Emilia Claudeville: sus comienzos en Buenos Aires, por qué se alejó de la tele y su gran presente como actriz – GENTE Online
 

Emilia Claudeville: sus comienzos en Buenos Aires, por qué se alejó de la tele y su gran presente como actriz

En diálogo con GENTE, la joven de 35 años recuerda sus inicios en el modelaje, habla de su paso por Duro de Domar y cuenta su pasión por la actuación.

Nació en San Juan, pero a los 16 años decidió volar. Viajó hasta Buenos Aires pensando en la danza como su norte, pero se topó con algo inesperado: el modelaje. Y, entonces, su vida cambió para siempre.

Pasaron 19 años desde aquel momento, y mucha agua debajo el puente. Ahora, consagrada en la gran ciudad, Emilia Claudeville (35), una de las figuras de Multitalent Agency, posa para la fotógrafa de GENTE, quien le da instrucciones en el estudio.

Ella se muestra cómoda y radiante, y está dispuesta a hablar de todo: sus primeros pasos en la televisión y la decisión de apostar a su carrera como actriz, entre otras cosas. Y también de Reverso, la obra que protagoniza junto a actores de la talla de Carla Peterson y Marco Antonio Caponi en el Paseo La Plaza.

Emilia vivió en San Juan hasta los 16, cuando se la jugó y vino a Buenos Aires.

-¿Qué recordás de tus primeros pasos en Buenos Aires? 

-Desde que arranqué a los 16 no paré de trabajar, primero como modelo, después quedé a los 18 seleccionada como conductora de un ciclo que se llamaba FTV mix, que era un programa de música. Esa fue la primera vez que le puse voz a esa modelo. Cuando empecé a hablar me di cuenta que me entusiasmaba más hacer lo que tenía que ver con tener algo que contar, que solamente el trabajo que venía haciendo como modelo.

-¿Y qué pasó?

-A partir de eso, estuve dos años viajando con Fashion TV, me mandaban a distintos lugares espectaculares del mundo. Era un programa de mini documentales sobre bandas o artistas de distintos lados del mundo, fui a Liverpool por los Beatles, fui a Seattle por Nirvana, viajé un montón.

Claudeville comenzó en el modelaje, pero hoy se luce en la actuación.

-¿Entonces?

-Cuando volví, mi carrera como modelo venía en ascenso, y apareció la oportunidad de entrar a Duro de Domar (El Nueve) a hacer un reemplazo. Me probaron a mí y a un par de chicas más y resulta que me terminé quedando. Trabajé como panelista, entré con 23 años y me quedé hasta los 27, estuve 4 años haciendo un programa en vivo todas las noches.

-¿Qué recordás de esa experiencia?

-Ahí pasaron cosas, yo no era la misma Emilia que vino de San Juan a los 16, tenía cosas para decir, para aprender, para preguntar, y en Duro de Domar encontré un espacio donde me hacía escuchar.

Claudeville asegura que en Buenos Aires dejó de ser la misma Emilia que vino de San Juan.

Emilia Claudeville y su permanente búsqueda en la actuación

"A medida que vas creciendo, aparece la necesidad de no hacer nada si no estás muy preparada, que siento que es en el momento en el que estoy ahora", reflexiona Emilia en diálogo con GENTE.

-¿Y cómo te sentís?

-Estoy trabajando como actriz, que mi formación está en la danza y la actuación. Siento que este presente tiene más que ver con un momento de estar preparada para esto que estoy viviendo ahora. Es un momento en que estoy viendo las cosas que están pasando en relación a las decisiones que tomé, a los "no" que dije. Cuando yo estaba en Duro de Domar me empezaron a llover propuestas para conducir programas y tuve que decir que "muchísimas gracias, pero no", y ser un "sí" a mi actriz que me estaba pidiendo pista. 

-¿Sentías la necesidad de ir por el lado de la actuación?

-Yo estaba en un lugar donde sentía que, más que nutrirme, me estaba desgastando. Era muy desafiante para mí Duro, yo no iba así nomás, tenía que interiorizarme en un montón de temas, para tener algo que decir o algo que preguntar. Entonces me estaba tomando mucho tiempo físico, mental, intelectual, y era tiempo que no le podía poner a mi actriz…

Claudeville asegura que su paso por "Duro de Domar" le sirvió como una vidriera.

-¿Sentís que Duro de Domar te sirvió en tu carrera?

-Fue una vidriera muy importante, en todo sentido, porque no sólo es que me llegaban propuestas para conducir, sino también me empezaron a llamar para filmar, me acercó a la actuación. Cuando me di cuenta que estaba esa posibilidad, dije, "ok, es el momento, tengo que hacerme cargo de mi actriz, no puedo hacer todo". Hoy lo agradezco, pero fue un momento complejo, de decisiones, porque estaba ese peso de "tenés que aprovechar todas las oportunidades que se te dan". Y yo no podía más, estaba haciendo dos programas al aire y también buscaba mis tiempos para hacer castings… Aprovechar el momento al máximo se te puede volver un poco en contra y hoy elijo preservarme a mí en todo sentido y poner la energía y el compromiso en lo que más me importa.

-¿Volverías a trabajar en tele o es algo de tu pasado?

-No, no es algo del pasado, no estoy enemistada con nada de lo que hice. La tele es un lugar en el que me desenvuelvo cómodamente, entonces no puedo decir que no lo haría más. En Duro de Domar yo di todo, y creo fervientemente que, cuando una hace algo con una entrega total, como yo la hice en ese momento, esa experiencia es muy transformadora… A mí me transformó, yo entré siendo una y salí siendo otra, con sus momentos más luminosos y sus momentos más oscuros. Definitivamente, la experiencia de Duro de Domar es una experiencia que yo agradezco.

