La monarca británica no relega su pasión por los equinos. Harta de encierro, activa como siempre y saludable como nunca, salió a montar por las inmediaciones del castillo.
Luego de haberse detectado casos de COVID-19 en su entorno, Reina Isabel II (94), perteneciente al grupo de riesgo, se mantuvo recluida en el castillo de Windsor. Pero activa como siempre, y más aún saludable como nunca, no hubo forma de prohibirle hacer lo que más le gusta.
La soberana fue vista montada en el lomo del caballo de raza ‘fell pony’, llamado “Balmoral Fern” , uno de los treinta equinos que posee, en el terreno que rodea Windsor (en las afueras de Londres), tenida como su residencia favorita.
Esta vez está sola sin una de sus acompañante más fiel de los últimos tiempos, su nuera, Sophie de Wessex, quien solía visitarla los fines de semana y pasear a caballo con ella.
En la foto se ve a la soberana ataviada con un colorido pañuelo fucsia alrededor de la cabeza y un traje completo de tweed, guantes blancos y botas.
Isabel II también pasó su cumpleaños el pasado 21 de abril confinada junto con el Príncipe Felipe y muchos eventos de celebración de este año tuvieron que ser cancelados debido a la pandemia.