Cómo es la vida de la hija de Marisa Brel en Nueva York: del duro diagnóstico de un tumor cerebral a su increíble presente – GENTE Online
 

Cómo es la vida de la hija de Marisa Brel en Nueva York: del duro diagnóstico de un tumor cerebral a su increíble presente

Marisa Brel
En una charla a corazón abierto con GENTE, la periodista confiesa sus emociones al tenerla lejos, pero también su orgullo de verla llevar una vida normal pese a que haya estado al borde de la muerte en 2018.
Celebrities
Celebrities

"Me encanta que vuele. Me hace muy feliz tenerla viva después del susto de 2018", con esa emocionante frase, Marisa Brel contó que después de cinco meses sin ver a su hija Paloma la visitó en New York, luego de que la joven tomara la determinante decisión de quedarse a vivir en esa ciudad.

En una íntima charla con GENTE, la periodista confiesa sus miedos propios como madre al tenerla lejos y vivir a la vez el proceso del nido vacío, aunque le queda su hijo menor (Timoteo) en casa. "Desde los 15 años soñaba con vivir en New York", recuerda entre risas, orgullosa de que su hija no paró de trabajar por cumplir su sueño pese a todo lo que ocurrió en el medio.

En el año 2018, a Paloma le encontraron un tumor de cerebro: un diagnóstico que marco un antes y un después en sus vidas. "De un segundo para el otro descubrimos que tenía hidrocefalia, provocada por un tumor que tiene en el centro del cerebro, chiquito, pero le impedía el paso del líquido a la médula. Le hicieron una resonancia y la sacaron de ahí y fue de urgencia a quirófano a que le abrieran la cabeza y le perforaran para romper el tercer ventrículo para que empezara drenar el líquido. Fue un milagro, porque un día más y no la contaba", relata con la voz entrecortada.

Paloma tiene 21 años y decidió instalarse en New York, considerando que "es su lugar en el mundo".

Tras ese episodio, su hija pudo seguir una vida normal y no tuvo que ser sometida a tratamientos de quimioterapia, ni radioterapia. Actualmente, no toma pastillas o aspirinas, pero tiene chequeos cada seis meses para confirmar que todo esté bien. "Gracias a Dios en seis años nunca creció y decretamos que no va a crecer", expresó convencida.

El viaje del reencuentro, el nido vacío y las emociones a flor de piel

La panelista recuerda que en el año 2021, la joven tuvo una estadía breve en Estados Unidos, que justo coincidió con la pandemia.

"Nos fuimos tres semanas de vacaciones a Estados Unidos como hacíamos siempre desde que ella era muy chiquita... nos fuimos a New York, Los Ángeles y justo era la época de las vacunas: que le tocaba llegar y cumplir el aislamiento en un hotel. Así que me dijo que quería quedarse una semana más, para experimentar lo que era vivir en esa ciudad. Me convenció y esa semana que me pidió quedarse, se transformaron en tres meses... Volvió porque ya era diciembre, venían las fiestas y mi cumpleaños, pero tenía esa idea ahí pendiente", cuenta.

Pero este año volvieron a viajar y esta vez, si fue definitvo su flechazo con La Gran Manzana: "Me dijo: ¡me quedo unos días! Y de 20 días, ya lleva cinco meses allá con la decisión firme de quedarse".

Este año, Paloma decidió quedarse a vivir en Estados Unidos, por lo que se reencontraron después de cinco meses.

-¿Cuál fue tu reacción cuando te lo contó?

-No me lo esperaba (risas). Yo no estaba preparada para que se fuera a vivir a otro país pero sé que fue su sueño. Le dije: vamos a hacer las cosas bien, que pueda estar legalmente. Así que viajé yo hace días para verla y para hacer todo el trámite para el cambio de estatus, para que se quede estudiando.

-¿Qué va a estudiar en New York?

