Después de algo más de un año de noviazgo, y con un poco de delay, Juana Repetto (32) y Sebastián Graviotto (33) finalmente dieron el "sí" en una ceremonia muy íntima, con la sola compañía de sus testigos. Días después pudieron compartir su felicidad con familiares y amigos, en una reunión más reducida que la que habían planeado.
"Finalmente, nuestra idea fue similar a lo que hicimos, pero con menos invitados y servicios. En principio queríamos hacer un casamiento al aire libre, con una carpa y disc-jockey, pero por la pandemia pospusimos ese plan para fin del año que viene. Mientras tanto, aprovechando que se habilitaron los casamientos por Civil, decidimos casarnos y armar una celebración acotada, al aire libre, sólo con los testigos y nuestras familias", contó Juana días atrás.
El festejo que la pareja organizó en el Delta del Tigre se llevó a cabo 8 días después de firmar los papeles en el Registro Civil Número 14. "Fue todo muy rápido. Elegimos una isla a la que solemos ir y nos ocupamos de alquilar la vajilla y armar un protocolo con todos los recaudos sanitarios. Al entrar había un alcohol en gel para cada invitado y los recibía un cartel con la frase: 'Bienvenidos a la boda en la que tienen que autogestionarse todo', ya que no hubo mozos ni quien pasara música", relató Juana, quien además no contó con la presencia de su padre y su mujer al organizar todo en menos de dos semanas.
Pernil y una opción veggie fueron acompañados con vinos mendocinos que la bodega Familia Blanco etiquetó especialmente para la ocasión.
Para mantener la atmósfera natural del Delta la pareja eligió colas de zorro, alfombras persas y canastos para el altar. El vestido de Juana estaba confeccionado en lino y un lazo a la cintura. Santiago eligió un pantalón de vestir azul con tiradores bordó y prescindió de la camisa, para tener un look más canchero con una remera blanca.
La música estuvo a cargo de la hermana de Juana, Renata Repetto, y su primo acompañando en la guitarra. Tanto la mesa dulce como la torta de bodas fue un regalo de una amiga de la familia. A las 9 la fiesta terminó, para dar paso al orden del lugar, a cargo de los invitados de la autogestiva
La música estuvo a cargo de la hermana de Juana, Renata Repetto, y su primo acompañando en la guitarra. Tanto la mesa dulce como la torta de bodas fue un regalo de una amiga de la familia. A las 9 la fiesta terminó, para dar paso al orden del lugar, a cargo de los invitados de la autogestiva
La música estuvo a cargo de la hermana de Juana, Renata Repetto, y su primo acompañando en la guitarra. Tanto la mesa dulce como la torta de bodas fue un regalo de una amiga de la familia. A las 9 la fiesta terminó, para dar paso al orden del lugar, a cargo de los invitados de la autogestiva fiesta.
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