Coty Romero: por qué dejó de seguir a Furia y el mensaje privado que le mandó Juli Poggio tras su beso con Marcos Ginocchio

Coty Romero explicó por qué necesitaba salir de Gran Hermano

—¿Cómo viviste estos días luego del reality?

—Siento que necesitaba salir. Si bien estuve tres semanas, extrañaba mucho. Además no estuve viendo a mi familia porque estaba laburando bastante y necesitaba verlos. La casa fue bastante complicada en varios sentidos. Necesitaba volver a mi vida. Ojo, hoy tengo ganas de volver a entrar otra vez, eh.

—¿En qué aspectos la casa fue complicada?

—Al principio me costó mucho adaptarme. Es difícil entrar a una casa súper armada. Esta en particular tiene muchas tensiones y está en juego todo el tiempo. No tiene nada que ver a la edición anterior. Además había entrado con muchas presiones que me puse yo misma.

—¿Qué presiones?

—Yo sentía que la vara estaba altísima y que no podía entrar a dormir. Sabía que tenía que jugar y ser buena. No era tan fácil estando sola. En algunos momentos busqué unas alianzas para acompañar mis votos. La primera semana fue la más complicada porque no encontraba mi lugar. En la última semana hubo placa negativa y ahí toda la casa se me puso en contra. En ese momento, más que el juego, sentí que me afectó mis sentimientos.

—¿Te jugó en contra que ellos supieran quién sos vos?

—Para mí sí. Siempre hablaban de mis seguidores y de mis cosas. De entrada me vieron como una gran competencia y era obvio que me iban a querer sacar primera. Hubiera sido muy distinto si entraba una persona que no era conocida. Yo sabía que tenía mi gente y también mi hate. 

—¿Fuiste a ganar?

—No fue particularmente mi objetivo llegar a ganar. Quería mover la casa y poner picante. 

La verdad sobre qué es lo que piensa Coty de Furia

—¿Tenías preparada la estrategia de ir al choque con Furia?

—¡No! Yo al principio a ella la bancaba mucho. Cuando empezó el programa ella me parecía muy graciosa, me encantaba su personaje y me gustaba que siempre iba al frente con el resto. En su momento me sentí un poco identificada con ella.

—¿Qué similitudes tenés con Furia?

—No se guarda las cosas, va al choque y no se deja pisar. Furia dice lo que piensa y siente sin miedos. Más adelante empecé a escuchar comentarios de ellas que hacía sobre mí que no me gustaban. 

—¿Te acordás qué fue lo que te molestó de Furia antes de entrar?

—Hizo comentarios de cosas que ella había visto en la tele que yo había comentado de cuando las pasaba mal. Además habló de la situación que me pasó con Alfa dentro de la casa y ella dio comentarios negativos sobre lo que me había pasado.

—Ahí le hiciste la cruz...

—Sí, ahí la dejé de seguir en redes sociales. No me gustó porque me parece que son cosas delicadas que no está bueno tratarlo así. Además ella sabía que yo podía verlo. Con la entrada de Alfa ella empezó a derrapar un poco con las acciones. Realmente sentí rechazo hacia su personaje. Ojo, creo que como persona debe ser una mina buenísima y con grandes valores. Su juego comenzó a cambiar y no me gustó. Mi idea no era ir en contra o a favor de nadie al entrar a la casa. De hecho, quise buscar alguna alianza.

—Hasta hubiera sido entretenido que ustedes dos hicieran alianza

—Sí, pero cuando entré estaba tan nerviosa que no la saludé. Yo pensé que sí y de ahí empezó la rivalidad sin querer. Desde ahí empecé a sentir una energía negativa de su parte y me picaba con insultos por atrás.

—Mantuviste lo que pensabas de ella antes de entrar

—Sí, aunque de igual manera yo no hubiera jugado del todo con ella porque siempre pienso que soy fiel a mí estilo. Yo no quería jugar para nadie, pero quería que alguien juegue para mí. Es lo que intenté hacer con los chicos. Si hubiera tenido un poco más de tiempo, hubiera intentado forjar vínculos con otras personas.

—¿Creés que Furia puede llegar a ser la ganadora?