-Va a estudiar inglés, para especializarse en todo lo que ella hace que es Marketing en redes sociales. Ella es productora de moda y de eventos. Trabaja en la Bresh acá, y ahora con ese cambio de estatus no la dejan trabajar. Así que se va a preparar. Es una experiencia, apenas tiene 21 años y quien sabe si el mes que viene esté de vuelta o si se queda a vivir allá. Pero bueno, me dice que es su lugar en el mundo.

-¿Qué sentiste como mamá cuando viajaste y la viste ya con su vida armada en otro país?

-Fue muy fuerte (suspiro). Yo no paraba de verla, de admirarla... está tan adulta. Super independiente, conociendo cada centímetro de Brooklyn, que es donde vive ella. Fui a donde vive con una roomie, en una casa muy linda. Y la verdad que fue muy fuerte. Pero sin duda, el momento más fuerte fue cuando firmamos los papeles en donde va a estudiar. Ahí pensé: ¡wow, esto es verdad! Ahí me cayó la ficha de que es verdad y es un proceso de mamá que tiene que dejar volar a su hija. Le puse de nombre Paloma, así que imaginate: tiene que volar y hacer su vida. La vi muy feliz allá, con muchos amigos, la sentí realizada. Ella habla muy bien inglés, por lo que se relaciona fácilmente.

Marisa tuvo a su primera hija el 15 de noviembre de 2002, tras un tratamiento de fertilidad.

-¿Le diste algún consejo en particular ahora que vive allá sola?

-Todos (risas). Sobretodo que se cuide su salud y que disfrute mucho. Esto es algo que a mí me hubiera encantado hacer a su edad y no me animé. Siempre me quedó esa frustración de no haberme instalado en otras ciudades y tener esa experiencia y ya tengo 54 años, así que me pone muy feliz que ella está eligiendo esa vida.

-¿Cómo fue la convivencia siendo vos ahora su visita?

-La convivencia fue maravillosa... porque ella está más amorosa de lo habitual por el tiempo que teníamos sin vernos. Me abrazaba, me besaba. Ella suele ser más arisca, pero estaba muy atenta y me dejó sacarle fotos, lo que es un gran logro. Compartimos juntas, dormimos juntas algunos días, charlamos de todo. Compartimos desayunos, almuerzos, teatro... Me llevó a conocer lugares que yo no conocía de New York, me hizo descubrir lugares como toda una local. Pero siempre respetando su independencia y su espacio.

-¿En qué cosas sentís que se parece a vos?

-Somos muy diferentes y tan parecidas en otras cosas que me impresiona... Le digo: 'aunque no te guste, sos igual a mí' (risas). Es muy sociable, que se hace amiga de todo el mundo, que va por lo que ella quiere, que no baja los brazos. Viene Nicki Nicole y ella la termina invitando al restaurante de sus amigos argentinos, Rosso, que está muy de moda. Así pasó el otro día con Rusherking y Trueno. Los lleva a fiestas y a recorrer la ciudad. Y después que es muy independiente, muy determinada, muy educada. Me encanta ver cómo la quiere la gente, y yo veo eso muy orgullosa.

El diagnóstico que les cambió la vida

-Me imagino que a la vez te conmueve, porque Paloma tiene una historia de vida fuerte, tras ser diagnosticada con tumor cerebral...

-Sí, tiene su tumor en la cabeza y por eso insisto en que se cuide. Tuvimos esta experiencia tremenda en 2018 cuando de un segundo para el otro descubrimos que tenía hidrocefalia, provocada por un tumor que tiene en el centro del cerebro, chiquito, pero le impedía el paso del líquido a la médula. Le hicieron una resonancia y la sacaron de ahí y fue de urgencia a quirófano del Fleni a que le abrieran la cabeza y le perforaran para romper el tercer ventrículo para que empezara drenar el líquido. Fue un milagro, porque un día más y no la contaba.

-¿Cómo está ella hoy?

