Tras la polémica por "apropiación cultural" que tuvo que enfrentar el año pasado por el nombre de su marca, la socialité se reinventó, facturó millones y hoy comparte protagonismo con diversas influencers, entre ellas Rumer Willis, la hija de Demi Moore y Bruce Willis.
Superada la polémica que generó el año pasado con el lanzamiento de su ropa interior modeladora debido a la elección del nombre Kimono –acusada de apropiarse de la cultura japonesa–, Kim Kardashian (39) continúa facturando con su línea.
Luego rebautizada Skims, su colección recaudó dos millones de dólares en los primeros minutos a la venta. Hoy, cumplido el primer aniversario de su emprendimiento, la socialité agradeció a sus fans más fieles: “Me encanta ver las fotos que comparten y leer los comentarios en redes sociales”.
Fotografiada por Vanessa Beecroft, la más famosa del clan posó con algunas de las piezas de underwear en sets revestidos –del piso al techo– con fotos compartidas por sus clientas en las redes sociales luciendo sus ítems modeladores.
“Nuestras usuarias son nuestra verdadera inspiración a la hora de desarrollar nuevas ideas y todo lo que está por venir", explicó la esposa de Kanye West, rapero y candidato a presidente de los Estados Unidos.
¿Algunas de las protagonistas de la campaña? Addison Rae, Amelia Gray, Delilah Belle Hamlin, Lala Anthony, Precious Lee, Jodie Turner-Smith y Yovanna Ventura.
Pero quien se llevó todo el protagonismo fue Rumer Willis (32), una de las hijas de Demi Moore y Bruce Willis. Aquí, dos de los videos con los que anunció en su cuenta de Instagram su participación en la campaña de Kim.
A continuación, el resto del shooting de la campaña de Skims.