínculo con la animadora infanto-juvenil.
La realidad es que Cris fue de alguna manera quien lo descubrió. Luciano quedó seleccionado en el casting, hace más de tres décadas, para ser parte de Jugate conmigo, en donde también debutaron Guido Kaczka y Hernán Caire.
La relación sentimental entre ellos fue algo que nunca fue confirmado, aunque gente que trabajaba en Telefe ha dicho en off que pasaban cosas en los pasillos. Lo cierto es que en varias entrevistas, Castro dijo que solo tiene agradecimiento hacia ella.
"¿Vos querés vivir de esto? Capacitate. Lindos como vos hay miles”, le dijo la productora y marcó el camino del actor para siempre. En ese momento tenía el pelo largo, ya era musculoso y se puso a estudiar teatro con Raúl Serrano.
Había una parte que tenía ganada: cuando grababan el programa, apenas aparecía en el escenario, había gritos desaforados.
Luciano Castro y sus papeles consagratorios
“Quiero volver a sentirme un estudiante de teatro, ser el actor que siempre quise o soñé, con mejores o peores funciones; no pretendo que me comparen con Alfredo Alcón, no me vuelvo ´intelectualoide´ porque cambié de género, sino que necesito abarcar más para llegar más alto”, dijo meses atrás en un reportaje en el que adelantaba su próximo trabajo: Sansón de las islas, la pieza de Gonzalo Demaría dirigida por Emiliano Dionisi que estrenará en el Teatro San Martín en mayo.
“Estoy en la edad justa para hacer todo esto”, sumó al tiempo que sostuvo: "El sueño de cualquier actor es trabajar en el San Martín".
Pero lo cierto es que desde Jugate conmigo Luciano Castro nunca paró de trabajar, hacer éxitos y desafiarse. "A mi nunca me pesó ni molestó el mote de galán. Conozco gente que se agarra a piñas para ser galán, no voy a dar nombres, dejémoslo acá, porque se creen que cualquiera es galán. Hay muchas cosas que hay que bancarse para ser un galán, no es fácil. Siempre me gustó mostrar algo distinto. Creo que nos pasa a casi todos que queremos tocar otra tecla", dijo a La Nación al hablar de su pasado.
Castro debutó con Cris pero lo que siguió fue una catarata de éxitos de la mano de Pol-ka. Sin embargo, el papel que significó un quiebre fue el de Campeones de la vida, donde interpretaba a Danilo D'Alessandro y se unían sus dos pasiones: el boxeo con la actuación.
Cuentan que llegar a Pol-ka fue su determinación: se acercó a Adrián Suar y le dijo que quería trabajar en su productora, y al año ya arrancó con R.R.D.T.
Tiempo después llegaría a su primer Martín Fierro por su trabajo en Lalola, la ficción que se quedó con siete premios y en donde compartió protagónico con Carla Peterson. Castro interpretaba a Facundo, un fotógrafo que se enamoraba de Lola, la versión femenina de Lalo.
Otro de los papeles consagratorios fue en 100 días para enamorarse (2018), donde encarnaba a Diego Castelnuovo, un exitoso y solitario ginecólogo, cuya vida daría un giro inesperado al enterarse de que tenía un hijo en común con Antonia (Nancy Dupláa), una amiga del colegio a la que había dejado de ver por vivir en Chile.
LO cierto fue que, como Lalola, 100 días para enamorarse se llevó los premios más importantes de los MF. Ambas ficciones tenían el sello de Sebastián Ortega.
Ahora, habiendo conquistado y demostrado que ser galán es mucho más de lo que parece, Castro pone toda su energía en alcanzar otro mundo: el teatro under. Y, como dice, los 50 parece la edad justa para conseguirlo.
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