-Esa vez estuvo en terapia intensiva y se recuperó muy bien de la hidrocefalia, lo que no se puede es extirpar el tumor, porque está rodeado por el sistema nervioso. Ni siquiera le pueden hacer una biopsia. Porque si le tocan algo puede salir perjudicada. Cada seis meses le hacen una resonancia para controlar que no crezca el tumor y gracias a Dios en seis años nunca creció y decretamos que no va a crecer. Ella nunca tuvo que hacer quimioterapia, ni radioterapia. Tampoco toma pastillas, ni una aspirina, nada.

Paloma a sus 21 años lleva una vida normal: no tuvo que someterse a quimioterapia ni radioterapia y convive con el tumor en su cerebro.

-Por eso tus sentimientos encontrados de tenerla ahora lejos ¿no?

-Sí, para una mamá es estar siempre en alerta y confiando en Dios que todo va a estar bien. Mi tranquilidad es que no tiene ningún riesgo de vida, y con el control sabemos que si no crece no pasa nada. Pero sí, es una preocupación. Llega a pasarle algo y me la pongo en un avión y me la traigo. Pero la disfruté 12 días, y tengo el alivio de que con mi trabajo de Empresaria Fuxion puedo viajar cuando quiera y trabajar donde quiera. No tengo que estar pidiendo permiso a nadie, trabajo mucho y tengo las posibilidades, así que si la extraño me tomo un avión y la veo.

El fuerte lazo que une a Marisa y Paloma: su historia de maternidad tras varios intentos de tratamiento in vitro

La operación de Paloma no fue el único momento duro que le tocó afrontar a la periodista. Cuando intentaba tener a su primer bebé y luego de un embarazo ectópico que no fue detectado a tiempo, Marisa Brel recibió el diagnóstico de trombofilia y salpingitis: no podía tener hijos de forma natural.

A partir de allí comenzó un intenso camino de altas y bajas. Como ella misma lo definió en una entrevista del pasado: "Fue un proceso de varios años, en los que me subí a una montaña rusa y entré varias veces al tren fantasma", se refirió a la frustración y constantes ataques de pánico que sufrió por este panorama.

En su sexto intento con el tratamiento in vitro y después de cinco años, logró quedar embarazada de Paloma. "La pasé realmente muy mal pero nunca bajé los brazos. Estaba convencida de que alguna vez iba a ser mamá... Pero hasta que no me vi la panza no lo celebré. A las tres semanas me indicaron reposo absoluto", relató en aquel momento.

Marisa Brel lanzó su libro en el año 2010 y ahora lanzó su séptima edición para acompañar a otras mujeres a través de su experiencia.

Finalmente, su historia tuvo un final feliz y a las 38 semanas nació su primogénita. Fue a raíz de esa experiencia que surgió la idea de escribir su libro "Voy a ser madre a pesar de todo", del que recientemente lanzó su séptima edición.

"Acabo de relanzar la séptima entrega de mi primer libro, que es la historia de búsqueda de Paloma. Lo lancé en octubre de 2010 y lanzo la séptima edición ahora, que es una locura. Es parte de la primera Ley de fertilización asistida en la provincia de Buenos Aires. Ley de la cual soy abanderada, y también que se basó en mi historia. Así que yo me siento mamá de decenas y miles de niños que han nacido desde ese momento hasta ahora", dijo emocionada.

Paloma nació tras el sexto intento de Marisa Brel con el tratamiento in vitro.

Además, Brel se sinceró: "Cuando querés ser mamá y tenés diagnóstico de infertilidad es un día muy duro. Mi mensaje es que piensen que todavía hay oportunidad y lo van a lograr. Que no bajen los brazos, que lo van a lograr. Cuando entrás en ese mundo, es un idioma nuevo que la gente no entiende. Te sentís solo, enojado porque nadie te entiende. Te mandan a irte de viaje, a tener mascotas... pero no lo entienden".

Y, finalmente, mencionó: "Mi libro es una amiga de papel para todas esa mujeres, te hace sentir acompañada en un momento muy difícil a nivel físico, emocional, financiero".

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig