Fue una semana difícil para el mundo televisivo. Esta vez, el virus llegó a Laflia y la compañía extremó precauciones.
Desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio una porción de la sociedad cuestionó el hecho de que muchos programas siguieran adelante con sus producciones. Por un lado, por el riesgo de ser agentes transmisores del virus. Por otro, por la diferencia que hay entre los trabajadores esenciales y quiénes no son considerados como tales.
Tanto los conductores y sus invitados como el personal detrás de cámara (sonidistas, productores, camarógrafos, etc) extremaron las medidas de prevención. Sin embargo, el virus comenzó a desparramarse por los estudios de televisión.
El periodista Chiche Ferro fue el primer caso confirmado de COVID-19 en la televisión argentina. Luego se confirmaron casos en la producción de El precio justo y la conductora Lizy Tagliani fue aislada aun antes de que su hisopado revelara que era portadora del virus. En radio, resonó el caso de Quique Sacco, en pareja con María Eugenia Vidal, quien a su vez fue el segundo caso sonante en la política luego de que se confirmara la enfermedad de Martín Insaurralde.
Este domingo Laflia, productora que encabeza Marcelo Tinelli y que tiene a cargo la realización de programas como Corte y confección, Showmatch y Hay que ver, entre otros, anunció que se confirmó el primer caso de COVID-19 en la compañía.
Según el comunicado, se trata de "una empleada de la estructura administrativa". En el mismo informe se detalló que la persona se encuentra aislada en su domicilio y sin síntomas.
"Por otro lado, inmediatamente aislamos a los contactos estrechos, estamos a la espera según protocolo para realizar los test correspondientes y activamos el reglamento de desinfección vigente en la Ciudad de Buenos Aires", concluía el breve comunicado emitido por la productora.