Camila Mayan (25) ingresa con una sonrisa a la locación elegida para realizar su primera producción fotográfica con GENTE, quien justamente fue el primer medio que la entrevistó en 2022 cuando comenzaba a dar sus primeros pasos como influencer.
La acompañan sus amigas, quien tras su salto al estrellato en redes sociales se han convertido en su mejor equipo para aconsejarla en sus looks, peinado y maquillaje.
Mientras le retocan su hermoso peinado, con el celular en mano, cuenta que recibió una nueva crítica en redes, algo a lo que aún le cuesta acostumbrarse y que muchas veces la angustia.
“A veces me duelen los comentarios. Porque sé que para muchos mi trabajo les puede parecer una tontería, pero lo que no saben es que quizá un video de tan sólo 15 segundos tiene muchos pasos detrás", sostiene.
Y explica: "Te comunicás con una marca, después tenés que ponerte de acuerdo con sobre qué transmitir, cómo comunicarlo, en qué momento del día y que también esté ligado a tu vida para que puedas contar una historia”.
Cami Mayan y los datos desconocidos sobre su infancia
Camila nació y se crió en el barrio de Villa Santa Rita, en la Ciudad de Buenos Aires, junto a sus papás y su hermana menor, Belén. Sus recuerdos de la niñez son siempre en familia y es por eso que el desarraigo que vivió a sus 21 años, siguien al futbolista Alexis Mac Allister, la marcó para siempre.
“A mi niñez la recuerdo linda y amena. Siempre fui una nena muy feliz y que aspiraba a un montón de cosas. Como que a medida que iba creciendo siempre quería hacer cosas nuevas. Y después decía: ‘Uy, qué raro es crecer y tener que tomar más decisiones’. Pero lo que sí tenía claro era que me gustaba mucho comunicarme con gente y un lado creativo”, cuenta Mayan permitiéndose viajar por algunos minutos a su infancia.
“De hecho algo que no saben muchas personas es que de chiquita hacía comedia musical y hoy no lo hago porque no tengo el tiempo, pero la verdad es algo que me gusta y que sirve para desarrollar muchísimo la creatividad”, recuerda con cariño esa etapa de su vida.
-¿Cuál es el primer recuerdo que se te viene a la cabeza de tu infancia?
-Me gustaba mucho cuando mi papá me iba a buscar al jardín porque volvíamos caminando a mi casa y él me iba contando cosas. Íbamos cantando canciones y a mí me gustaba caminar por la parecita de las casas tipo viste como las entraditas que tienen como las chiquitas. Y no sé, como que era algo re simple pero con lo que yo me divertía y siempre hablábamos de todo. Sentía que podía hablar de todo con él y hasta el día de hoy es así.
-¿Quién es Belén en tu vida?
-Belu es mi hermana más chica. Nos llevamos cuatro años y es una linda diferencia porque compartimos muchas cosas y lo que no compartimos también está bueno porque nos acompañamos mutuamente. Siempre viví con mis papás y con mi hermana.
-¿Iban al mismo colegio?
-Fuimos toda la primaria y la secundaria a un colegio a cuatro cuadras de mi casa en un barrio súper tranquilo. Porque si bien Santa Rita es en Capital Federal, sigue siendo muy barrio.
-¿Extrañás a veces esa tranquilidad?
-Tengo momentos para todo. Me gusta mucho convivir con las dos cosas, de un poco vivir en el quilombo y sentir esa adrenalina de que estoy corriendo para todos lados, pero después saber que vuelvo a mi casa y puedo estar tranquila con mi familia, mis amigas del colegio o mis amigas de la empresa en la que trabajaba antes de irme a vivir a Europa.
-Entonces, ¿seguís conservando muchas de tus amistades de antes de ser famosa?
-¡Sí! Antes de irme a vivir afuera fueron algunos de los años que más amigas había hecho y ellos siempre están. Por más de que ahora este un poco más expuesta nada cambió. Y todos ellos no dejan de ser mi lugar seguro.
Justamente en redes sociales Camila Mayan fue apodada con el término "mi mejor amiga", ya que todas sus seguidoras al defenderla o aconsejarla le hablan como si se tratara de una persona de confianza en sus vidas. Sin lugar a dudas, una palabra que cuadra muy bien con su personalidad sociable y alegre.
