Todos los detalles de su historia de "novia fugitiva" con alguien con quien estuvo ocho años y con el que no volvió a hablar "nunca más". En exclusiva, le revela a GENTE cómo lo vivió y "lo arriesgada que soy en el amor".
"Basta", le respondió Romina Manguel (47) a Andy Kusnetzoff cuando le preguntó esta noche en Podemos Hablar (Telefe) si es cierto que se había escapado de una boda unas horas antes. "Era un amigo tuyo", le respondió la periodista, para dejar en claro que entendía el juego pero que no iba a revelar el nombre.
"Hace mucho que no lo veo... Me preguntan quién es, pero la gente no lo conoce", continuó el anfitrión. "Le pido mil disculpas. La verdad que en veinte años nunca le pedí perdón", dijo la conductora de #RM por A24.
"Me escapé a Bariloche con un colega", amplió Manguel, redoblando la apuesta, mientras Andy la miró sorprendido y le dijo: "Bueno, eso no lo sabía". Para más detalles, la periodista contó que se iban a casar, que habían comprado un departamento y que con la fiesta armada y las invitaciones entregadas se dio cuenta "de que estaba profundamente enamorada de un colega".
"Me dijo: 'No me voy a quedar con vos, pero de ésta te salvo'. Y nos fuimos un mes a Bariloche. Les agradezco enormemente a Tenembaum, a Zloto donde esté... a Lanata y a todos los que me cubrieron ese mes y me dijeron: 'Rajá y aparecé cuando puedas'", continuó la periodista.
"¿Y qué pasó con mi amigo? ¿No le hablaste más?", quiso saber Andy. "No, nunca", respondió Romina. "¿Cuánto hacía que estabas de novia con él?", siguió el anfitrión. "Ocho años", fue la respuesta de la conductora.
Según pudo saber GENTE, el colega por el que Manguel hace casi veinte años dejó a un novio es un periodista de Clarín, que trabajaba como editor en la sección Sociedad.
–¿Te imaginabas que Andy podía sacarte este tema?
–No me lo imaginaba, ni me lo había dicho nunca... Pero me dio mucha gracia, porque ya pasó mucho tiempo. Es más, creo que no nos hablamos más por esto, de hecho. El departamento que habíamos comprado estaba en el mismo edificio que el de Andy.
–¿Cómo zafaste de los reproches y de las llamadas? ¿Nunca lo atendiste?
–Jamás lo atendí ni le mandé un solo mensaje. Claro que me llamaba, pero el celular no era algo tan presente por ese entonces. De hecho es algo que sabía toda la redacción de XXI, donde yo trabajaba. Por eso les agradecí a Tenembaum, a Lanata y a todos, porque me cubrieron y no me rajaron.
–¿Siempre fuiste así de arriesgada en el amor?
–Sí. Y a veces me fue bárbaro y a veces para el ort... Nunca me pregunto lo que va a suceder. Igualmente tengo etapas más ordenadas, en las que respondo más a favor de los cánones de la sociedad.
–Además, el periodista con el que te escapaste te fue claro con que no quería nada e igual te fuiste.
–Tal cual, y le agradezco. No mintió. Me dijo: "Te saco de ésta". Más tarde se subió a un barco de Greenpeace a Groenlandia y se fue a la mierda.
–¿Qué te dejó ese mes a pura adrenalina como novia fugitiva?
–Ese mes me dejó todo lo que a mí me gustaba. Él era muy divertido, muy relajado, muy lindo. Yo estaba muerta.
–¿Te arrepentiste de algo?
–Para nada. Yo quería eso, pero se me fue muy lejos.
–¿Nunca se contactaron por redes sociales, nada?
–Sólo sé que se puso de novio, pero no sé en qué anda. Te juro que cuando lo veía hasta tardaba en cruzar la calle de lo que me temblaban las piernas.
–¿Cómo se conocieron?
–En Punta del Este, en una cobertura en la que coincidimos. De ahí nos fuimos directo a pasar el verano a Bariloche, donde él viajó a cubrir los incendios. Yo fui sin ropa, sin nada. Me tuve que comprar todo ahí.
–¿Y hoy cómo te acompaña tu novio Matías? (también periodista, trabaja en un portal de noticias)
–Yo venía de experiencias muy chotas, de gente muy rota y muy enroscada. Por eso me encanta tener a alguien con el que todo se puede hacer. No se trata de ingenuidad. Creo que es porque está más entero y no lo golpearon tanto, entonces tiene menos cinismo.