Claudeville sostiene que los actores tienen "pocos espacios" para trabajar en la Argentina.

-¿Fue fácil apostar por la actuación?

-Fueron años donde la apuesta a eso fue una apuesta difícil, porque todavía en Argentina hay una gran tendencia de "hijos o hijas de…", sobre todo en mi generación. Entonces son muy pocas las posibilidades que una de que te den un protagónico. Fueron tiempos de hacer muchos castings, y por lo general fui quedando en distintos papeles de amiga de…, hermana de…

-¿Por qué creés que pasaba eso?

-Todavía siento que acá somos muchas actrices y actores con muchos deseos de trabajar y muy pocos espacios. Siento que ahí hay una gran batalla que todavía la estoy dando en ese sentido. El teatro, en este momento, es un espacio muy importante, por suerte Buenos Aires es un foco teatral, de los más importantes de Latinoamérica. Entonces, así como te digo lo malo de ser actriz en la Argentina, te digo lo bueno: la gente sigue yendo al teatro a pesar de la crisis que hay.

El presente de Emilia Claudeville en el teatro

-¿Qué podés contar de la obra que estás haciendo actualmente?

-Reverso, ¿qué es real y qué no? fue una especie de excusa para hacer ficción, con la temática del metaverso. Por supuesto se toca la temática de la realidad virtual, pero desde un lugar que no es de bajar línea, sino que dice que la tecnología definitivamente es la plataforma donde hoy exorcizamos todo. Todo lo que nos pasa en esta realidad de carne y hueso, lo transmitimos en la realidad virtual. Y también lo que nos pasa en la realidad virtual nos modifica en esta realidad. Entonces yo creo que hay un limbo ahí, para mí hay algo en medio de la realidad virtual y la realidad real, que todavía la usamos mucho, pero no sé cuántas ficciones, cuántas obras hablan sobre este tema. 

-Imagino que jugaron un montón hasta llegar a lo que hacen arriba del escenario...

-Sí, la obra estaba escrita por Matías Feldman, que es el director y dramaturgo de la obra, pero él escribió el texto una vez que ya teníamos el elenco casi cerrado. Entonces, fue un proceso muy interesante también. El texto es absolutamente de él, pero nos dio mucha posibilidad de ser actores creadores, no es que te da algo y te dice cómo hacerlo. Yo hago un personaje, Rosetta, que tengo mucho texto y toda la propuesta de cómo es, cómo lo dice, cómo se mueve, fue absolutamente mía. Eso está buenísimo, eso lo habilita el director, y somos todos actores creadores. Aparte, es un elenco soñado, encabezado por Carla, que es espectacular.

Reverso, ¿qué es real y qué no?, la obra que está haciendo Emilia Claudeville.

- ¿Cómo es trabajar con alguien que tiene tanta trayectoria como Carla Peterson?

-Mucho oficio, muy profesional, muy amorosa. Está siendo una experiencia hermosa trabajar con ella. Mucho para aprender de ella en cuestión de técnica actoral y en cómo manejarse en el oficio. Tiene la energía justa para tomarlo con seriedad pero sin ser solemne. De hecho, tiene mucho sentido del humor y yo me identifico mucho, tenemos un sentido del humor medio parecido, donde podemos reírnos mucho de nosotras mismas y eso está buenísimo.

-¿Y cómo es trabajar con tu pareja, Matías Feldman?

-Es la primera vez que trabajamos juntos, está siendo un proceso muy bonito entre nosotros. No es que vamos y venimos juntos, el trabajo del director tiene sus tiempos, sus modos. Él estaba en su mundo y yo, como actriz, en el mío. Sin esforzarnos tanto, pasó que cada uno tuvo su proceso individual dentro de este proceso, no es que fue un proceso de pareja. Indefectiblemente esto repercute, porque estás compartiendo en un territorio más… Pero yo a Matías lo admiro mucho y lo respeto mucho profesionalmente, entonces trabajar con él para mí fue algo del orden del entusiasmo.

Matías Feldman, pareja de Emilia, es el director de la obra.

-¿La propuesta fue de su parte?

-Él me invitó a ser parte, y con mucha claridad quiso que me quedara tranquila que me estaba convocando porque conoce toda mi formación y mi seriedad para trabajar. Y también esto de "quiero hacer una obra comercial y es una oportunidad para mostrar un poco lo que hacés". Me dijo "quedate tranquila que yo no haría nada que no esté 100% seguro que es la mejor decisión para mi obra y vos sos la mejor decisión para mi obra". Esto me lo dijo ante el miedo o la inseguridad que me podía llegar a agarrar, por decir "no quiero que me estés convocando por ser tu novia". Entonces, esa claridad estuvo desde el inicio, que permitió que yo pueda desplegarme sin rollos.

-Una última pregunta, que ya la fuiste contestando, ¿Cuál es la versión de Emilia con la que te sentís más cómoda hoy? ¿Actriz, modelo, bailarina o panelista?

-Soy todo eso… hoy quizás la actriz está por delante de las otras, pero también siento que la actriz está pudiendo ser lo que es por todas las otras que están ahí. Yo creo que mi actriz no sería tal cosa, sin todas las otras experiencias y herramientas. Podría decir que abrazo a todas mis facetas y las pongo a disposición para lo que venga.

Fotos: Miranda Lucena.
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía.
Maquilló: Irene Arcieri (@irearcieri).
Peinó: Cristina Cagnina (@cristinacagnina) para Cerini (@cerininet).
Looks: Kostüme, Sadaels, Limido, Why Donna y Lu Boloque

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