Enviada especial a Mar del Plata
Lejos del personaje humorista que supo construir muy bien en la última década, Grego Rosselló se acomoda en una reposera y pone los pies en la arena del parador de Helena Beach. Tranquilo, sin apuro y con predisposición desanda en algunos de los hitos que lo llevaron al lugar que se ganó en la última década a fuerza de un trabajo casi obsesivo.
Apenas minutos después de las 8 de la mañana, horario en el que termina Paraíso Fiscal, uno de los programas de la exitosa temporada de verano de OLGA en la que oficia como co-conductor junto a la China Ansa, el influencer se abre por completo a una charla profunda.
Con varios éxitos laborales encima, aún por momentos duda de él mismo y por eso repasa su últimos grandes logros: su incorporación al canal líder de streaming, su reciente entrevista con Ryan Reynolds y Hugh Jackman y un Movistar Arena sold out con La Nona Big Night.
Con gran consciencia sobre su estilo de vida, se anima a reflexionar: "Mi vida suele llevarme un poco a estar dentro de un tupper". Es por eso que el desafío de hacer un programa de actualidad lo empujó a mostrar una faceta mucho más seria y formal. Además, por el gran compromiso que conlleva hacer un programa en la primerísima hora de la mañana del canal, se vio casi "obligado" a dejar de salir tanto de noche y empezar a abandonar al "Grego fiestero".
Así es el verano de Grego Rosselló en OLGA
—¿Cómo te encuentra este inicio de temporada de verano en OLGA?
—Para mí es todo nuevo. Me había tocado hacer temporada en la costa, pero es mi primer verano con OLGA. Yo amo Mar del Plata porque vine mucho acá; fue donde hice muchos shows en mi comienzo. Hace 10 años que vengo todos los años. Tenía ganas de venir. Aunque la gente piensa lo contrario, soy bastante workaholic. Me gusta la idea de estar en la playa, pero haciendo algo. Si estoy un mes sin hacer nada, me vuelvo un poco loco... Lo he intentado y no puedo.
—No sos de esas personas que pueden estar una semana sin celular, imagino...
—Me encantaría, pero no puedo...
—¿No podés o no querés?
—No, no me lo permite mi psiquis. Hoy me podría permitir unas vacaciones, pero funciono mejor laburando. Me gusta este mix. Ahora estoy arrancando muy temprano... Es nuevo el horario y el formato. Paraíso Fiscal tiene la responsabilidad de informar. Es re lindo cómo la gente nos mira y nos busca para eso. Con Chinita Ansa estamos co-conduciendo y pegué una onda bárbara. Tania es la referente de Paraíso porque quedó del equipo anterior y Sofi Carmona es buenísima. Se armó un equipo muy lindo y estoy ante una novedad.
Del humor a la actualidad: un cambio de perspectiva
—Se te asocia más al humor, ¿cómo te encontrás en este programa más informativo?
—Tenía dudas de aburrirme yo. Puede ser medio egoísta, pero considero que es fundamental que te entretenga donde estás. Lejos de eso estoy: no me aburro y me interesa. Mi vida suele llevarme un poco a estar dentro de un tupper, la verdad, porque laburo más de noche o porque estoy estudiando a mis invitados de Fernet con Grego y muchas veces no estoy tan presente en ciertos temas. Estar en un programa informativo te obliga a leer el diario todos los días y evitar fake news. Me gusta estar a la altura y me encanta. Siento que está bueno para mí y que la gente me vea haciendo otra cosa.
—Estás más empapado en la actualidad, ¿qué tema te está llamando la atención?
—Me parece fundamental saber lo que está pasando en Venezuela. Asumió Maduro, que no fue electo porque no presenta las actas... En un país como Argentina, que tiene un montón de venezolanos familiares o amigos que la están pasando mal, de repente estar siguiendo este tema todos los días está bueno. Hay un gendarme argentino que está allá y no se sabe nada de él. Son cosas que en la vorágine podemos obviar. También hay incendios en la Patagonia... También tenemos los temas políticos de todos los días de nuestro país entre Milei y Villarruel... Estar inmerso en nuestro contexto me parece importante.
—¿Antes no lo estabas?
—Hago una autocrítica de mi parte por haber estado más alejado, pero agradezco que este programa me hace estar más presente...
—Hay muchas personas que evitan hablar de estos temas para no ser encasillados...
—Siento que es la fácil. Ojo, no lo digo por nadie en particular ni estoy tirando un palo. Estamos en un país —o un planeta— lleno de tantas injusticias, y no querer enterarte de las malas es la opción más fácil. No te digo tampoco que hay que estar martirizándose todo el día mirando el noticiero. Estamos en un momento de individualismo extremo. Meterse e involucrarse está bueno.
