Diane Warren, una de las compositoras más exitosas de la última década que supo conquistar el género romántico, ha escrito nueve canciones número 1 y 32 éxitos top 10 en el Billboard Hot 100. Así, la reina de las baladas de los 90 supo estar en el podio en la industria de la música por 40 años: recibió 14 nominaciones a los Oscar y un premio honorífico, ganó un Grammy, tras 15 nominaciones, es acreedora de un Emmy y fue dos veces galardonada con los Globo de Oro. Sus canciones han aparecido en más de 100 películas.
Sin embargo, la compositora de 66 años ha reconocido, en más de una oportunidad, que aunque muchos la consideren una eminencia en la composición de canciones románticas, nunca ha estado entre sus planes encontrar pareja. Y dejó entrever más allá de ser artífice de las mejores canciones de amor de los últimos tiempos nunca se ha enamorado.
“No quiero dormir con alguien respirando al lado, solo con mi gato [Rabbit] ronroneando”, le contó al periodista Scott Feinberg durante la entrevista que le hizo para su famoso podcast sobre los Oscars, Awards Chatter, en 2019.
Tras recibir, de manos de su amiga Cher, su primer Oscar en reconocimiento por su trayectoria, Warren bromeó sobre su desinterés por estar en pareja: “Mamá, ¡por fin he encontrado a un hombre! Sé que querías un buen chico judío, pero es difícil de encontrar".
En una de las tantas entrevistas que dio, la estadounidense confesó que varias de sus baladas no están inspiradas en el amor más puro de una pareja, sino en el gran amor que recibió de su padre o historias de amigos. “No soy alguien que escriba de su vida porque eso sería muy aburrido. Mis canciones son muy abiertas. Pueden entenderse en un millón de direcciones diferentes”, aseguró en una de las tantas entrevistas que dio.
Los inicios de Diane Warren, la reina de las baladas
Diane Warren nació en Van Nuys, el distrito más importante del valle de San Fernando, en Los Ángeles, en una familia de clase media -su padre era vendedor de seguros y su madre, ama de casa-. Era la más pequeña de tres hermanas y descubrió su vocación musical a los siete años.
En la adolescencia consiguió que su padre, el único que la apoyó y motivó a seguir sus sueños, le regalara una guitarra y la inscribiera a clases de música. Solo fue a una. Después de la primera, el profesor se reunió con el padre de la compositora y le dijo: “Su hija no tiene futuro en la música”.
Sin embargo, Warren siguió tocando y aprendiendo a componer de manera autodidacta durante su adolescencia. Aprovechaba cada oportunidad para desenvolverse en la música, por lo menos así dan fe las instituciones educativas por donde pasó la multipremiada compositora. Es que las salas de piano de la Universidad Pública del estado de California, en Northridge, se convirtieron en su casa en los años en los que estudió allí, donde aprovechó para desarrollarse con el instrumento que se convertiría en su principal herramienta de trabajo.
Luego, al terminar sus estudios y con una serie de canciones en mano, consiguió su primer trabajo en la industria musical, dentro del equipo de autores que componían para el productor musical Jack White -no el de los White Stripes, otro que se llamaba igual, aclara siempre-.
Su primera tarea fue escribir la letra de la versión anglosajona de "Solitaire" (1983), una canción francesa que se convirtió en el primer sencillo del segundo disco de Laura Branigan, que ya había triunfado con su versión de la "Gloria" de Umberto Tozzi. Aquello afianzó la posición de Warren dentro del equipo hasta que llegó su primer gran éxito, "Rhythm of the night" (1985), canción que compuso para el grupo musical DeBarge y que llegó al número 3 de la lista de Billboard Hot 100.
Así, tras ver el fruto de su trabajo, la rebelde y testaruda Warren -como se autodefine- le pidió a White poder llevarse un porcentaje de sus derechos y él se negó. Así que decidió marcharse y él la denunció, pero la estrategia judicial no salió cómo él pensaba: “Empecé a tener ofertas de grandes editoras musicales gracias a su denuncia”, contó en algunas oportunidades. Finalmente la demanda cesó y pactaron. Se convirtieron en buenos amigos con el tiempo.
