La historia de Gladys, la chef de "Cocineros Argentinos", y el duro momento que le tocó afrontar: "No podía parar de llorar" – GENTE Online
 

La historia de Gladys, la chef de "Cocineros Argentinos", y el duro momento que le tocó afrontar: "No podía parar de llorar"

Nació en Misiones y se crió en el campo, hasta que un día su vida cambió para siempre cuando descubrió su talento para la cocina. Su relato, en diálogo con GENTE.
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Sin lugar a dudas, Cocineros Argentinos se convirtió en un clásico de la televisión, durante muchos años por TV Pública y ahora por la pantalla de América TV. Este ciclo le cambió la vida a muchas personas, como fue el caso de Gladys Mabel Olazar, una cocinera de Misiones que empezó como ayudante de cocina y desde hace varios años trabaja frente a cámara, compartiendo recetas con los televidentes. 

Es martes y, como todos los días, Gladys disfruta de una nueva edición de Cocineros, desde donde le alegra el mediodía a quiénes están del otro lado de la pantalla mientras cocina. Al terminar el programa, la chef comienza a recorrer el estudio, entregándose por completo a la cámara y luego al diálogo con Revista GENTE.

Gladys Mabel Olazar nació en Misiones.

De Misiones a Cocineros Argentinos

-¿Cómo conociste la cocina?

-De muy chica, ya a los 6 años empecé a cocinar, lo primero que cociné fue un arroz con leche. Nací en Misiones, me crié en el campo, hija de padres separados, la mayor de cuatro hermanos, tres nenas y un varón, y me tocó la parte de la cocina. Al principio me parecía copado y después de un tiempo me dejó de gustar, porque no tenía tiempo para jugar o para hacer otras cosas como mis hermanos. Entonces, de chica no me gustaba mucho la cocina, y me empezó a gustar cuando me comenzaron a halagar las recetas que hacía.

-¿Cómo fuiste aprendiendo las recetas?

-Les preguntaba a las vecinas, porque tenía vecinas ucranianas, alemanas. Me acercaba a sus casas y hacía comidas con ellas. Una que me marcó mucho fue una señora ucraniana que vivía a 200 metros de mi casa. Ella no me pasaba las recetas, porque cuando le preguntaba cómo hacía, me decía "yo no la tengo escrita la receta, la sé hacer. Venite a casa y la hacemos". Y así aprendí las recetas. Mi tía también cocinaba mucho, pero mi mamá no era de cocinar, porque no tenía tiempo, así que la que se entregaba a la cocina era yo.

-Decías que antes no te gustaba cocinar, ¿cómo comenzó tu amor por la cocina?

-Odiaba la cocina en ese momento porque era una niña y quería jugar. Después me enamoré de la cocina, pero no pensando como profesión de cocinera.

"Odiaba la cocina, después me enamoré", confesó Gladys Mabel Olazar.

-¿Cómo fue eso?

-Yo vivía en el campo, estábamos aislados de la ciudad, a 17 kilómetros del primer pueblo. Entonces yo siempre decía, "cuando tenga 18 me voy a ir a la ciudad", y cuando llegué a la edad me vine a Buenos Aires y estudié peluquería. Soñaba con una peluquería, siempre elegante, porque en el campo nunca estás elegante. Pero todos los trabajos los hacés sobre maniquíes, y cuando me recibí y me tocó trabajar en la peluquería con personas, no lo pude hacer. No podía tocar a las personas, me daba impresión. Pero sí podía tocar un pollo y un pedazo de carne… Es raro. Entonces dije "esto no es lo mío", sentí una frustración porque dije "¿Qué hice? ¿Qué estudié?"

- ¿Y qué pasó?

-Me fui un verano de vacaciones, a visitar a una prima que vivía en Neuquén. Yo había hecho un pan dulce para Navidad, porque en mi casa se hacía todo casero. En Bariloche me dijeron "¿Vos sos cocinera? ¿Dónde aprendiste?". En mi casa lo aprendí, en mi casa se hace todo. Y me dicen: "¿Por qué no estudias gastronomía?". En ese momento me di cuenta de que nunca se me pasó por la cabeza, era algo que lo tenía incorporado conmigo. Así que volví a Buenos Aires y empecé a estudiar en el IAC.

-¿Cuál fue tu primer trabajo en gastronomía?

