Gastón Cocchiarale ya trabajó con Guillermo Francella (El clan, El encargado), Luis Brandoni y Robert De Niro (Nada), tres de sus ídolos. A sus 32 años, el actor de Haedo recuerda con emoción el momento en que en medio de las grabaciones de Nada, el director dijo: "Cámara uno con De Niro, dos, con Brandoni, tres, con Cocchiarale". Ese día, contó a Revista Gente, se le paró el corazón y casi llora en medio de la escena.
Ahora se anima a soñar un poco más. En diálogo con este medio, el discípulo de Francella y elegido por Bizarrap para protagonizar una serie de cortos reveló con que otros talentos le gustaría trabajar.
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"Me hubiera encantado trabajar con Pepe Soriano y Federico Luppi. Pero que estén ahora en nuestro plano: Edu Blanco, que es amigo pero no hemos podido compartir, Ricardo Darín, Leo Sbaraglia, Cecilia Roth, Mercedes Morán, hay un montón de actores que me estimulan un montón", dijo y sumó: "De directores, ni hablar con Campanella, Szifron".
A semanas del estreno de la tercera temporada de El encargado, por Disney+, el actor contó que se toma dos cafés al año con Guille (Francella) en los que le agradece y sigue aprendiendo.
Al preguntarle si se imaginaba por qué había llamado la atención del actor consagrado contestó: "Creo que tiene que ver con que yo estoy muy ávido de aprender y de ser el mejor actor posible. Si bien me da una enorme alegría que tipos como él me elijan teniendo tantos actores para elegir y sabiendo que el que elija va a estar, es un honor y una responsabilidad. Cada vez que voy a actuar, sé que tengo que estar a la altura y me pongo una presión linda, de motivarme, comparto un montón de escenas con Guillermo".
Y reforzó: "Tengo que estar a la altura para él y para la gente que me contrató, sino van a decir: `A este lo trajo Guillermo´. Hay que estar ahí. Lidio bien con la presión, no me paraliza, me estimula. Trato de estar a la altura con el laburo, estudiar, estar atento".
El día que Luis Brandoni lo hizo llorar
La relación con Brandoni está, como tantas otras cosas, linkeada con su viejo radical e italiano. Desde chico veía obras de Beto y cuando, de casualidad, escuchó que Duprat y Cohn iban a dirigirlo se tiró de cabeza. Con ofrecerle un café en escena ya era suficiente. Y, con esa perseverancia que lo caracteriza, lo logró. Después hasta llevó al actor a comer a la trattoria de su padre.
"Después de grabar Nada le pedí si podía hacer de mi abuelo en La Renuncia (obra que protagoniza y produce) no presencial sino por Zoom. Aparece en una pantalla el video y yo adapto la obra al video. Y se re copó. Hace 2 años que hago La Renuncia y aparece él y todas las noches me doy el lujo de actuar con Luis Brandoni en teatro", contó.
Sobre su relación con el actor, sumó: "Hablamos de teatro, del sindicato de actores, de cuando el fue el presidente de actores, de política".
Y aclaró: "No tengo ningún partidismo. Con Beto no comulgo en algunas cosas, me puedo tomar un café, charlar y todo bien. Y en otras cosas comulgo. Yo lo valoro mucho a Beto como ser político. Hay una anécdota de él que me parece hermosa: en la pandemia, cuando los teatros estaban cerrados hacía casi un año, el día que Larreta dijo que los teatros se podían empezar a abrir con distancia y barbijo, Beto hizo función esa misma noche. Tenía 80 años, sin vacuna. Eso es un gesto político".
Según relató Gas, había en toda la sala 15 personas. Él compró su entrada y se emocionó al verlo. "A mí esos gestos me inspiran mucho. De hecho, fue muy fuerte porque ese día él salió y se puso a llorar, agradeció que estuviéramos todos ahí", contó notablemente emocionado.
Y sumó: "Tendría 27 años y verlo ahí al tipo viejito, subido a un banco, actuando para 15 personas habiendo una enfermedad dando vueltas y él siendo grupo de riesgo. Dije: `Wow, qué inspiración´. `Esto es amor por el teatro, por la cultura´".