Desde entonces Diane Warren trabaja por su cuenta. Alquiló un estudió en 1985 que se conoce con el nombre de The Cave, todavía su oficina actual, en donde sigue trabajando con una rutina de seis o siete días a la semana una media de 12 horas diarias. Y sola. A pesar de que hay más gente en su estudio, le gusta encerrarse en la sala donde tiene su piano y que nadie la moleste. Según comentó, la nuevamente nominada al Oscar compone una media de una canción a la semana.
Los éxitos de Diane Warren, la artista que se casó con su trabajo
Sin duda alguna, el éxito de Diane Warren es el reflejo de la dedicación y tenacidad que ha tenido a lo largo de su carrera. Una artista que se casó con la música y que en sus 34 años de relación ha visto nacer una serie de hits que tocaron las fibras más profundas de las personas.
Ha trabajado con artistas de renombre, demostrando su gran versatilidad, como por ejemplo: Cher, Barbra Streisand, Aerosmith, Celine Dion, Laura Pausini, Lady Gaga, Cyndi Lauper, Dolly Parton, Gloria Estefan o Sofia Carson, entre otros.
Entre sus hitos, Warren cuenta con haber sido la primera compositora en tener a la vez una canción en el número uno y en el número dos -"When I see you smile" y "Blame it on the rain"- y la primera en conseguir que siete títulos suyos, de siete artistas diferentes, estén al mismo tiempo en la lista de los más vendidos.
Su siguiente gran éxito vino de la mano de la persona que le dio el Oscar honorífico, Cher. En 1989 la leyenda de la música estaba grabando una canción de Diane Warren para su álbum Heart of Stone cuando la compositora le pidió que escuchara otra suya que creía que le iba a encajar, "If I could turn back time". No obstante, Cher la rechazó, pero no contaba con la testarudez de su amiga, que hasta se ofreció a pagarle dinero para que la grabara. Finalmente la grabaron y fue multipremiada.
Los noventa fueron la gran década de Diane Warren, los años en los que se convirtió en la reina de las baladas. Compuso "Because you loved me" (1996), interpretada por Celine Dion e incluida en su disco Falling into you, para la banda sonora de Íntimo y personal. Lo que implicó su segunda nominación al Oscar y es un ejemplo perfecto de lo abierto que es el significado de muchas de las canciones de Warren: si bien es utilizada como epítome de lo romántico, ella la compuso inspirada en su padre, por el apoyo que le dio en su vocación profesional.
Luego su tercera nominación le llegó por otro gran éxito en los charts musicales, "How do I live" (1997) cantada por LeAnn Rimes, en la banda sonora de Con Air -perdió contra "My heart will go on", de Titanic-.
La cuarta llegó por la que es probablemente su mayor éxito y una de las que tiene una historia más peculiar. Es que, la inspiración para componer su hit "I Don’t Want to Miss a Thing" (1998), interpretada por Aerosmith, para Armageddon, llegó de un diálogo entre Barbra Streisand y James Brolin cuando recién comenzaban a salir.
Según contó la compositora, la expareja concedió una entrevista donde contaron los inicios de su relación y relataron la siguiente escena: "Una noche, metidos en la cama haciendo la cucharita, él [James Brolin ] se acercó al oído de ella [Barbra Streisand] y le susurró: 'No quiero quedarme dormido'. '¿Por qué no?', le preguntó ella. 'Porque te echaré de menos'".
Así, tras una serie de éxitos indiscutidos durante los años posteriores, Warren volvió a acaparar toda la atención de la escena musical de los Oscar en 2015 con "Grateful", para Beyond the lights. Desde entonces ha estado nominada casi todos los años gracias a canciones interpretadas por artistas como Lady Gaga, el rapero Common o Laura Pausini.
Si bien, su más reciente trabajo con Sofia Carson para la película Tell it like a woman, fue nominada al Oscar por mejor canción original para un film, este 12 de marzo la compositora sabe que no llega como favorita, pero remarca que ella seguirá componiendo y advierte: “Algunas de mis mejores canciones no se han escuchado aún”.
