Luis Miguel (53) se encuentra en los Estados Unidos brindando una serie de conciertos. Tras presentarse el 8 de octubre en New York, este 13 de octubre se presentó en el Kaseya Center de Miami y, a través de sus grandes hits, hizo que todos los asistentes se levanten de sus asientos y vivan una noche memorable.
Después del show, contento con el éxito de la velada, el artista se bajó de su auto para acercarse y saludar a las decenas de fans que lo estuvieron esperando en la puerta durante horas.
Amable, entregado y con la mejor de sus sonrisas, Luismi se quedó un rato tomándose fotos y firmando autógrafos. Sin embargo, el clima cambió cuando uno de sus guardaespaldas tuvo un gesto al que él reaccionó de inmediato.
Es que el miembro de seguridad, cuyo trabajo es cuidar y estar pendiente de que nadie se sobrepase o haga algo indebido o incómodo con el artista, no habría actuado del todo bien con una de las fanáticas, a la que le quitó la mano de una forma muy poco agradable.
La reacción de Luis Miguel ante el accionar de su guardaespaldas
Al ver esta situación en la que el seguridad fue descuidado con la mujer, el cantante quitó el brazo de su guardaespaldas con seriedad, no permitiendo que se dirija así a sus fieles seguidores en un acto -sin dudas- de defensa, agradecimiento y amor por quienes siempre apoyaron su carrera.
Durante esta última gira, Luis Miguel se mostró mucho más cercano a su público tanto arriba del escenario como fuera del mismo. Dándoles la mano e incluso bajando a la primera fila para saludar.
Y este sábado 14 de octubre, según periodistas locales, el artista mexicano estará en La Toscana para asistir a la boda de su hija mayor, Michelle Salas, quien se va a casar con el empresario venezolano Danilo Díaz en una celebración que durará tres días.