Juan Otero, el hijo de Florencia Peña y Mariano Otero, habló sin filtros en una entrevista con Sebastián Soldano para Infobae, en la que reveló particularidades de su crianza y se animó a hablar de las dificultades que vivió en el proceso de reconocer y expresar su orientación sexual.
Más allá de las críticas, el hate, que podía recibir en redes sociales o en diversos ámbitos que habita, tal vez uno de los espacios más difíciles para lidiar fue su propia casa, debido a ciertos momentos de asperezas con su padre.
"A él le re costó mi honestidad. Por ahí me pintaba las uñas, me maquillaba y hacía cosas que a él le resultaban lo peor del planeta. Sentía que eso que veía, no era yo. Pensaba que me dejaba influenciar por el entorno... pero la verdad es que yo estaba empezando a elegir ser cómo realmente era", explicó el hijo de la actriz, a quien comenzó a seguirle los pasos.
A sus 15 años, Juan, quien es el menor de los hijos que tuvo Flor Peña con Otero, ya está dando sus primeros pasos en el ámbito mediático, siendo parte de los ciclos de streaming de Telefé, llamados “Te pido mildis”, junto a Lolo Poggio, Sol Ulloa, Nico Peralta y la ex Gran Hermano Sabri Cortez.
En la charla aseguró que la separación de sus padres fue “lo mejor que le ha pasado”, debido a los tipos de crianza que cada uno tenía con él y en varias situaciones las consideraba como no compatibles: “Siento que los dos proyectaron en mí cosas diferentes. Como que me re costaba, me mareaba mucho”.
De todas formas, la relación de él con su papá eventualmente progresó, en parte con ayuda de su madre. “Mi mamá fue la que intervino, hizo lo suyo desde el diálogo. Ella le decía que había que entenderme, ayudarme, acompañarme y papá de a poco, lo empezó a llevar mejor", reveló.
De todas formas, el proceso hasta que su padre aceptó su orientación sexual, que de por sí se encontraba en pleno descubrimiento, no resultó sencillo: “Capaz iba a su casa y me miraba raro, como diciendo '¿trajiste cartera?'... todo era muy incómodo. Llegó un punto en el que no me quise exponer más, no quería pasar por eso y buscaba ir a su casa 'lo más normal' posible. Entre comillas. Pero bueno, con el tiempo lo aceptó".
"En determinado momento me dije a mi mismo que el que tenía que resolver su problema era él. Creo que si no me hubiera entendido, no tendríamos relación. Hoy por suerte le estamos dando forma a un vínculo lindo. Siento que caminamos juntos, que me acompaña y cuando hay algo que no le cierra, me lo dice y lo ayudo a entender", resaltó.