Llegaron en julio a Estambul, y luego de pasear como turistas por las calles turcas y adaptarse a la nueva rutina, los hijos de Wanda Nara (36) ya comienzan a organizar sus propias jornadas.
Si bien todos asisten al mismo colegio, cuando salen de las clases cada uno tiene sus preferencias en cuanto a actividades extra escolares. A las nenas por ejemplo, fruto de su relación con Mauro Icardi (30), no cabe dudas que les gusta el arte pero también se animan cada vez más, a nuevas actividades.
Desde clases de ballet y gimnasia, hasta prepararse en la música tocando piano y ahora, aventurarse al mundo de la equitación. Si bien la empresaria siempre contó que Francesca (8), la mayor de sus hijas, era una amante de los animales y la naturaleza, todo indica que Isabella (6) tuvo amor a primera vista con los caballos.
Al ser consultada sobre el amor de sus hijas por estos animales, Wanda respondió en sus redes: "Seguramente de mí, que soy quien las lleva 4 o 5 veces por semana a equitación. Me gusta mucho y ellas, pasan horas y horas en el campo", detalló.
A través de su perfil de Instagram, la conductora se mostró muy contenta de ver a sus hijas felices y experimentando todo tipo de actividades en su nueva vida en Turquía. Las nenas no paran en todo el día, y Wanda las acompaña a cada una de sus clases, y les saca fotos y filma videos, para ir compartiendo su evolución.
En uno que publicó en sus historias se puede observar la gran evolución de las jovencitas. En su primer día a caballo sus entrenadores llevaban a los animales, pero este fin de semana ya se vieron mucho más confiadas y con más destrezas, pudiendo dominarlos por sí solas.
En sus entrevistas, Wanda asegura que su gran objetivo es que sus hijos sean personas de bien, felices y puedan cumplir sus sueños. Aunque tienen diferentes edades, los acompaña a cada uno en sus etapas. También Mauro Icardi en sus ratos libres se involucra a este nuevo mundo que comienzan a descubrir con sus hijas los fines de semana.
Wanda mostró desde el momento que las nenas decidieron sumarse a estas clases, hasta los detalles de sus primeros días. Como por ejemplo cuando les compró el traje indicado para hacer equitación con todas sus protecciones incluidas.
Leggins, medias largas, botas, remera, chaleco para equitación en color rosa tirando a fucsia, y por supuesto, el casco correspondiente, así lucen Isabella y Francesca en cada una de sus jornadas de equitación.
Francesca adoptó un gatito cuando llegó a Turquía, además tienen perros en casa, y, siempre busca involucrarse con animales, por lo que esta experiencia la tiene a pleno. Isabella es extravertida y para nada temerosa, y se aventura con mucha valentía a cada nueva disciplina.