—Ella tiene un fandom muy grande desde el comienzo. Fue haciéndose su camino y se hizo querer por mucha gente. Una vez que la gente te quiera es difícil que dejen de bancarte. Puede pasar con algunas, pero no con todas. Creo que tiene muchísimas chances de ser la ganadora. Para mí hay que darle el premio. Es por eso que tampoco quería jugar con ella. 

—En caso de que resulte ganadora, ¿se lo merecería?

—Sí, totalmente. Está desde el primer día y ya pasaron 5 meses. Todavía falta bastante del programa y pasó un montón de cosas. Jugó mucho y sacó a un montón de gente. Fue un personaje recontra protagonista. Igual, mi favorito es el Chino.

—¿Qué te atrae del Chino como jugador?

—Siento que él es bastante inteligente. Es muy buena persona y me demostró una gran lealtad. No era fácil confiar en una persona que venía de una edición pasada que en ese momento había traicionado a la gente con la que jugaba. Aún así, él me bancó y nunca habló mal de mí. En uno de mis peores momentos no me pude ni levantar de la cama porque me sentía incómoda y él estuvo ahí. Trataba de levantarme el ánimo y lo está dando todo. Me hace acordar a Nacho Castañares. Va surfeando todo dentro de la casa y sigue de pie. 

—De esta edición, ¿a quién le ves más futuro en los medios?

—Creo que Rosina y Sabrina tienen muchísimas chances de continuar. Juliana como panelista en un programa fuerte podría funcionar. Creo que Virginia la va a romper con el stand up cuando salga. De los chicos creo que Bauti va a tener muchísimo futuro con el canto. A Martín lo re veo siguiendo como actor. Ojalá les vaya bien porque se lo re merecen. 

Por qué decidió volver a Gran Hermano y cómo superó sus peores momentos

—¿Cómo tomaste la decisión de volver a entrar a Gran Hermano?

—Fue muy lindo porque yo venía viendo el programa y me gustaba mucho. Entraron compañeros míos como Romi, Alfa y Ariel. Tenía el deseo de entrar y me escribieron para proponerme la idea.

—¿Tuviste miedo antes de entrar o fuiste con seguridad?

—Nunca dudé. Me dio un poco de miedo cuando ya estaba a punto de entrar a la casa toda preparada y con los bolsos. En ese momento me pregunté: "Coty, ¿te das cuenta a lo que te estás enfrentando?".

—¿A qué te enfrentabas?

—No lo pensé antes de entrar la verdad. Entraba a una casa re difícil con personalidades complejas y con varios conflictos encima. Además saben quién son y cómo había jugado antes.

—Más allá del juego, ¿te preocupaba cómo te iba a afectar emocionalmente?

—Me daba miedo quedar aislada. Pensaba mucho en la edición pasada y me aterraba sentirme sola. Sabía que era un juego, pero a veces te pega fuerte cuando estás bajón y encima siendo televisada. Encima soy bastante sensible y no me gusta mostrarme tan mal frente a la gente.

—¿Cómo convive en vos la parte sensible y la picante?

—Justamente soy una unión de las dos cosas. Cuando siento algo fuerte o me enojo tengo dos opciones: exploto y te digo lo que pienso o me largo a llorar. En esa casa me pasaba que yo no decía mucho lo que sentía porque terminaba siendo la mala. Intenté tranquilizarme porque sabía que me buscaban por ese lado. No les quise dar el lujo de hacerme saltar y enojarme. Fue por eso que acumulé tanto y terminé llorando mucho.

—El año pasado habías hablado de los malos momentos que atravesaste después del reality, ¿te dio miedo que te pudiera pasar eso de nuevo?

—Mi familia fue la que más miedo tuvo. Mi mamá me preguntó un montón de veces de si estaba segura de volver a entrar. Ella dudó un poco más y le preocupaba cómo me podría afectar. El tema es que yo estuve siempre muy segura. Además hoy me siento muchísimo más fuerte. Esto es gracias a Dios, terapia y la gente que me bancó siempre. 

—¿Hay diferencias entre la Coty vulnerable del pasado y la Coty de ahora?

—Me siento totalmente diferente. Crecí un montón personalmente, pienso distinto. Mi cabeza cambió en muchos sentidos y aprendí a amarme y perdonarme un montón de cosas.

—¿Qué tenías que perdonarte?

—Hay un montón de cosas que uno trae de la familia y hasta de antepasados. Hay situaciones que no hablo con mucha gente. Terapia me sirvió un montón para sanar muchísimo. Además aprendía a cuidarme a mí misma.

