Además de su evidente pasión por la música y el folklore, Soledad Pastorutti (42) es amante del deporte, en especial del fútbol, y lo dejó en evidencia cuando jugó junto a la Selección Argentina en un evento donde se robó las miradas.
También, disfruta de pasar tiempo de calidad en familia, y recientemente pudo unir todo esto en un fin de semana. La artista vivió unos hermosos días en Arequito junto a su marido, Jeremías Audoglio (45)y sus hijas Antonia y Regina.
Con su pareja, hizo equipo en la cancha, mientras que las jovencitas de 13 y 10 años los acompañaban desde la tribuna. Al partido también se sumó su hermana, Natalia Pastorutti y el encuentro quedó retratado en fotos que compartió en su cuenta de Instagram.
Aunque esta no es la primera vez que juega al fútbol y tampoco, que muestra a su familia en redes, Soledad suele manejar su vida personal bastante en privado y bajo perfil. Aunque, a veces presume a sus hijas y pareja en sus redes, así como los viajes que comparten.
Además, en todos sus proyectos y shows, suelen estar en primera fila acompañándola y aplaudiéndola como sus fanáticos número uno. Su esposo, es su admirador principal, y demuestran que aunque pasen los años siguen mirándose con ojos de novios, así como aprovechan de pasar tiempo a solas y escaparse de vez en cuando.
Antonia es su primera hija, quien la hizo tener el título de mamá cuando La Sole estaba por cumplir sus 30 años. Después llegó el matrimonio con Jeremías, y luego, vino su segunda hija, Regina, quien parece sentirse atraída por el mundo del arte.
En una ocasión, Soledad contó que sus hijas tenían una veta artística. Tocan al piano y también cantan, aunque todavía no se animan a hacerlo frente al público. Sin embargo, ha dejado claro que será feliz de apoyar a sus chicas en lo que decidan ser o dedicarse.
El día que Soledad Pastorutti habló de la posibilidad de que sus hijas sean cantantes
Hace un año exactamante, Soledad Pastorutti dialogó en exclusiva con GENTE, en vísperas de su presentación en el Estadio Movistar Arena, sobre sus futuros proyectos y la posibilidad de que sus hijas sean cantantes: "Si les gusta el arte, las voy a apoyar".
La Sole continúa viviendo en su pueblo de toda la vida: Arequito, localidad del departamento de Caseros, en la provincia de Santa Fe. Pese a las distancias, la artista elige llevar una vida de tranquilidad que comparte junto a su esposo Jeremías, con quien se casó en 2007, y sus dos hijas, Antonia y Regina.
Según contó la propia artista, sus hijas comenzaron a tomar clases de canto y piano. "Incentivo mucho el arte en ellas, toda persona debería hacer algo artístico", detalló Pastorutti. Al ser consultada por GENTE sobre la posibilidad de que las pequeñas siguieran sus paso, fue contundente: "Mirá, no exactamente mis pasos, pero si les gusta el arte las voy a apoyar. Yo creo que el arte, más allá de si se convierte en una profesión o medio de vida, tiene que estar presente en las casas de toda la gente, porque el arte salva".
Por último añadió: "Si no es el arte es el deporte, eso le voy a agradecer toda la vida a mi viejo porque además de la escuela, yo iba a la escuela pública y teníamos un solo turno, me hizo elegir una actividad deportiva y una relacionada al arte. Siempre me alentó y me fue muy bien, el deporte me encanta".