Cuando surgen rumores o se comprueban sucesos extraños dentro de la realeza, la información sale a la luz e incluso se convierte en serie de ciencia ficción.
Si bien es cierto que la corona real holandesa no cuenta con tantos exabruptos, no se encuentra exenta de haber protagonizado varios escándalos familiares.
El príncipe Bernhard junto con la reina Juliana tuvo cuatro hijas: las princesas Beatriz, Irene, Margriet y Christina. Sin embargo, a comienzos de los años 2000 se conoció que el príncipe tenía dos hijas ilegítimas con mujeres diferentes.
Una de ellas es Alexia Grinda-Lejeune, hija de la modelo Hélène Grinda y la otra es Alicia von Bielefeld, hija de una mujer estadounidense con identidad desconocida.
Otro matrimonio envuelto en la polémica fue el de la princesa Margarita y Edwin de Roy van Zuydewijn.
Un año después del escándalo de Bernhard, en 2001, el empresario quedó desacreditado tras acusar al Servicio de Información del gobierno de espionaje, lo que luego se comprobó que era cierto.
Dos años después de dicha polémica, en 2003, el príncipe Friso y Mabel Wisse Smit anunciaron su compromiso, lo que generó una gran polémica nacional porque Mabel había sido vinculada al narcotraficante Klaas Bruinsma. Circularon rumores de que los dos habían estado en una relación romántica.
A raíz de la disconformidad de la realeza con la relación, Friso renunció a su derecho a la sucesión al trono y se casó con Mabel.