Damián Moya salió de la casa de Gran Hermano hace tan sólo 6 días. Él fue uno de los participantes que ingresó a mitad de competencia, pero después de 5 semanas fue expulsado del juego. Sin embargo, en ese corto tiempo conquistó el corazón de una de las participantes más fuertes del programa: Catalina Gorostidi.
En charla con GENTE, además de hablar de eso, repasa su vida y confiesa que su familia fue el gran motor para poder cumplir este sueño que está viviendo. Con emoción se refiere a su mamá, quien fue diagnosticada con cáncer hace 3 años, y cuenta cómo la revitalizó su repentina fama.
Criado en un humilde barrio en Palomar asegura que no le hace asco a ningún trabajo porque le inculcaron desde chico la cultura del trabajo. Desde la cima de su felicidad planea un futuro que parece sin límites.
Del barrio a "Gran Hermano"
—¿Pudiste encontrarte con tu familia?
—Me vi con mi mamá un ratito en un programa. Nos cruzamos re poquito, pero para mí fue un montón porque hace rato no la veía. La extrañaba mucho. Me dio mucha más fuerza para seguir metiéndole.
—Sos muy cercano con ella, ¿no?
—Sí, somos re familieros. La familia y mis amigos para mí son muy importantes. No tengo tampoco tantos amigos, eh. Por eso para mí, mi familia es la gente con la que vivo en la mi casa. Nosotros somos como un grupo y tiramos para el mismo lado. Yo estoy acá por ellos. Son los que me ayudaron cuando tuve una recaída.
—¿Cómo fue ese momento difícil?
—Cuando se enfermó mamá me deprimí mucho. Me pasaron muchas cosas que ya ni quiero recordar. Mi familia fue el motor para salir adelante y pelear por lo que me gusta.
—¿Cómo está ahora tu mamá?
—Por suerte está muy bien y contenta. Está viviendo una etapa muy importante en la vida de los dos. Lo disfrutamos al máximo. Me hace sentir orgulloso.
—¿Siempre viviste con ellos?
—¡Sí! Hasta ahora. En casa estamos mi papá, mi mamá, mi hermano y mi hermanita. A mí me avisaron una semana antes de entrar a Gran Hermano que había quedado. En esos días me organicé, hicimos las cosas de producción y entré. Se dio muy rápido.
—¿Qué te llevó a entrar a Gran Hermano?
—Mi mamá era fanática del programa. Me transmitió el fanatismo y lo vi como una posibilidad de que se me abran muchas puertas para cumplir muchos proyectos de mi vida.
—¿Qué proyectos serían?
—El proyecto más importante de mi vida es sacar a mi familia del barrio en el que vivimos actualmente. Es el barrio Villa Carlos Gardel de Palomar. Viví toda la vida ahí.
—Me imagino que sos el orgullo del barrio
—Totalmente. Mis viejos me dicen que los vecinos preguntan todos los días por mí. Nunca habían preguntado y ahora todos saben quién son. Aparecen hasta compañeros de jardín. Está muy bueno, es una experiencia muy mágica.
—¿Cómo fue tu adolescencia?
—Terminé el colegio e hice 3 años del profesorado de educación física en la Universidad Nacional de la Matanza. Después con el tiempo me di cuenta que no era lo mío y lo dejé. Actualmente estoy haciendo teatro y estoy abierto a todas las posibilidades que se me den. Veremos en qué me va mejor.
—Entre la universidad y que entraste a Gran Hermano, ¿a qué te dedicaste?
—Trabajé siempre. Hice de todo, eh. Fui repositor en supermercados, cajero, fiambrero, remisero, trabajé en boliches. También en mi último trabajo estuve como bartender y barista.
—Y te diste cuenta que tu camino estaba por otro lado
—Sí, pero mis viejos siempre me inculcaron la cultura del laburo. No le hago asco a nada. Trabajé en fábricas de todo tipo. Cada vez que hacía algo, quería aprender más. Sabía que se me iba a dar esto y nunca dejé de buscar. Le puse mucha ficha a entrar a Gran Hermano.
—¿Toda la vida quisiste esto?
—Es un sueño que tuve desde chico. En algún momento pensé que era una ilusión porque lo veía muy lejano. Sentía que no tenía las herramientas suficientes. Lo busqué y lo decreté. Se me dio y lo estoy cumpliendo.
Cómo cambió su vida desde que entró a "Gran Hermano"
—¿Qué sentiste cuando te confirmaron tu ingreso?
—Fue uno de los mejores días de mi vida. Después del nacimiento de mi hermana, este fue el día más importante de todos.
—¿Qué va a pasar ahora que saliste de la casa?