—¿Qué cambios implementaste?

—Me di cuenta que las redes sociales son muy tóxicas. Me la pasaba viendo y hasta buscando los comentarios feos.

—Casi como si fuera un castigo...

—¡Sí! Me castigaba todo el tiempo. Ya hoy en día no leo comentarios malos. Ahora sólo busco cosas lindas y están presentes todo el tiempo. Está bueno aprender de los errores y creo que cerré etapas que eran necesarias.

Su vida después de Gran Hermano

—Hace casi dos años que ingresaste por primera vez a Gran Hermano, ¿en qué cambió tu vida?

—Principalmente siento que tengo más herramientas. Lo bueno de Gran Hermano es que te podés ver y darte cuenta qué es lo que hiciste. Del anterior a este cambié muchísimo. Ahora sé que hay cosas que no se hablan y con las que no se joden. Por ejemplo, ahora sé que no se hablan de los cuerpos ajenos o de la sexualidad de alguien. Por más que uno no lo haga con mala intención. Me di cuenta que no hace falta faltarle el respeto a alguien para demostrar que algo te molesta. Aprendí sobre los vínculos y la confianza. 

—¿Con quiénes quedaste amiga de la edición pasada?

—Con Agustín Guardis me llevó súper bien. También con Nacho y la Tora. Con Juli, Dani y Romi está todo más que bien, pero no nos juntamos. Con Camilia hasta iba a dormir a su casa hasta que pasó un problemita... Está todo bien porque aprendí a perdonar.

—¿Volverías a ser su amiga?

—Cuando uno pierda la confianza no se puede volver a lo mismo. Sí puedo tener una buena relación con ella o salir de joda. 

—¿Ahora estás instalada por completo en Buenos Aires?

—Sí, igual te cuento que nunca antes había venido a Buenos Aires de Gran Hermano. Cuando salí en la primera edición me instalé acá y dejé por completo mi vida y mis cosas en Corrientes. No tuve mucho tiempo para despedirme de la antigua Coty. 

—¿Cómo es el pueblo en el que vivías?

—Se llama Caá Catí. Tiene más de 7 mil habitantes y es muy chiquito. Es un pueblo guaraní muy tranquilo. Voy cada tanto a visitar a mi familia. Cuando necesito tranquilidad me tomo unos días ahí. 

—¿Qué es lo que más te gusta de Buenos Aires?

—Acá hay de todo. Se te ocurre hacer algo y lo tenés a mano. La ciudad no duerme. Me gusta la energía porque en mi pueblo es todo muy tranquilo. 

—¿Encontraste tu pasión en los medios?

—No sé si encontré mi pasión aunque me encante lo que estoy haciendo. Siento que todavía puedo encontrar algo que me guste más. Igual también trabajo muchísimo con las redes. Me divierte crear contenido y hacer fotos para marcas. 

—¿Cómo querés que siga tu futuro?

—Mi sueño siempre fue actuar en alguna serie o película. Empecé clases de teatro y de canto. Está bueno aprender y estar preparado para cualquier cosa. Ojalá en algún momento pueda actuar. Mientras tanto estoy chocha con estar frente a un cámara.

Coty Romero cómo está su relación con "El Conejo" y cómo frenó su acoso virtual

—¿Cómo sigue tu relación con Alexis "El Conejo" Quiroga? Fue muy buscado cuando entraste a Gran Hermano.

—No vi nada por suerte. La verdad es que no me interesa mucho. Con él no me hablo, pero si lo cruzo lo puedo saludar. No hay ni quiero que haya ningún tipo de relación.

—¿Te quedó algún rencor con él?

—No porque ya solté. A veces jodo con el tema porque me gusta reírme de mis desgracias.

—¿Fue una desgracia?

—Y... Las cosas que él me hizo sí. Ya está... Para mí el tema está cerrado. Él está haciendo su vida y yo la mía. Prefiero que sea así.

—¿Las cosas que te hizo qué serían?

—Las infidelidades (risas).

—En su momento habías contado que él te había mandado 50 mails seguidos...

