La estrella de la música dio cuenta de su salud mental y la batalla que debió librar contra la depresión. Aquí, los motivos.
Katy Perry (35) abrió su corazón y habló sobre sus días de inseguridad luego de que su último álbum, Witness, lanzado en el 2017, estuviese por debajo de sus expectativas.
“Estaba clínicamente deprimida y saliendo de eso. No sabía cuál era mi vida”, reveló la estrella en una entrevista reflexionando sobre dónde estaba ella hace dos años. “Realmente no podía imaginar cómo seguir viviendo, para ser completamente honesta", agregó, y explicó que sus luchas influyeron en su último proyecto.
“Me volví muy insegura y tuve que emprender un viaje, tanto emocional como espiritual y psicológicamente, para entender por qué confiaba tanto en la validación del material. Tenía que darme cuenta de que todo lo relacionado con mi carrera no es todo lo que es la vida, es solo una parte de lo que soy", contó.
Y contó que encontró una luz al final del túnel sobre todo con su embarazo: “Los fanáticos pueden esperar un registro sobre la capacidad de recuperación, y encontrar la luz al final del túnel… ‘Daisies’ es una canción sobre perseguir tus sueños, y no preocuparse por lo que otras personas piensen sobre eso”, dijo
“Este nuevo disco es una instantánea real de la capacidad de recuperación, que es mi palabra favorita, porque lo he estado escribiendo en los últimos dos años. Realmente atravesé ese viaje y de él salieron muchas canciones hermosas”