—Quiero aprovechar todo lo que vaya surgiendo. Me encantaría encaminarme por el mundo artístico. Quiero meterle a full al teatro. Sé que me falta muchísimo y tengo que aprender más. Entrar a Gran Hermano me hizo abrir los ojos porque adentro de la casa hay mucha gente con talento. Me sirvió para darme cuenta que tengo que estudiar para meterme en el rubro.
—¿Hace cuánto vas a clases de teatro?
—Hace un año empecé. Yo empecé porque era una persona muy tímida. Ahí descubrí que me podía soltar. Antes no podía hablar en público. Se me hacía imposible. Todavía me cuesta, eh.
—Pasaste de la timidez total a estar en un reality show
—Es tremendo. De golpe estaba en una casa con 500 cámaras y miles de espectadores. Es re loco, pero creo que me pude superar.
—¿Cómo te sentís con ese gran cambio?
—Me siento súper contento. Siento que cada día me voy conociendo más y superando. Yo entré a la casa para superarme a mí mismo. Creo que es un obstáculo que superé. Yo me meto donde me da miedo para superarlo. Acá estamos intentando de mejorar en estos días.
—¿Cómo te llevás con la exposición?
—Por el momento tranquilo. También yo estuve poco tiempo dentro de la casa. Está todo creciendo de a poco. Me beneficia porque un cambio radical me hubiera hecho mal. Lo estoy disfrutando y vamos por más.
Damián Moya responde todo sobre Catalina Goristidi
—¿Qué te pasa con Cata?
—Me encanta cómo es y toda su persona. La verdad me gusta que sea así porque es muy chispita. Es lo contrario a mí. Yo soy tranquilo y ella es muy alborotada. Creo que nos complementamos mucho. Me gustaría conocerla más.
—¿No te preocupa su personalidad fuerte?
—No, para nada. De hecho me gusta. Me da un panorama totalmente distinto al que pienso yo.
—¿Qué plan te gustaría compartir con Cata?
—A mí me gustan las citas de ir a tomar algo tranqui a un bar. Me gustaría que podamos hablar de las cosas que no se pudieron dentro de la casa. Tenemos que conocernos como personas y ver qué nos va pasando con eso.
—Antes de entrar a Gran Hermano, ¿te imaginaste que te iba a gustar alguien?
—No, para nada. Entré a la casa conociendo poco a los personajes que estaban dentro de la casa. En el tercer día tuvimos una pelea con Cata. Jamás pensé que nos íbamos a terminar llevando tan bien. Yo siempre pensé que con alguien con personalidad tan fuerte no me podía llevar bien. Ahora me pasa todo lo contrario. Lo que me falta a mí, le sobra a ella. Me llama mucho la atención.
—¿Se va a formar un noviazgo?
—No lo sé, pero estaría bueno. Hace 5 años que estoy soltero. Estuve mucho tiempo de novio. Estoy abierto a nuevas posibilidades. Yo soy una persona muy solitaria, pero me gusta la compañía. Soy demostrativo y cariñoso. Me gustaría estar en pareja de nuevo.
Cómo se imagina su vida después de "Gran Hermano"
—¿Qué planes tenés para el futuro?
—Por un tiempo me gustaría seguir en mi barrio con mi familia y mis amigos. Quiero mantener esa dinámica hasta que se acomode todo. Me tengo que acomodar económicamente y va a pasar un tiempo. Tengo ganas de mudarme más adelante. Imaginate que la primera vez que me mudé fue para ir a la casa de Gran Hermano. Pasé de una convivencia familiar a una locura.
—¿Sentís que es momento de independizarte?
—Sí, quisiera poder vivir solo y armar mi vida. Me encantaría. Quiero tener mi espacio y mis tiempos. Necesito conectar conmigo mismo. Soy una persona que aprendió a estar solo.
—¿Cómo sería eso?
—En un momento de mi vida perdí relaciones amorosas, me alejé de amistades y me aislé. La pasé mal un tiempo, pero me di cuenta que no estaba mal. Me di cuenta que estaba bueno reconectar.
—¿Con qué actividad lográs volver a vos?
—Yo me pongo los auriculares y salgo a caminar. No sé a donde, pero salgo. Arranco con música y puedo estar dos o tres horas. También me gusta meditar un poco. No sé mucho del tema, pero estoy aprendiendo ahora. Me gusta también dibujar muchísimo.
—No conocíamos esa faceta tuya como dibujante
—¡Me encanta! Puedo estar horas. Siempre soñé tener mi marca de ropa y nunca lo dije. Antes de entrar a la casa pensaba vender mi moto para comprarme las impresoras y estampar remeras. Con un amigo comprábamos zapatillas blancas y las pintábamos. Vendimos bastantes. Estuvo muy bueno. Me coparía que sea una marca unisex para chicos y chicas.
Fotos: Rocío Bustos
