Hace días que Adria Sheri English (46), la exbailarina go-go que a principios de este año denunció a Sean “Diddy” Combs (54) por prostituirla, viene agitando más y más polémica. La también actriz de películas condicionadas se ha convertido en una figura clave del caso que tiene a medio Hollywood en shock, no solo por las infames “break-offs” mencionadas en la famosa demanda de 114 páginas, sino también por las escandalosas "fiestas blancas".
La mujer que fue contratada por primera vez en 2004 para actuar en los eventos repletos de famosos denunció en julio al magnate de la música de forzarla a tener relaciones sexuales con algunos invitados. Su demanda –pide compensación por 50 billones de dólares– fue presentada apenas unos meses antes de que Combs fuera arrestado el 16 de septiembre, acusado de presunto tráfico sexual y extorsión a partir de un centenar de denuncias.
Los detalles de la denuncia de Adria English
Según la denunciante, además de ser coaccionada y "alcoholizada, con éxtasis de por medio", Diddy la transformó en lo que ella describe como un “peón sexual”. Según English, el perturbador pedido del llamado "Jeffrey Epstein de los famosos" fue que en las “fiestas blancas”, que el músico anfitrionaba en sus mansiones de Los Ángeles y Miami, ella vistiera un vestido negro para que los invitados supieran que estaba “disponible para encuentros sexuales”, por los cuales recibía “pagos de miles de dólares”.
La exbailarina, que asistió en varias ocasiones a las mansiones del músico en Los Hamptons y en Miami, también denunció haber sido agredida sexualmente por otros hombres mientras estaba inconsciente. “Diddy lo permitió”, afirmó contundente.
En una charla con The Daily Mail, English reveló que mantuvo una relación laboral de cinco años con el magnate del rap, durante los cuales fue objeto de tráfico sexual con los invitados. Aunque no dio nombres, afirmó haber tenido sexo con personajes famosos.
A pesar de haber pedido compensación por las exclusivas brindadas a TMZ y The Daily Mail, aceptó ofrecer su testimonio a Revista GENTE. "Quiero que admita su error, compense a los que dañó y pase el resto de su vida en la cárcel", declaró sin vueltas. English explicó que aceptó los trabajos de Diddy “porque obviamente era un evento exclusivo donde estaban Jay-Z, Beyoncé, Diddy y todos los grandes nombres”.
Los encuentros, según ella, tenían lugar en "salas separadas de la fiesta principal" (haciendo referencia a las white parties), donde recordó haber visto al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y figuras del rap como Ja Rule y Busta Rhymes.
“Diddy era un proxeneta”
“No sabía que los encuentros iban a volverse sexuales”, continuó English en diálogo con GENTE. Además de “pedirle a Dios que la acompañe en esta lucha”, señaló que cuando aceptó ser parte de estos eventos, parecían “legítimos”, y que en ningún momento el músico nacido en Harlem le hizo saber su “siniestra intención o de la necesidad de tener contacto sexual físico”.
Sin embargo, de acuerdo con los documentos del caso, English fue una de las primeras personas a las que supuestamente Combs empezó a exigir favores sexuales tras enterarse de su anterior carrera como actriz porno. Pronto, Diddy comenzó a pedirle que realizara “favores reales” para los invitados, los cuales fueron grabados en secreto, según afirma. Uno de esos amigos con quien el rapero la habría obligado a tener sexo es Jacob Arabov, el joyero de Jay-Z, LL Cool J y 50 Cent.
También aseguró que los encuentros sexuales “ocurrieron en áreas apartadas de la residencia de Diddy” y aclaró que “no todos los invitados” a la fiesta habrían estado al tanto de las presuntas actividades ilícitas que ocurrían puertas adentro.
Al enterarse de que Diddy permanecerá tras las rejas hasta el juicio, pactado para el 5 de mayo de 2025, en las últimas horas la exporno star apodada en su momento Omunique agregó: “Estoy lista. Es el plan de Dios”.
De las promesas que Diddy le hizo a Adria y el incidente con su exnovio, al fuerte relato de Cassie
A las fiestas por las que inicialmente le pagaban 500 dólares por actuación, English llegó con la "promesa" de Diddy de que, trabajando con él, “nunca más tendría que preocuparse por bailar go-go o desnudarse”.
La primera vez que English vio al rapero fue en Nueva York, en 2004, cuando acompañó a su entonces novio modelo a una audición para la línea de ropa de Diddy, Sean John. La mujer contó que antes de que fuera el turno de su ex, un hombre salió furioso de la sala donde se realizaba el casting.
Cuando fue el turno de su pareja, “pasaron diez minutos, quizás menos, y de repente la puerta se abrió y mi ex gritó: 'A la mier… con eso’”. Al llegar al ascensor, su novio le confesó que Diddy había intentado que le practicara sexo oral.
Además del de la exbailarina, otro de los testimonios clave en la causa que sigue sumando fojas es el de Cassandra Ventura, más conocida como Cassie, cantante y exnovia de Combs, que aportó un video de marzo 2016 en el que es víctima de golpes y agresión. En el material aportado, el rapero la arrastra por los pasillos de un hotel, la patea, le pega en la cara y la mete en una suite.
La también modelo afirmó que Combs organizaba con frecuencia los llamados "freak offs" en lujosos hoteles por todo el país, obligándola a participar. Según su relato, él le ordenaba "verter "excesivas cantidades de aceite de bebé sobre su cuerpo mientras la dirigía en cómo tocar a los trabajadores sexuales presentes, todo bajo su atenta mirada mientras filmaba y se masturbaba".
Los famosos en las fiestas de Diddy
Aunque English no puede dar detalles específicos sobre lo que presenció en las fiestas debido al caso judicial, le dijo a DailyMail.com que vio a “Diana Ross, y a su hijo Evan, que era menor de edad". También mencionó haber visto a Paris Hilton y al reverendo Al Sharpton. “Todavía me pregunto por qué estaba allí”, comentó.
Cabe destacar que, aunque muchas celebridades fueron fotografiadas en las opulentas white parties, no hay confirmación de que estuvieran involucradas en el presunto tráfico sexual.
Por su parte, el equipo legal de Diddy negó categóricamente todas las acusaciones, sosteniendo que son falsas. En su comunicado, afirmaron: “No importa cuántas demandas se presenten, eso no cambia el hecho de que el Sr. Combs nunca cometió agresión sexual ni estuvo involucrado en tráfico de personas”.
Mientras el acusado que ya cumplió tres semanas tras las rejas cree que se trata de "una conspiración gubernamental", su defensa insiste en que se trata de una campaña para desprestigiar al artista, influir en la opinión pública y negarle a Combs "el derecho a un juicio justo".
Arte de portada: Darío Alvarellos y Silvana Solano.
Fotos: archivo Atlántida, Fotonoticias, TMZ y gentileza Adria English.