Cuando viajo en el auto, escucho a full una playlist de Spotify que se llama Mix Chill y tiene tres canciones que me encantan: "Ganas", de Zoe Gotusso, "Sad Balada", de mi amiga Malena Villa, y "El himno de nosotros", de Chano y Natalie Pérez. Es música indie y medio tranqui, porque yo estoy en ese mood”, lanza Candelaria Molfese sin darse cuenta de lo paradójicas que resultan sus palabras sabiendo que, en lo que va del día, ya estuvo dos horas al aire en Antes que nadie (LUZU TV), participó del especial musical Sólo amor y mil canciones (que se estrenará el 8 de diciembre por Disney+) y hasta averiguó cómo viene todo en su flamante café de especialidad (Borja). Pero son las 18:30 y, lejos de mostrarse cansada, celebra que esta noche cenará con amigas. De camino a verlas, probablemente escuchará alguno de sus podcasts favoritos: “Concha, de tres pibas astrólogas que hablan de cosas que nos pasan a las mujeres, y La cruda, una genialidad de Migue Granados”.
Este año, Cande conquistó un nuevo espacio donde se siente libre para mostrar otra cara, un poco más osada. Fue ella quien quiso ser parte de LUZU Tv y se acercó a Nico Occhiato con una propuesta. Al respecto, la chica que se hizo conocida por ser la mejor amiga de Violetta contó: “Yo no tengo miedo de decirle a una persona ‘quiero esto’ o ‘quiero trabajar con vos’. De hecho, el otro día me crucé con el director de Barrabravas, la serie que grabé en Uruguay, y le mandé: ‘Mi personaje en la segunda temporada crece, ¿no? ¡Mirá que yo quiero más, eh!’. Con Nico Occhiato, que me genera mucha admiración porque tiene 30 años y fundó LUZU, una de las plataformas en la que todos quieren estar, me pasó algo del estilo: yo había ido varias veces como invitada a su programa Nadie dice nada, y cuando me lo encontré en un evento, aproveché para comentarle ‘Che Nico, yo quiero estar en LUZU'. Entonces él me miró y me dijo: ‘Estoy pensando en un programa y obviamente me encantaría que formes parte de él’. Se refería a Antes que nadie, el que hago de 8 a 10 AM con Diego Leuco, Mica Vázquez y Martín Dardik. Y sí, yo soy así: voy por lo que quiero, como Borja, que es el café de especialidad vegano/vegetariano que abrí en la calle República de la India con dos socios, Tomás Trippel y Manuel Castiñeyras, y que, aunque todavía no lo pueda creer, todos los días está estallado”.
–¿Estás pensando en lanzar tu propio podcast?
–Algo del estilo encaré en cuarentena con dos de mis cuatro hermanas, pero ahora que estoy todos los días en la radio creo que ya no tengo más cosas para ventilar.
–No hay dudas de que tu público viene descubriendo una nueva Cande.
–(Lanza una carcajada y asiente) Es que estoy en cualquiera. Bah, yo siempre fui así, pero siento que puedo hablar sin prejuicios ni tabúes. De hecho, a veces en el programa me relajo tanto que me olvido de que estamos en vivo.
-Retomemos la declaración “yo me reprimí mucho”. ¿Fue por tu contrato con Disney?
–¿¡Yo dije eso!? Ay, bueno, no sé si esas son las palabras adecuadas… Obviamente que al trabajar tantos años en Disney debí ser cuidadosa, porque le hablaba a un público muy joven y tenía un contrato que prohibía ciertas cosas. Igual, la verdad, no me resultaba un esfuerzo porque yo era chica, pero ahora tengo más experiencia, más cosas para contar y menos miedos.
–¿Qué se siente hablar con total libertad?
–¡Es hermoso! Me hace sentir súper. Aunque claro, hay declaraciones que provocan que mi mamá no quiera escucharme cuando estoy al aire…
–¿Como haber contado públicamente que usás juguetes sexuales?
