Como todos los 8 de cada mes, Benjamín Vicuña homenajeó a su hija Blanca y lo compartió con sus seguidores a través de sus redes sociales. En esta ocasión, el actor chileno mostró un nuevo retrato de la pequeña fallecida en 2012.
Sin explayarse demasiado –a veces las palabras sobran–, Benjamín subió una historia de Instagram donde mostró un retrato inédito de su hija en tonalidades blancas y grises, que tiene en una de las mesadas de su casa, rodeada de velas, con una corona encima y un rosario atravesado.
Así, con el corazón a flor de piel, Vicuña recordó a su primera hija, fruto de su relación con Pampita, quien este 2023 hubiese cumplido 17 años.
A once años de la tragedia que marcó a Benjamín Vicuña y a Pampita para siempre
El '8' es un número muy especial para la familia de Pampita y Benjamín Vicuña. Es que el 8 de septiembre de 2012 su hija mayor, Blanca Vicuña, falleció y desde ese momento todos los meses mantienen vivo el recuerdo de la pequeña.
En agosto de 2012, Pampita y Vicuña junto a sus tres hijos mayores, Blanca, Bautista y Beltrán, viajaron de vacaciones a la Rivera Maya. Unos días después, la niña -quien tenía 6 años en ese momento- contrajo una bacteria fatal.
El 30 de agosto, Blanquita quedó internada en Santiago de Chile y nueve días después, el 8 de septiembre, murió.
Benjamín Vicuña reveló el juramento que hizo el día en que murió su hija Blanca
En el libro Blanca, la niña que quería volar se encuentra un relato del duro momento por el que pasó Benjamín Vicuña y su por entonces esposa, Pampita, producto de la muerte de la única hija mujer que tuvieron juntos. A lo largo de las diversas páginas, el actor hizo un duro relato que logró conmover a quiénes leen el libro publicado por editorial Planeta en el que cuenta detalles inéditos de lo que ocurrió en torno a esta triste pérdida.
“Me juré sobre la tumba de mi hija que todos los días 8 no iba a trabajar. Y ahora en esos días, como en tantos otros, trabajo de sol a sol. Me juré que los cumpleaños de Blanca, los 15 de mayo, me los iba a regalar para mí. Y en esa fecha estrené no sé cuántas obras. La vida me pasa por encima. Esto sucede en parte porque soy ‘trabajólico’, y también porque pareciera que no puedo reservarme zonas sagradas. Eso me duele. En ese momento también dije que jamás iba a volver a hacer escenas en un hospital, y las hice y las voy a seguir haciendo porque son parte de mi trabajo y de la vida. Ninguno de esos juramentos y jamases los pude sostener”, reveló.