-Antes de recibirme ya estaba trabajando en el restaurante del Museo Evita. Ahí conocí a Ximena Sáenz, que fue conductora de Cocineros Argentinos. Ella se fue al poquito tiempo, y a los 3 años me llamaron de Cocineros, para hacer un programa los domingos en Tecnópolis. Ahí me vieron trabajar y me dijeron "‘"queremos que venga todos los días". Entonces tuve que renunciar al otro trabajo, me quedé en Cocineros y nunca más me fui.

Gladys Mabel Olazar comenzó a trabajar en Cocineros Argentinos los domingos, en Tecnópolis.

Gladys y el desafío de pasar a estar adelante de cámara

-¿En Cocineros Argentinos empezaste trabajando frente a cámara? 

-No, empecé como ayudante de cocina. Después se fue al jefe de cocina y pasé a ser jefa de cocina. Manejaba y armaba todas las recetas de Guillermo Calabrese. También hice los dos libros de Cocineros. Trabajé con Eduardo Torres, que ahí conocí a una hermosa persona, que es el fotógrafo que todos los cocineros quieren tener en su libro.

-¿Cómo fue el proceso para pasar adelante de cámara?

-De a poquito me fui metiendo delante de cámaras, yo no quería saber nada. Un día me dijeron, vos tenés que hacer una receta de tus pagos. "No, no sé cómo pararme, no sé dónde mirar, no voy a saber hablar". Pero me insistieron tanto que terminé haciendo un mbejú (una especie de tapioca de almidón de mandioca y queso fresco). Y se ve que les gustó mucho, porque me empezaron a pedir otra y después otra, y así hasta que llegó un momento que cada vez que faltaba alguien, me metían a mí. Y así me fui metiendo en la tele, fui llegando a la gente.

-¿Por qué sentís que le llegaste a la gente?

-Me parece que la gente se identifica porque hablo como un ama de casa que cocina. O sea, yo quiero hacer recetas que las hagan en sus casas y les salga tal cual. De hecho, siempre respondo, pidiendo que me cuenten si les salió o no, en qué pudo fallar. En eso soy muy responsable con las recetas que hago.

Gladys Mabel Olazar comenzó a trabajar en Cocineros Argentinos como ayudante de cocina y de a poco se fue animando a cocinar frente a cámara.

-¿Qué significa para vos Cocineros Argentinos

-Cocineros Argentinos es mi casa, mi hogar. De hecho, nacieron mis hijos mientras yo estaba en Cocineros, y ahora mis hijos ya egresan de la primaria. No sé otra cosa que Cocineros, mis hijos no conocen otro trabajo. Ahora hubo un cambio, mis hijos no conocen el estudio todavía, pero la esencia está.

Cómo vive Gladys la renovación de "Cocineros Argentinos"

-¿Cómo viviste el cambio de canal?

-Fue difícil al principio… O sea, fue difícil no estar en el lugar donde estábamos, porque ahí me vi crecer, para mí la tele fue ahí, nací ahí, es mi casa. Y después, al no estar más ahí, fue una agonía de muchos meses de incertidumbre. Decir, "‘"si no vuelve, ¿qué hacemos?". Aunque sabés que tenés la puerta abierta en un montón de lugares, pero no querés perder eso que tenías porque hay un amor enorme de trabajo de muchos años. Cocineros se construyó con mucho esfuerzo, trabajando, viajando, pasándola bien y también mal. Es una familia, entonces, eso es lo que iba a extrañar si Cocineros no seguía. Pero la verdad es que acá nos recibieron con los brazos abiertos, nos dijeron "es su casa" y la adoptamos como casa, ya está.

-¿Cómo fue el momento en que te enteraste de la noticia del final de Cocineros Argentinos?

-Fue sorpresivo, no podía parar de llorar. Imaginate que te digan "‘mañana te tenés que ir", y decís, pero toda mi vida está acá… porque vos tenés un vínculo con las personas con las que trabajás. Si la pasás bien, disfrutás y amás lo que haces, no te querés ir. Fue duro, pero lo superamos.

"Fue sorpresivo, no podía parar de llorar", la angustia que vivió Gladys Mabel Olazar al enterarse del final de Cocineros Argentinos en Tv Pública.