-Al poco tiempo de terminar el colegio, ¿sabías qué querías estudiar?
-Cuando tenés 17 o 18 años la verdad es que es muy difícil saber decidir qué hacer con tu vida. Pero yo lo que tenía muy en claro es que quería estudiar sí o sí, y empezar a trabajar cuanto antes. Pero dentro mío tenía muchos intereses, porque no soy una persona que tenga una vocación por algo y ya. Así que empecé a ver que carrera podía seguir que abarcara todo lo que me gustaba o interesaba.
-¿Y por qué te decisite?
-Al final me decidí por administración de empresas que es una carrera muy linda y bastante general en la que aprendés un poco de todo en cuanto a empresas u organizaciones en general. Y ahí uno puede ir especializándose en lo que más le gusta. También sabía que era una carrera que me iba a dar la posibilidad de trabajar siendo chica.
-¿Te gustaba la idea de independizarte?
Sí, quería independizarme. Terminar el colegio, trabajar y tener mi plata. Es así, como pude entrar a trabajar en una empresa y mientras tanto también me seguía capacitando en otras cosas que me gustaban. Hice por ejemplo cursos de moda acá y en el extranjero.
Camila Mayan reveló cómo enfrentó el desarraigo durante su estadía en Inglaterra
En el año 2020, Camila Mayan recibió la propuesta de su pareja en aquel momento, Alexis Mac Allister, de mudarse a Inglaterra con él, quien había sido comprado por el equipo inglés Brighton & Hove Albion F. C.
Para una joven de 21 años con una vida formada en Buenos Aires esta decisión no fue nada fácil y más aún teniendo en cuenta que llegaba en medio de una pandemia global como lo fue la del coronavirus.
"Al principio me dio mucha duda y mucho miedo. De hecho, tardé mucho tiempo en decidir si dejar lo que estaba haciendo acá para irme afuera o no. Primero dije 'no'. Vino la pandemia y fue como bueno, okey, tengo que tomar una decisión. Lo pensé mucho, lo charlé mucho con mi familia, con mis amigas y dije: 'bueno, sí vamos'", recuerda sobre aquel día en que su vida cambiaría para siempre.
-¿Qué te dijeron tus papás cuando les planteaste la idea de irte a vivir a Inglaterra?
-En el momento que me fui tenía 21 años recién cumplidos y era plena pandemia, pero ellos me apoyaron bastante desde el principio porque sabían que era una experiencia única para mí y que iba a poder seguir creciendo yo como persona. Pero bueno a mí me daba mucha duda el hecho de dejar lo mío y sobre todo la facultad, que la verdad que si no hubiera sido que todas las universidades se volcaron a la virtualidad yo no podría haber terminado mi carrera. Y ahí sí que no sé qué hubiera hecho porque yo quería recibirme o recibirme.
-¿Eras muy estudiosa?
-No era súper estudiosa, pero siempre me fue bien en la facultad. También me iba bien en el colegio, no me llevaba materias. En la facu recursé una sola vez y para mí fue una crisis total. Pero bueno, después entendí que no es lo más importante. Mismo el otro día me llegó un mensaje de un compañero de una de las últimas materias que hice en la facu que que me decía: 'Cami, vi lo que está hablando todo el mundo ahora. Y solo quería decirte que me acuerdo cuando cursábamos dirección general, que re participabas y que nos decías que querías arrancar a hacer YouTube'. Y me pareció re lindo ese gesto, que viendo todo lo que sale ahora en los medios se acuerde de la persona que era yo cuando ni estaba en los medios, que era mucho más chica, que estaba arrancando y que le gustaba participar en clase.
-Cuando estabas en Inglaterra te encontrabas muy sola, más allá de estar con tu ex novio. ¿Cómo fue que tomaste la iniciativa de empezar a hacer amigos y también crearte un círculo propio?
-La verdad es que me costó muchísimo. Yo fui con todas las ganas a Inglaterra pero con el tiempo me di cuenta que todo el primer año fue bastante duro porque estaba muy, muy sola. Para mí era un contraste muy grande de pasar de estar todo el día con gente acá, ya sea en mi casa, en el trabajo, en la facultad, de lo que sea, a estar todo el tiempo en una casa sola y no saber muy bien qué hacer de mi vida. Entonces me dije: 'Bueno, tengo que hacer algo porque no puedo estar pasándola mal'. Y empecé a buscar qué cositas podía hacer que que me den un poco más de 'confort' digamos en el día a día, y así empezar a sentir más como mi hogar el lugar en el que estaba viviendo.
