Imán Kaumann (23), la supermodelo, música argentina e hija de la diseñadora vanguardista Miuki Madelaire que deslumbra en las pasarelas de Schiaparelli, Versace y Valentino compartió los detalles de su peculiar encuentro con Lenny Kravitz.
Poco después de presentarse en los Martín Fierro de la Moda, premios en los que estuvo ternada como Modelo del Año, Imán contó todo acerca de la especial conexión que tuvo con el músico de 60 años durante su estadía en Buenos Aires.
Un llamado imprevisto logró lo inesperado. “Una amiga me dice ‘me invitaron a un asado con Lenny Kravitz’, y le dije ‘dale’”, relata la top argentina, que se preparó rapidísimo para la ocasión y simplemente se dejó sorprender por lo que compartiría con el compositor norteamericano.
“Cuando llegamos no le hablamos porque no queríamos molestarlo. Pensamos que seguramente estaría cansado de que se le acerquen fans, pero después lo vimos aburrido, y como tenía unos asientos vacíos al lado, nos acercamos a darle charla”, cuenta Imán.
¿Cómo reaccionó ante la actitud? “Se puso re contento y cuando me vio me dijo: ‘Ay, tu look es espectacular. ¿Quién sos? ¿Puedo ver tu Instagram?”, continúa la modelo. Tras pasarle al músico su celular, le empezó a stalkear todo el feed.
“Hasta llegó a fotos viejas y les hacía zoom”, señala divertida por la sorpresiva reacción de Lenny. “Me decía: ‘Wow tus looks’”. Además de interesarse por sus estilismos, la modelo cuenta que el músico remató con una comparación que fue más que un elogio. “Sos como David Bowie y encima te llamás Iman, como su esposa”.
Lenny no solo se interesó por su sentido de la moda, también reprodujo frente a ella varios videoclips de las canciones de Imán. “Me pareció súper copado y es una persona cero creída para el tamaño de artista que es”, comparte Kaumann. Y agrega: “Siento que eso es súper valorable”.
Imán Kaumann, la “DJ improvisada” a pedido de Kravitz
La hija de Miuki Madelaire también describe los detalles que tuvo en cuenta el músico durante el íntimo evento que compartió con un grupo de argentinos. “Una cosa graciosa fue que en un momento estábamos afuera y se me escapó en castellano un ‘qué frío’, porque yo soy re friolenta y enseguida dijo: “Tiene frío, ¿por qué no vamos todos adentro?”.
Ya estando indoors, Lenny le hizo un lugar en el sillón en que se sentó y le propuso que musicalizara el momento. “A ver qué tenés ganas de escuchar”, la desafíó Lenny. La modelo no sabía qué hacer soñar pero terminó poniendo lo último que había escuchado en Spotify: B-52’s, “una banda de los ochenta que a él también le encanta, así que nos pusimos a cantar y a bailar”.
La onda no se cortó allí. “Después me invitó al show y cuando me vio en el backstage me dijo: ‘The queen arrived’ (Llegó la reina)”, relata Kaumann aún sorprendida.
Para concluir, aunque los amigos le insisten con que la va a reconocer en los carteles gigantes que empapelan New York en la campaña con Ariana Grande, y hasta fantasean con que le abra algún show, la top está más que feliz con la experiencia.
“Fue hermoso conocer a un artista tan sensible y agradable como él”, concluye. Vaya uno a saber si la ciudad en la que ella vive desde casi medio año los volverá a unir con otro episodio así o más mágico.
Quién es Imán Kaumann, la supermodelo argentina más buscada por los diseñadores internacionales
Europa ya es un terreno conquistado para Imán. Desfiló para todos los grandes nombres de la moda. Enamoró al director creativo de Schiaparelli, a Donatella Versace y Marc Jacobs, que no sólo la eligen para desfilar sus diseños, sino para protagonizar campañas de alto valor.
En 2018, tres años después de sus inicios en la moda (en la agencia LO Management, de la mano de Lorena Ceriscioli), hizo en París su primer desfile internacional, fichada por Miu Miu. Tenía 18 años.
Hoy, requerida por los diseñadores más prestigiosos, vive de avión en avión, compone música, charla en los backstages con Bella Hadid, las más prestigiosas firmas le reservan un lugar estelar para lucir sus diseños y acaba de protagonizar la campaña internacional de Swarovski junto a Ariana Grande.
New York es un nuevo mercado en el que pisa en puntas de pie y está explorando, con curiosidad y audacia, desde hace cuatro meses.
–¿Cómo es para vos un día típico en Nueva York?
–Es la primera vez que vivo la experiencia de estar tanto tiempo, porque yo soy muy de extrañar mi casa y volver al toque. Lo máximo que me fui siempre fueron dos meses, capaz un poquito más. Pero esta vez dije ‘voy a intentar aguantar y quedarme lo máximo que pueda’. Cumplí cuatro meses y la verdad es que me tocó el mejor clima, porque el invierno es imbancable. Empezó a hacer mucho frío y me volví a Argentina.
-¿Cómo eran tus días allá?
–No muy distintos a estar en Buenos Aires. Las dos ciudades tienen mucha cultura. Además, como estoy muy acostumbrada a estar viajando de un lado al otro (de París a Milán, o de Milán a Korea, por caso), me adapto muy rápidamente. Pero algo que hago siempre es poner lindo mi cuarto, ya sea de un hotel o en un Airbnb, o donde esté viviendo. Cuelgo acuarelas mías, compro flores y hago todo lo que me haga sentir parte. Es casi un ritual.
En tren de derribar mitos, cuenta que, excepto que seas Gigi Hadid, con quien desfiló infinidad de veces, a las modelos no les pagan fortunas por los desfiles. “Pero es una ventana para que te vean los grandes diseñadores”, dice quien de esa forma fue fichada para protagonizar la campaña de Schiaparelli, por ejemplo.
Eso sí: aunque precisamente no lluevan los euros tras un catwalk, las marcas de lujo siempre le regalan preciados objetos. Como los bolsos Celine que ya colecciona. “Son ultra generosos y tengo como seis de esas”, detalla.
–¿Cómo son los castings hoy para una supermodelo de agenda completa?
–La mayoría de los castings por lo general son virtuales, es algo que quedó tras la pandemia. Lo que por un lado está bueno, porque no implica tanta dedicación al tener que trasladarte al lugar, entonces tenía bastante tiempo libre. Solo iba al trabajo una vez que me bookeaban, pero lo que hablábamos con mi agencia es que también esa modalidad hace que pierdas la esencia de conocer a los diseñadores en persona, lo que te puede jugar muy a favor.
-¿Por qué?
–Porque eso también me permitió conocer más la ciudad. Y al estar en pleno verano pude disfrutar un poco de los Hamptons, zona que no conocía. Es algo muy común en New York que se vayan los fines de semana allí, que queda a cuatro horas de Manhattan. Y quedé fascinada, estuve en unas playas hermosas y fui a un montón de fiestas con amigas. La verdad que viví un verano inolvidable y súper atípico. Me súper sorprendió, porque uno no suele asociar New York con la playa, y terminé disfrutando muchísimo del mar, así que fue una sorpresa súper linda.
Si bien cuenta que el mercado en New York “es mucho más comercial que en Europa”, también es más competitivo, “porque están centrados en vender y, por lo tanto, los presupuestos son más grandes”. Para cerrar, asegura que su idea es explorar todas las escenas, y destaca la buena energía que tienen los equipos norteamericanos: “Suelen ser muy agradables para trabajar y hay una cosa de amistad muy linda”.