El trabajo de Gladys en las redes sociales

-En las redes estás subiendo recetas…

-Me encanta subir recetas en casa, para que la gente la pueda hacer desde su casa. Me gusta investigar, buscar recetas virales, que te dicen "mirá que es lindo", y después en la vida real no se puede llevar a cabo. Eso me gusta, como desafío. De todas las recetas que hago, si una está buena y es accesible, la subo a las redes, sino no. Porque hay recetas que te piden 800 ingredientes y tenés que tener plata para poder comprar todo lo que necesitás para cocinar.

-¿Cómo pensás las recetas?

-Yo tengo dos hijos y me pasa lo mismo que le debe pasar a otra mamá que tiene dos hijos, que los tiene que mandar al colegio, hacerles la vianda… Mi vida no cambia en la tele y después en mi casa soy otra, no. Intento ser la misma auténtica en la tele como en mi casa. Siempre digo que hay que comer las verduras de estación, que a los niños hay que incorporarles verduras desde chicos, disfrazar las verduras para que les guste. Es todo un trabajo que hay que hacer como mamá también. Y como cocinera, mostrarle a otras mamás que se puede.

Gladys Mabel Olazar comparte constantemente recetas en sus redes sociales.

-Cuando hacés en una receta, ¿pensás en tus hijos o pensás en vos? 

-Qué pregunta, nunca me puse a pensar eso. Si cocino para mis hijos, sí pienso para ellos. Pero si pienso una receta para las redes, pienso en lo que la gente pueda llegar a conseguir en la verdulería, en cualquier lugar del país. Voy mechando las recetas para que todos lo puedan hacer a lo largo y ancho del país. De hecho, me escribe gente de Canadá o de otros países, y eso está buenísimo, me llena de orgullo. Qué lindo que me están viendo desde otro lado. También pienso en lo monetario, pienso en el bolsillo, porque me pasa a mí también, yo cuido el mío y quiero que los demás cuiden el suyo.

-¿Tenés hate en las redes sociales?

-Sí, hay hate. Al principio me ponía mal y después dije, "cada uno es como es". O sea, si a la gente le hace feliz escribir cosas feas, que las escriban, pero yo no respondo. No soy de responder, de última, si me enoja mucho, lo elimino. Intento que no me afecte, porque sé que hay gente que está para eso, no deben ser felices con su vida.

-¿Y vos sos feliz?

-Yo sí, soy feliz. Soy feliz con mis hijos. Vivo con mis 2 hijos en una casa que me la compré trabajando. Acá en Cocineros vieron todo mi proceso, cuando me casé, cuando me separé, me vieron con los mellis sola, y toda la transición de mi casa. Ahora todas las recetas que grabo lo hago en mi casa, porque me armé la cocina como yo quería. Ahora disfruto mucho que el programa termina temprano y llego a casa y tengo toda la cocina con sol.

"Vivo con mis 2 hijos en una casa que me la compré trabajando", detalló Gladys Mabel Olazar.

Los sueños de Gladys para el futuro

-¿Te queda algún sueño por cumplir? 

-Un sueño por cumplir… el otro día lo hablaba con mi hija, que siempre me reclama que yo no sé inglés. Yo le explico, "‘mi amor, en mis Misiones, cuando íbamos al colegio, no había inglés". Y me dice, "pero vos deberías saber". Y sí, tiene razón, es una de las cosas que me gustaría aprender. También me gustaría estudiar periodismo, el día de mañana me gustaría comunicar desde otro lado. No sé si en la tele, pero en la radio seguro.

-¿Te gustaría tener un programa propio de radio? 

-Sí, me gustaría tener uno de cocina y hablar siempre de cocina. En algún tiempo no muy lejano me gustaría empezar a estudiar periodismo, y mi hija me dice "‘bueno, empezá a averiguar, ¿cuándo lo vas a hacer? ¿Ya te anotaste? ¿Ya averiguaste?".

Gladys Mabel Olazar sueña con estudiar periodismo y tener un programa de radio de cocina.

-¿Por qué te gustaría estudiar periodismo?

-Porque la tele me abrió una puerta gigante y yo llegué a la tele sin ser periodista, siendo cocinera. Y en algún punto, también soy comunicadora de alguna manera, porque la gente te mira, te escucha, te copia. Y está bueno cuando vos transmitís cosas lindas, porque yo creo que si transmitís cosas lindas, te llegan cosas lindas. Entonces, sí, me gustaría estudiar periodismo. En un tiempo no muy lejano, me parece que me voy a anotar, cuando tenga más horas libres para poder sentarme a estudiar, porque me gusta empezar algo y terminarlo.

Fotos: Diego García

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