-¿Y cuáles fueron esas cosas que te generaban más pertenencia?
-Primero arranqué inglés. Después iba al gimnasio con una chica que hacíamos las dos solas y me servía más que nada para tener alguien para hablar. Al menos tres veces por semana ya tenía una rutina. Empecé a hacer otras actividades, como pilates, yoga, hice cursos de moda, uno online, después otro que era en Londres y tenía que ir por una semana todos los días a Londres y así como que conocí más gente. Y ahí estaba chocha. Pero sí, entendí que me tenía que mover y a veces hasta en lo incómodo.
-¿Qué fue lo más incómodo que hiciste para hacerte amigos?
-Bueno, una de mis mejores amigas en la actualidad se llama Agatha, que es la que fui al casamiento hace poco en Polonia. Nosotras nos conocimos porque ella justo se fue a vivir al mismo lugar que yo y un día fui y le toqué la puerta. Le dije: 'Hola, ¿cómo estás? Yo soy Cami'. Ella es polaca, yo argentina. O sea, dos vidas nada que ver. Pero la verdad que a Agatha le tengo un aprecio muy grande porque realmente nos terminamos acompañando muchísimo en momentos que estábamos las dos muy solas, porque las dos veníamos de otros países y terminó formándose una amistad re linda.
-Claro, y así fue como de a poco te fuiste abriendo ¿no?
-Así es como que entendí que si no me exponía a esa incomodidad del primer momento en el que te encontrás con una persona que no conocés, si no hacía eso de ir a tocarle la puerta un viernes a la noche y presentarme, nunca me iba a poder terminar de sentir a gusto del otro lado del mundo. Ese fue como el trabajo interno que fui haciendo y fui tratando de tomar todo lo que podía tomar para aprender y conocer. Y la verdad es que lo logré porque en el último tiempo, el último año, me sentía cómoda en el lugar en el que estaba. Sabía que quería hacer. Empecé a decir bueno, quiero dedicarme a las redes, a la moda y empecé de a poquito a hacerlo realidad.
-¿Es decir que tu proyecto de dedicarte 100% a las redes vos ya lo tenías en la mente en ese momento?
-Mi meta principal cuando me fui del país era terminar mi carrera. La terminé a mediados de 2022 y mientras seguía estudiando me preguntaba qué podía hacer, cuál iba a ser el siguiente paso, porque estaba en otro país y la vida allá era con tanta incertidumbre. Entonces como que empecé a unir las piezas. Bueno, me gusta mucho la moda, me gusta comunicarme, me gusta todo el mundo empresarial y también me gusta el marketing, y dije: 'Bueno, recontra puedo probar esto de ser influencer'.
-¿Cómo?
-De esta manera iba a poder explotar todo lo que me gusta y juntarlo en un lugar que sé que no es un trabajo tan tradicional, pero es justamente lo rico que tiene. Porque podés hacer muchas cosas con las que no te tenés que cerrar a una sola profesión. Así que ahí empecé también a tratar de informarme más. Hice cursos de como hacer estrategia en redes y quizá suena medio tonto, pero la verdad es que te da herramientas y te va insertando más en ese nuevo mundo. Así fue como que empecé a decidir meterme más en este mundo porque vi que coincidía con lo que yo quería hacer.
Cami Mayan responde a las criticas de los haters por su trabajo
-Para la gente que quizá no te sigue tanto. ¿Cómo te definirías? ¿Influencer?
-Siempre que me preguntan digo influencer porque es la respuesta más rápida. Pero siento que el término en sí no termina de indicar todas las cosas que uno hace. Por ejemplo hoy estoy haciendo fotos y una nota para GENTE, después me voy al programa de Luzu que estoy toda la semana, después me toca hacer acciones con marcas y tengo algunos proyectos. Y así todo se va uniendo de alguna forma, entonces no hay una sola palabra para definir todo lo que hago.
-Antes de empezar la nota nos contabas que te dolían algunos comentarios hirientes en redes que te decían que no trabajás o no hacés nada…
- Sí, total. Es re feo. A veces me duelen los comentarios. Porque sé que para muchos mi trabajo les puede parecer una tontería, pero lo que no saben es que quizá un video de tan sólo 15 segundos tiene muchos pasos detrás.