—¿Hay algo difícil en meterse en estas temáticas?
—Tiene una pata complicada porque cuando hablás de actualidad o política y te pronunciás, se te ve la manera de pensar. Hacerse cargo también es importante. Hay cosas del actual presidente que comparto y otras que no. No hacerme el boludo es importante. Por ahí me bardean por decir esto...
—¿En qué cosas sí estás a favor?
—Yo creo que es un país que necesitaba que alguien ataque la inflación. Siento que no hay ideología que pueda ir en contra de querer que no haya inflación. Tengo 33 años y desde que tengo uso de memoria vivo en un país con una moneda devaluada. Después hay cosas que no comparto, como el no aumento presupuestario de los fondos de las universidades o cómo se ha pronunciado en temas de feminismo. Siento que vivimos en un país con el que tenés que estar del todo de acuerdo con alguien: bancás o no bancás. Esto no es un River-Boca. Yo le voy a desear lo mejor a quien gobierne por el futuro de todos. Paraíso Fiscal me obliga a tener estas charlas, pensarlo y opinar.
De historiador a comediante: los inicios de Grego Rosselló
—Sos historiador, no sé si muchos lo saben...
—Es algo que escondo un poco porque atrás de eso se vienen muchas preguntas. Yo estudié y me recibí a los 22 años...
—¿Estabas en el colegio y definiste de una ser historiador?
—Fue mucho antes... A los 8 años me compré una máquina de filmar. A los 13 años hice una película de Malvinas donde hice de un niño inglés. Me enamoré de actuar y de estar frente a una cámara. Pasé por Cris Morena, hice de árbol... Siempre fracasando... Llegué al quinto año y temía estudiar algo que me definiera el resto de mi vida como estudiar derecho y ser abogado.
—¿Y cómo llegaste a ser historiador?
—Viví en Estados Unidos cuando fui chico y ahí la gente suele estudiar una carrera sin pensar en los fines prácticos. Se estudia una carrera de grado para nutrirte y un posgrado para definir lo que querés hacer. Eso hice: estudié una carrera porque me interesaba, pero no quería ejercer. En el medio de eso descubrí el stand up, me acerqué a la comedia, empecé a hacer videos en redes sociales y mi vida va para lo que me tiraba más: estar frente a cámara.
—¿Cómo se dio el fin de la carrera y el comienzo del otro trabajo?
—Se da casi en simultáneo... Yo era medio Hannah Montana. Hacía artes dramáticas por la mañana en el IUNA, la carrera de historiador por la tarde y los shows de stand up por la noche. Gran parte de mi vida estaba abocado a las cámaras. Siempre hice muchas cosas y mis problemas son más cuando estoy solo y quieto porque aparecen mis fantasmas... Arranqué haciendo shows a la gorra, pero me empezó a ir bien y no tuve que elegir entre las carreras.
—¿Tus papás opinaron de este cambio rotundo?
—Mis viejos son unos capos. Tengo 5 hermanos: una asistente social, un director en la academia de tenis, uno se está dedicando a la música y el más chico aún no sabemos qué va a hacer porque tiene 15. Mi mamá es psicóloga y mi papá asesor financiero... Ellos nos dieron la posibilidad de hacer lo que quisiéramos, pero con la presión de tener que estudiar. Fueron los que promovieron que siempre que empiezo algo lo tengo que terminar. Así también soy hoy con mis formatos porque si hago algo lo quiero cerrar bien. Algunos dudaban un poco de mí y mi participación en Paraíso Fiscal porque tenían miedo de que viniera de gira...
—¿Te cansa ese mote de ser el fiestero?
—Tengo un lugar de banana... Yo me tengo que hacer cargo de que es algo que construí. Hay pibardos que me siguen y me sirve eso. Me divierto, pero tengo claro que no soy sólo eso. A mí me gusta salir, me divierte el VIP del boliche, la joda, pero me gusta tener esta charla, las dos carreras que estudié y poder hacer un formato como Paraíso Fiscal. Vamos más de una semana, creo que lo estoy haciendo bien: me duermo a las 10 de la noche...
—¿Hay una parte de vos que tenés que obligar a comportarte así?
—Sí, obvio. Algunos de los chicos de repente hacen algo de tarde y me voy antes. De todos modos, en 2023 yo no salí por un año para ganar una pelea (se refiere a su participación en Párense de manos). Me preparé, me subí al Luna Park y gané. Está en mi personalidad ponerme desafíos.
—¿Responde a la lógica de tus papás de tener que empezar y terminar?
