La reina del pop, sumergida en agua lechosa con pétalos, envió un mensaje a la humanidad sobre el real alcance de la pandemia.
La escena es por demás llamativa: ahí está Madonna (61) a medio sumergir en una bañera de agua lechosa, rodeada de velas y pétalos, con la piel estirada como un tambor y una envolvente música de piano... Y justamente desde el baño, a la diva del pop le pareció apropiado enviar un mensaje a toda la humanidad sobre el COVID-19.
Casi susurrando, la artista bautizó al coronavirus como el ‘Gran Ecualizador’.
En su monólogo en la bañera, Madonna advierte que esta pandemia no distingue a ricos y pobres, a famosos y personas anónimas, a inteligentes y poco despiertos: “Lo terrible es que nos ha hecho a todos iguales en muchos sentidos y lo maravilloso es que nos ha hecho a todos iguales en muchos sentidos. Si el barco se hunde, nos hundiremos todos juntos”. En sus hashtags, alusiones a que este virus no discrimina.