-Claro, hay toda una organización sobre lo que buscas compartir en redes...
-A mí no me gusta hacer contenido por hacer, me gusta que siempre haya una historia detrás. Así que me pongo a pensar qué le puede servir a la gente que me sigue, para después editarlo y que quede bien. O sea, hay un montón de pasos previos. No son sólo cinco segundos de video y ya. Y eso también me jode. Porque uno está trabajando dedicándole tiempo, mucho amor y buena energía. Entonces sí, obviamente que me duele cuando la gente cree que yo no trabajo o que no hago nada de mi vida. La verdad es que estoy todos los días súper ocupada y y haciendo un montón de cosas que ya te digo, son variadas. No es todos los días lo mismo. No tengo una rutina tan cerrada pero es como que tenés que estar leyendo la palabra de cualquiera en las redes.
-¿De quién de tu familia sentís que traés esta cultura del trabajo?
-De mis papás. Siempre los vi a los dos trabajar un montón. Mi mamá es ingeniera agrónoma pero trabaja en la parte comercial y de supply chain de una empresa. Quizá terminó yendo a algo que nada que ver, pero bueno fue durante su carrera que conoció a mi papá y estudiaron juntos. Pero él no pudo terminar esa carrera porque tuvo que hacer la colimba. Pero ahora es desarrollador web y la verdad que es un trabajo en el que hace demasiadas cosas que no recuerdo los nombres, pero es un trabajo muy completo.
-¿Entonces aprendiste de ambos?
-Siempre los vi a ellos trabajar sin parar y también ocuparse de nosotras. Y algo que me gusta mucho de mi familia es que nunca sentí que por ser mujer tenía que ser ama de casa, o si estudiarba no trabajar, o no abocarme a mi formación o tener que cocinar sí o sí, como que siempre ellos me dieron el mensaje de: 'Cami vos hacé lo que lo que a vos te guste y hacerte valer por vos misma, que tenés todo para hacerlo'. Nunca sentí que me tenía que reducir a menos y justamente por eso nunca lo hice.
El conflictivo regreso a la Argentina de Camila Mayan que le permitió potenciar su trabajo en redes sociales
Al poner fin a su noviazgo de cinco años de duración con Alexis Mac Allister, Camila Mayan debió volver a reconstruir su vida y también los sueños que había proyectado viviendo dos años en Europa, con nuevos amigos y una rutina consolidada.
"Fue todo súper abrupto y me dio mucha inseguridad. Porque venía haciendo algo y me preguntaba si podría seguir con mi vida, si podría hacer lo que me gustaba en Argentina. Pero en esos momentos en los que caía tan abajo, también tenía como ciertos momento de lucidez por así decirlo, en los que me empezaba a imaginar un poco esta vida que llevo hoy. Eso me daba esperanzas y me estusiasmaba", analiza sobre una ruptura amorosa que le cambió la vida.
"Así que me puse firme en trabajar con las redes, ser influencer y tener una comunidad. Y con la exposición que tuve en el Mundial me pasó que empecé a tener mucha más llegada a la gente y hasta me empezaron a contactar marcas. Capaz que para hacer canjes chicos o cosas chiquitas, pero para mí era todo wow, porque es lo que yo quería. Así que me decía a mi misma que tenía que aprovechar esto, explotarlo, trabajar mucho y darlo todo, porque realmente se me estaba presentando la oportunidad de hacer lo que yo quería hacer", detalla sobre todo el esfuerzo que le supuso crearse como producto aceptado por las masas
-¿Tus papás te apoyaban en esta nueva etapa de tu vida?
-Lo que me pasó con mis viejos es que ellos cuando apenas me estaba instalando de nuevo acá me decían: 'Bueno, Cami, pero por qué no empezás a buscar un trabajo en una empresa. O en esta empresa que vos trabajabas antes quizás si les mandas el currículum te vuelven a tomar'. Y yo estaba como... primero quiero probar esto que sé que puedo hacer lo que me gusta. Y si no, bueno, si en seis meses no va agarro y me pongo a buscar otro tipo de trabajo.
-¿Y qué te dijeron?
