Diego Leuco sorprendió al contar su dramática experiencia durante sus vacaciones en Dubai a principios de 2019. El periodista narró una compleja situación relacionada con el alquiler de una Ferrari, hecho que terminó en demanda.
“Unas vacaciones, me fui a Dubai y dije: 'Me voy a dar todos los gustos'. Estaba obsesionado con que, alguna vez en mi vida, quería manejar una Ferrari", comenzó su relato el conductor de Antes que nadie (Luzu TV) al confesar uno de sus mayores sueños.
En ese sentido, en los Emiratos Árabes Unidos, lugar característico por la ostentación y los automóviles de alta gama, Leuco señala que se le presenta la oportunidad: "En un momento, caminando por las calles de Dubai, me encuentro una Ferrari estacionada en la puerta de un centro comercial”.
Es entonces cuando le consulta al propietario para alquilar el vehículo, y negocia el monto: la condición para llevarse la Ferrari era que debía entregarle el pasaporte al empleado. Sobre esa línea, el periodista señala que fue tanta la emoción que ni lo pensó dos veces.
“Le di mi pasaporte, yo pensando que iba a anotar algunos datos. Pero lo guardó en el cajón. ¿Cómo podía dejar mi pasaporte a un señor que no conozco? Estoy loco. Pero di media vuelta y me subí a la Ferrari”, contó entre risas la historia que en ese entonces lo hizo llorar.
La estafa que sufrió Diego Leuco en Dubai
Luego de que el periodista inspeccionase el vehículo, tal como lo había solicitado el empleado, para confirmar que no hubiera ningún daño y lo devuelva en las mismas condiciones, Diego menciona que se sube y se va con el auto.
“No tenía nada. Al día siguiente, fui a devolverlo. El tipo mandó a alguien que no era él a revisarlo, y cuando regresó hizo un gesto negativo y me dijo que estaba rayado”, remarca Leuco con sorpresa, sobre el inicio de su drama en el país árabe.
Y explica: “¿Sabes cómo la cuidé? Era como la parte inferior del chasis, que va pegada al suelo, y obviamente estaba rayado. Pero el tipo tenía un video mío revisando la Ferrari y una foto mía pasando justo por ese lugar”.
Fue entonces cuando el árabe le dijo que debía pagar un dinero por el supuesto daño. Sin embargo, el periodista y conductor terminó reaccionando con indignación: “Me dijeron que eran dos mil dólares. En un momento de enojo, golpeé la mesa y se rompió un pedazo. Y el hombre empezó a llamar a la policía, y yo me puse a llorar. Le decía que: 'Es mucho dinero en mi país'”.
En medio del dramático relato, Leuco señala que, a pesar de la queja y el llanto, el empleado no se conmovió para nada y le siguió exigiendo el pago hasta que el periodista cede y decide negociar la "multa".
Finalmente, tras llegar a un acuerdo en medio de la estafa en Dubai, Leuco confiesa: “Arreglé pagar mil dólares. Lo pagué con tarjeta y me devolvieron el pasaporte. Cuando regresé a Argentina, llamé al banco, informé sobre la estafa y dije que desconocía la compra”.
En un principio, Diego admite que pensó que de esta manera había solucionado el problema y que recuperaría el dinero. Aunque, nunca pensó que esta acción de desconocer la compra le generaría más gastos, ya que el problema no quedó ahí.
“Cuatro meses después, recibí una carta en árabe y el banco también. Lejos de hacer un buen negocio con la tarjeta, perdí, porque para el momento en que tuve que pagar, en Argentina todo había subido considerablemente y terminé pagando mucho más caro”, concluyó la historia con un final para nada grato.
