Juana Repetto viene compartiendo con su millón y medio de seguidores los contratiempos que hay con su vivienda. Hace dos meses, la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto contó que la dueña de la casa donde vivían no les quiso renovar el contrato.
A partir de allí, una mudanza hacia un nuevo alquiler y un sinfín de idas y vueltas respecto a un plano de la obra de su próxima casa, que acaba de comenzar su construcción.
"Estoy por ir a ver los avances en la obra", relató para su comunidad en redes sociales. "Empezaron a hacer el pozo, se atrasó todo un montón porque tuvimos problemas", advirtió, algo resignada aunque feliz por el avance definitivo hacia su nuevo hogar.
"Nos venimos a enterar que el terreno tiene menos metros de los que pagamos", contó, algo enojada en un video que compartió en sus historias de Instagram. Explicó que ahora un agrimensor le dará los pasos a seguir, después de haber estado frenado durante un mes por este imprevisto.
"Es peor de lo que se imaginan porque no está resuelto todavía. Estamos empezando a construir porque no queremos perder más tiempo", planteó, ya que cada mes que no tenga su casa propia deberá pagar el alquiler.
"Tenemos todo contratado, los constructores y a toda la gente, y es un mes que esa gente no está pudiendo trabajar. Se hace un montón de dinero perdido cada mes y semana que se atrasa la obra y después hay que sumar la lluvia, etcétera. Bueno, nosotros no pudimos resolver el tema de los metros. Achicamos la casa para poder empezar", expresó con pesar.
Entonces Juana contó que el agrimensor encargado de certificar el espacio alertó que "cuando el terreno es baldío, no tiene la obligación de ir y medir".
"Se llama 'corrimiento', que viene arrastrándose desde que todos los terrenos se fueron corriendo un poquito. Como el mío es el último en ser construido, quedó en el medio. No es como algo en un vecino te robó el espacio, no quiero ofender a nadie", compartió.
Sabe que es un reclamo largo, y que no se sabe cuál fue el origen, tampoco puede exigir que se lo devuelvan. "Puede ser eterno, podrían pasar seis meses con suerte y yo sin poder construir. Y eso a mí me genera una pérdida enorme de dinero, de energía y demás", apuntó.
Por esa razón, decidió achicar un poco la casa que está en construcción. "Me aburrí de responder del agrimensor. Estoy chocha y emocionadísima que arrancamos", compartió con una selfie en la que se ve las máquinas que realizaron los primeros movimientos en ese terreno.