-Ellos como que no estaban muy seguros en ese momento de todo este mundo y les daba un poco de miedo por mí, que es entendible. Pero terminé siguiendo como eso que tenía dentro mío y hoy lo hablo con ellos, y ellos mismos me dicen: '¡Wow! Realmente en el momento creímos que tenías que ir para otro lado, pero vos fuiste fiel a lo que vos querías y nos encanta. De alguna forma nos pusiste la tapa y pudiste hacer lo que vos querías y te salió súper bien'.
Camila Mayan y su incursión en el streaming con Luzu Tv
-¿Cómo te llegó la propuesta de trabajar en Luzu TV?
-La verdad ¡no me lo esperaba! Estaba terminando el verano y yo justo me iba a la costa unos días con mi familia. Me escribió uno de los chicos de Luzu y me lo propuso de la nada. Yo había ido al programa que estaban haciendo Fede Popgold y Anita Espósito en febrero y me había gustado mucho la energía de ambos. Incluso se los dije a los chicos ese momento pero no pensé que después podía llegar a ser algo tan fijo y tan estable a lo que me iban a invitar a ser parte.
-¿Te convencieron rápido?
-La verdad que no tuvieron que hacer mucho para convencerme. Pero era algo nuevo y que nunca había hecho, así que obvio me pregunté si estaba haciendo bien en participar porque yo soy muy tranquila y nunca había salido a hablar así a viva voz. Pero después pensé que siempre que hice algo con dudas y con incertidumbre siempre fue para mí un crecimiento grande como persona. Entonces dije bueno, salga bien o mal, me va a servir mí para expandirme y para aprender a hacer cosas nuevas. Y así fue como empezó todo y hoy en día estoy más que feliz de poder estar ahí.
-¿Cómo es la química entre ustedes?
-La verdad es que no nos conocíamos prácticamente nada y somos muy distintos los cuatro (risas). ¡Los cinco! Por favor, con Guido que sino me mata. Pero bueno con los chicos que estamos todos los días se formó un grupo muy fuerte de amigos. Creo que lo que estuvo bueno es que todos estábamos con muchas ganas de que todo saliera bien en este proyecto, todos teníamos mucha predisposición y abrazábamos también esas diferencias que pudieramos tener. Así que después todo se fue dando naturalmente y hoy en día nos apoyamos un montón. Y eso me parece clave porque después se transmite en cámara.
-¿Sentís que podes confiar en ellos más allá del trabajo?
-Sí, si pasa algo yo sé que puedo confiar en ellos. Sé que puedo contarles qué me pasó y que me van a bancar, apoyar, aconsejar o lo que sea. También sé que si no tengo ganas de hablar de algún tema también me van a entender, entonces puedo descansar un montón en ellos y sé que también ellos saben que lo pueden hacer conmigo. Siento que eso es re rico para el proyecto y para nosotros como personas también.
-¿Hoy a quiénes consideras tus amigos del medio?
-Y a Sofi Gonet, Carmu, Lizardo Ponce... ¡No me quiero olvidar de nadie! También depende si son influencers o más de los medios más masivos. Pero la verdad es que es re lindo haber podido hacer tantos amigos porque me siento acompañada.
-¿Te quedan amigas del mundo del mundo del fútbol?
-Sí, hay varias chicas de la Selección que me llevo muy bien. Con algunas tengo más contacto que con otras pero porque muchas viven afuera. Con Emi (Emilia Ferrero) tengo re buena onda y ahora hace rato que no la veo. Con Agus Bascerano también me hice bastante amiga, con Juli (Julia Silva) y Guada Ramón. Como que siempre matuve mucho contacto por redes y todo.
-¿Tienen algún grupo de WhatsApp o no hay tanta confianza?
-Por ahora no tenemos. En realidad en su momento había un grupo de WhatsApp, pero bueno con todo lo que pasó... yo dije bueno de acá me corro porque no tiene sentido que esté yo acá. No me voy a meter en algo que no da. Pero la verdad que si tengo muy buena onda y todas ellas son divinas.
Fotos: Alejandro Carra
Edición y retoque fotográfico: Darío Alvarellos
Productora: Carolina Gagliardini
Video y redes: Luna Figliuolo
Prensa: Sol Pérez Pruccoli
Estilista: Yamila Waldszan
Peinado: Magalí Mohorade
Un especial agradecimiento a Sofía Pérez y Santía quien pudo hacer posible la producción en Stern.