–Sí, o como haber dicho: “Me encanta acabar”, cuando en realidad lo único que hice fue decir lo que todos piensan y nadie dice en voz alta. Igual, sé que mi mamá admira la manera en la que mis hermanas y yo vivimos la sexualidad, ya que tenemos una libertad y una fluidez que su generación no tenía.
Por qué Cande Molfese llamó Borja a su café de especialidad vegano
“El local de Palermo Chico en el que abrí mi primer café de especialidad, Borja por Cande Molfese, no es cualquier lugar: es exactamente en donde tuve mi primera cita con mi primer novio, que fue el primer chico del que me enamoré y con el que tuve mi primera vez a los 19 años. O sea, básicamente todo”, describe sin intentar evitar reír la joven que en agosto –y tras seis meses de obra– le dio vida a un sueño que venía alimentando desde hace tiempo: tener un café “vegetariano/vegano con muchas opciones sin TACC en el que se composte, se recicle y no se cobre un cargo extra por la leche de almendras”.
–Tu ex novio, ¿se enteró de esta significativa apertura?
–Sí. No. Bah, ¡no sé! Supongo que quizás por redes, porque ya no tenemos vínculo. Aunque tampoco sé si él se acuerda de que nuestra primera cita fue en ese lugar que antes era un bar medio alternativo llamado Bordó. Yo sí, porque las mujeres nos acordamos de esas cosas. Lo cierto es que estoy feliz porque lo pude concretar. No sólo eso: realmente estoy muy orgullosa de mí misma (ríe).
–¿Quedan muchos pendientes en tu lista de deseos?
–¡Quedan!, siempre hay. De hecho, todos los 31 de diciembre hago una meditación media zen y proyecto en una cartulina las cosas que quiero concretar en el año que arranca. El otro día leí la última y comprobé que hay muchas cosas que ya pude concretar, como mudarme –algo que me tenía mal–, abrir Borja, entrar en un programa de radio, enamorarme, participar en una gran obra de teatro…
–La lista de éxitos es indudable y admirable. ¿La de pendientes?
–(Expande su pícara sonrisa) Me falta estudiar inglés, pero para eso todavía tengo tiempo, y después está mi talón de Aquiles, que tiene que ver con el terreno audiovisual. No se me da tanto como quisiera. Igual tampoco me puedo quejar: el año pasado tuve la enorme oportunidad de ir a grabar a Uruguay la serie Barrabrava, que se estrenará en marzo ¡y con un elenco increíble!: Miguel Ángel Rodríguez, Gastón Pauls, Liz Solari… Talentos tan grosos como Paloma Contreras, quien hoy me dirige en Wellness, la primera obra de teatro independiente que hago. Yo quería estar en esa movida porque, al tener redes sociales tan power, a veces me frustra un poco que no se me vea como actriz o que algunas personas digan sólo: “Ella es influencer”, algo de lo que no reniego, porque es lo que más me da de comer y, a la vez, significa un acceso directo a la gente, pero bueno, la influencer también fue consecuencia de mi carrera de actriz.
Cande Molfese recordó las experiencias más locas con los fans
“Yo viví muchísimas locuras con los fans, pero la más inolvidable la experimenté en Guatemala, de gira con Violetta. Me acuerdo de que estaba en la habitación del hotel con Facu, mi mejor amigo, y de repente por la ventana entró una persona de unos veintidós años cargando una guitarra y me dijo: ‘Cande, ¿me firmás la guitarra?’… ¡¡¡Dentro del cuarto!!!”, recuerda aún sorprendida por la ridícula situación que vivió en el período en el que le dio vida a Camila Torres, la mejor amiga de Violetta (Tini Stoessel) en aquella ficción. “Así como me ves, yo fui la bombacha de muchas niñas durante muchos años. Literal. Estábamos Tini, Lodovica (Comello) y yo estampadas en el frente de las bombachas…”, rememora con la mirada al frente, como declarando algo solemne, antes de ladear su cabeza y explicar con seriedad: “Fuera de broma, a mí, estar ahí, me cambió la vida y me hizo muy feliz. Fueron cinco años de viajar por el mundo, de llenar estadios –porque era la segunda gira más vendida a nivel mundial–, y de vivir momentos que jamás voy a olvidar. Creo que sólo los que estuvimos ahí podemos entenderlo, o quizás también los que vivieron cosas similares con otros proyectos del estilo”.