—Exactamente. Si lo hago, lo tengo que hacer bien. Siento que la vida es corta y quiero tener desafíos. Me gusta ser el manija del boliche y ser el periodista informativo a las 6 de la mañana. Me gusta tener esas vidas distintas. Después puertas adentros me estreso y hago un montón de terapia.
El balance por sus 10 años de carrera: lo que consiguió y lo que le gustaría a futuro
—¿Cuántas sesiones de terapia hacés por semana?
—Hace poco volví a dos por semana. Siento que lo necesito porque es un laburo que te demanda acción terapéutica.
—¿Por qué?
—Porque sube y baja de forma constante. Ahora siento estar en un momento muy alto y lindo, pero por ahí no me lo creo. Me cuesta, sigo teniendo fantasmas... Este año cumplo 10 años de lo que mucha gente pensó que iba a ser una moda.
—¿Ese aniversario te lleva a hacer un balance?
—No... Estoy tratando de que me ayude a relajar. Siempre tuve mucho laburo y vivo de lo que me gusta. Yo quería vivir del arte y ahora me pagan un montón de plata por hacer acciones. Durante mucho tiempo moría por estar en OLGA y no se me daba. De repente pienso que vivo en una torre en Palermo que quería, manejo el auto que quiero, puedo darle un mano a mi familia y amigos... Hay que hacer el ejercicio de recordarlo porque te olvidás muy rápido.
—¿Responde al dicho de que algunos se le sube la fama a la cabeza?
—Creo que eso me pasó de chico, pero hoy siento que no. Sí se te sube esto de normalizar... El año pasado entrevisté a Ryan Reynolds y Hugh Jackman , hicimos un Movistar Arena con La Nona y lo cerré entrevistando a Djokovic... Me permití de a ratos no estar tan conforme... Ahí me digo: no seas desagradecido. Uno mira para arriba siempre...
—¿Quiénes son los que te bajan a tierra y te hacen ver todo lo que hiciste?
—Yo creo que mis amigos porque son los mismos que siempre. Mi familia y mis viejos están siempre. Mi psicóloga, mi mánager está siempre para poner el oído y también yo me hago un auto-análisis.
—¿Te preocupa algo a futuro?
—Sí, de 100 pensamientos tengo 80 que son re piolas y 20 son muy intrusivos... Luchar contra esos miedos es clave. Hoy me preocupa todo mucho menos porque no pienso más de acá a 10 años. Hoy pienso qué quiero hacer este año...
—¿Qué te gustaría?
—Me encantaría entrevistar a Biza, a Lali y a Colapinto, por ejemplo. Quiero viajar con Disney... Quiero volver a los shows y a mis bases. Quiero volver a estar en bares.
—¿Sale un Grego a la gorra?
—¡Sí! Obvio... Siento que la profesión me lo demanda. La conducción me llevó a estar solo con el entrevistado. Si saco un show a la venta va venir gente pero no sé si meto la gente de antes. Hay algo de empezar de cero y hoy me entusiasma.
Su ideal de familia y la posibilidad de formar la propia
—Se te nota mucho más tranquilo y asentado...¿fantaseás con formar una familia?
—Yo creo que vengo de una familia hermosa... Mis viejos se conocieron a los 20 años, tuvieron 5 hijos y siguen juntos...
—Tenés la vara muy alta...
—Tengo un ideal de familia muy alto... Me gustan los niños... Hace 5 años te hubiese contestado que sí iba a formar una familia, pero hoy empiezo a permitirme que quizás no pase. Quiero y tengo ganas, eh. Veo en retirada esta cosa del "Grego que se la pasa saliendo". No me obligo a que pase. Si se da es genial, pero si no pasa está todo bien. Hoy tengo en claro que mi pareja es mi carrera... Es a lo que más tiempo le dedico... Sí empiezo a darme el lujo de que no sea mi vida. En los últimos años fue mi viDa.
—Y un pequeño vaivén laboral podía darte vuelta...
—Sí... Hoy puedo entender que un buen año es si puedo estar presente para mi familia y que me gustaría estar más cerca de mi hermano más chico... Antes mi balance eran los números de visualizaciones o entradas vendidas.
—¿Ese cambio de perspectiva se dio por hacer terapia o porque tu familia te reclamara?
—Creo que es un poco de todo, pero principalmente de que no me haya ido tan bien en algún momento. Algunos pueden decir que lo digo desde un lugar de privilegio... Yo estuve no quedando en casting y solo queriendo ser un teen angel... Hoy tengo la suerte de que muchos sean amigos y laburar a la par. Genuinamente en este presente pienso que eso es importante pero no lo más importante de todo...
Fotos: Rocío Bustos.