—¡No! Fueron 250. En ese momento estaba en otro reality y fue difícil cruzarse todo el tiempo. En ese entonces me enteré en vivo que él estaba con otras chicas. Ahí empecé a pasarla mal. Le pedí que me dejara en paz porque no quería saber más nada. Yo quería salir de ahí, pero él no me dejaba. De hecho, en un momento mi mamá tuvo que interferir y le dijo: "Mirá que sos grande. Vos tenés 30 años y ella 21. Coty quiere salir de la relación, pero si no la dejás en paz no va a poder". Él no aprendió. Yo lo tenía bloqueado de todos lados pero se creaba cuentas diferentes de mails y nunca terminaba de bloquear. Hasta los 100 mails llegué a responder alguno que otro pidiéndole que por favor me dejara de escribir. 

—En el medio las redes te criticaron mucho.

—Fui muy juzgada en redes porque todos me decían que lo perdone. Yo ya le había dado muchas oportunidades. Yo le dije que no y él tenía que respetarlo. Llegó un punto en el que no me hacía bien.

—¿Cómo frenaste la situación?

—No quedó otra que exponerlo. Sentía que de ese modo él iba a tener miedo de que yo volviera a exponerlo y quedar peor parado. Sentí que era una única manera para que frene. Fue por ese motivo que expuse los mails que me mandaba. Ahí también me volvieron a criticar por hacer públicos sus mensajes. Hasta su mamá salió a hablar de que no le había gustado que haya mostrado los correos. Yo no sabía qué hacer y él es un chico de 30 años. Me parecía muy triste que la gente no se pudiera poner del lado de la mujer y lo defendieran a él. No tuve más remedio. Fue lo único que sirvió. Tuve razón.

—Pasaron varios meses de la ruptura, ¿volviste a salir con alguien?

—No, para nada. Entrar a Gran Hermano me hizo subir la libido. Igual, no quiero saber nada con nadie. Quiero disfrutar y aprovechar mi juventud con mis amigas. Hace muchísimo que no tengo ganas de estar con nadie y mantengo. No estoy buscando una relación. 

De las paces con Juli Poggio al recuerdo del día que se besó con Marcos Ginocchio

—En estos días fue noticia tu reencuentro con Juli Poggio. De hecho, ella subió una foto.

—(Risas) Salí muy mal en esa foto, eh. Lo que pasó es que veníamos de varias idas y vueltas.

—¿Fue por tu beso con Marcos Ginocchio?

—No, me parece que viene desde antes. Hubo problemas que nunca conté y que no vienen al caso. Desde que salí de este Gran Hermano ella me tiró muy buenas energías. Nos cruzamos y le dije sinceramente que al entrar a la casa me habían dolido muchas cosas por parte de Florencia. Aún así me dolió ver cosas cuando salí hablando de mí. Todo el tiempo decía cosas horribles de que yo le iba a sacar el novio cuando ni siquiera lo había intentado. Fue por eso que le dije a Juli que me dolió lo que me dijo esta chica cuando ni siquiera tenía un vínculo. Entendí lo que había dolido a ellos sabiendo que me consideraban una amiga. 

—¿Fue un pedido de perdón a Julieta Poggio?

—Sí, igual ya lo habíamos hecho antes. Ambas nos habíamos pedido disculpas por cosas que dañaron a la otra. Esto fue para que sepa que lo entendí, que está todo bien y que fue la primera vez que me puse en su lugar. Ella me dijo que estaba todo más que bien porque estaba cerrado el tema. También me deseó lo mejor y nos dimos un abrazo.

—Fue justo en estos días cuando Julieta reveló públicamente que había estado enamorada de Marcos, ¿qué sabías de esa relación?

—Al principio habían rumores y no estaba confirmado. Cuando pasó que yo me di un beso con Marcos y yo lo conté, ella me mandó un mensaje.

—¿En ese momento sabías que estaban saliendo Marcos y Julieta?

—Cuando me besé con Marcos no sabía, pero cuando Juli me mandó un mensaje me lo dijo. Él tampoco en ese momento me había dicho nada. Cuando me enteré me sentí bastante mal, pero ya había pasado. Igual, fue solo eso lo que pasó con él. Después no escuché más sobre los dos. No sé qué pasó entre ellos. Debe ser que tuvieron una linda relación, pero creo que fue Marcos el que no quiso que se supiera. Es decisión de los dos o de él. Es un estilo de vida que él lleva y prefiere que sea así.

Fotos: Rocío Bustos
Video: Mailén Ascui