–Como Gastón Soffritti que integró Patito Feo...
–Exacto. Y eso lo charlamos un montón, eh, porque definió quiénes somos hoy.
–¿Fue difícil volver a enamorarte?
–En los dos años que estuve sola salí con bastantes personas, pero no me enganchaba. Y dos semanas antes de viajar a Ushuaia, me dije: “Basta, no salgo con nadie más”. De hecho, desde el avión le escribí a un chabón que no lo quería ghostear. Le puse algo así como: “Sos un divino y la mejor con vos, pero no me escribas más porque ya está”. Asumí que si el universo me tenía que presentar a alguien lo iba a hacer, ¡y así fue! Igual, no lo voy a negar, es muy loco volver a estar en pareja después de haberme acostumbrado a estar sola.
–Y significó volver a confiar.
–¡Eso ni hablar! Pero después de lo que me tocó transitar, siento que ahora elijo desde el corazón y que ya sufrí tanto que nada va a ser peor. Además, estoy con una persona al lado que no es un diez, sino lo que le sigue.
–Tu pareja anterior, el cantante y actor Ruggero Pasquarelli, lanzó varios temas que muchos asumieron te dedicó a vos. ¿Qué pensás de eso?
–Rugge debe haber compuesto su álbum desde sus experiencias, así como yo hablo desde las mías. Nosotros no terminamos bien, lo cual para mí fue muy doloroso y de mucha desilusión y aprendizaje, e igual yo le deseo lo mejor. Quiero y deseo poder quedarme con el montón de cosas lindas que compartimos: fueron seis años de mi vida, una relación muy importante, mi única convivencia en pareja. Yo depositaba mucho ahí…, pero bueno, eso también me hizo ser quién soy y tomarme el amor de la manera en que me lo tomo hoy.
–¿Sería…?
–Sin ansiedad, ya no la tengo. Hoy creo que el amor tiene que ser libre, sin confundir libertad con libertinaje. Gasti y yo hablamos sobre varias cosas que nos pasan y de los deseos extra pareja que pueden generarse. Obviamente que empezamos hace poquito y eso hace que todo resulte mucho más fácil, pero empezamos a sentar las bases, y eso está bueno. Él sabe todo lo que yo viví y tuvo que bancarme un montón en mis miedos. Bueno, si soy honesta, a mí me costó mucho decir “Estoy con alguien” y empezar a vivirlo. Pero Gasti estuvo muy atento y presente, entendiendo que a mí me hicieron daño, y que cuando a alguien le hacen daño la cosa es difícil. Y con respecto a las canciones de Rugge, si son para mí o no, ¡no lo sé!: si como te dije, él compuso sus temas de acuerdo a sus vivencias, seguro que algunas cosas de ellas sí.
Ahora que salgo todos los días en la radio creo que ya no tengo más cosas para ventilar.
Cande Molfese contó que Gastón Soffritti le da consejos laborales
“Los procesos en general a mí me cuestan: me estreso y empiezo a desorganizarme en la cabeza. Algo de eso viví con los ensayos de la obra Regreso en Patagonia, porque tenía mucha letra que aprender y un montón de horarios, y como soy capricorniana y bastante nerd, para mí todo tenía que salir perfecto. ¡Pero no estaba sola eh!… Fer (Dente) es otro capricorniano, mientras que Franco (Massini) es ascendente en Capricornio. El signo se encontraba bien presente en el elenco, y eso estuvo bueno, porque significa mucha disciplina”.
–Una pregunta para los miles de fans que te fueron a ver: ¿Cuál es tu momento favorito de la obra, el que más disfrutás?
–(Suspira) Me emociona de sólo pensarlo, pero tengo un cuadro musical ¡¡¡a otro nivel!!!, con diez bailarinas, y donde a la vez canto y bailo.
–¿Cómo viene tu agenda?
–Radio por las mañanas y el teatro por las noches. Después, me tomaré la primera quincena de enero (bah, todos en la radio lo vamos a hacer). También filmaré la segunda temporada de Barrabrava y alguna cosita que está por ahí. Siempre todo se termina acomodando. Igual, ahora Gastón me viene enseñando a no decir “sí” a todo y a aprender a elegir más qué cosas hago.
–¿Ya te está aconsejando?
–¡Re! Es El libro gordo de Petete. Muy vivido, el chico.
–¿Y a él le estás dando tus consejos?
–Obvio. Ahora mismo estoy tratando de que se haga vegetariano y le hablo mucho de eso, pero creo que por ahora no lo voy a conseguir (se tienta). Por otra parte, él está produciendo sus propias películas, y verlas antes y decirle qué me parecen me parece buenísimo (hace un silencio)… Me había prometido no volver a estar en pareja con un actor, pero caí de nuevo. ¡Qué cosa seria! Es que son los que más entienden la vida manija que llevo.
–Tan manija que te pregunto: ¿Qué proyectos ya tenés confirmados?, ¿cuál es esa “alguna cosita que está por ahí”?
–Por las dudas no lo voy a decir, ¡no me quiero quemar! (emite una sonora carcajada).
–¿Es internacional?
–No, es nacional… Y sólo vamos a agregar que es de cine. No digo más porque soy medio cabulera, creo que esas cosas hay que guardarlas y, en el pasado, cuando no conté nada de algunos castings, me fue muy bien. Y ojo, que los castings son hostiles: se sufre estando a la espera de una respuesta.
–¿Perdiste algún papel que hayas querido mucho?
–Sí. En Uruguay casteé para interpretar a Fabiana Cantilo a sus veintipico en la serie de Netflix sobre Fito Páez. Pensé que quedaba. Estuve ahí nomás. En el proceso muchos me dijeron que me parecía a ella por mi sonrisa y mi boca grande. Hasta ensayé sus temas, pero no pasó. Hubiese estado bárbaro. Como alguna vez lo sería personificar algún personaje de mala. Creo que me saldría bien. Tengo energía para hacerlo.
–No me cabe duda.
Su historia de amor con Gastón Soffritti
“Nosotros nos conocíamos del ambiente, pero nunca habíamos trabajado juntos ni compartido demasiado. De hecho, durante la cuarentena los dos hicimos una semana del Arte de vivir por Zoom, pero no nos hablábamos. Sólo estábamos en un mismo grupo con Sofi Jujuy, Manuela Viale y otras personas. Pero el último 20 de junio nos contrataron a los dos para grabar una publicidad de un vodka en Ushuaia. Yo viajé con mi mejor amiga y él con su mejor amigo. Cuestión que apenas subió al avión, me acuerdo que la agarre a mi amiga y le dije ‘Epa, bien Soffritti, me parece interesante’, y él le comentó algo del estilo a su amigo. En ese momento no me seguía en Instagram y yo sí, le likeaba fotos, todo, pero de buena onda, no es que lo tenía tan en cuenta… Retomando: esa primera noche nos sentamos al lado en la cena y empezamos a hablar de la vida, de nosotros y de nuestras relaciones. Al día siguiente grabamos, y ya cuando volvíamos a Buenos Aires me pidió el teléfono. Ese mismo día me mandó una captura de un libro del que habíamos estado conversando, y yo le respondí: ‘Buenísimo, lo analizamos en vivo con un vino’. Y ahí quedamos para vernos el sábado. Nos vimos y nunca más nos separamos. Fue todo muy rápido e intenso”.
Por Kari Araujo
Fotos Fabián Uset
Estilismo: Roxana Harris
Retoque digital: Gustavo Ramírez
Maquillaje y peinado: Kar Fakiel (@karfakiel)
Edición de video: Cristian Calvani
Looks: Mija, The Ann Wagners, Lali Ramírez, MyM Torres accesorios y KEAK vintage
Locación: Hotel Grand Brizo Buenos Aires (Cerrito 180, CABA; @hotelgrandbrizo.ba; hotelgrandbrizobuenosaires.com)
Agradecemos a Shirly Potaz, de Soy Prensa, y a Gonzalo Pereira