El 11 de marzo de 2019 la vida de Luli Fernández cambió para siempre, con el nacimiento de Indalecio, su primer hijo, fruto de su amor de la modelo y su marido, el abogado Cristián Cúneo Libarona. El niño ya tiene 5 años y su madre comparte los momentos más importantes de su vida en las redes sociales.
En las últimas publicaciones de Indalecio, al nene se lo puede ver cada vez más grande y parecido a asus padres. De hecho, días atrás, la modelo compartió un sentido posteo hablando del crecimiento y de lo que está viviendo su hijo.
"¿Hay algo que nos dé más felicidad que la alegría de nuestros hijos? Nos alegrás el alma Indalecio. Estamos muy orgullosos de vos. Tan bueno, todos tus amigos te adoran y nosotros fascinados con verte crecer", escribió Luli.
Luego, reveló: "Un año más de fútbol que se termina. Y aquí estoy preparando los pañuelos, porque el viernes termina su jardín. ¡Se viene primer grado y estamos ready (listos)!".
En las imágenes que eligió compartir Luli en su posteo de Instagram, se lo puede ver a Indalecio en su última clase de fútbol, donde le dieron una medalla por el logro. A su vez, compartió una postal familiar de ella, su esposo y su hijo, luego de vivir este momento tan importante.
Las espectaculares vacaciones de Luli Fernández y su familia en Japón
A principios de 2024, Luli Fernández viajó a Japón junto a su familia, más precisamente con su marido Cristian Cúneo Libarona, y su hijo, Indalecio. Y en ese contexto ella compartió divertidas postales de una experiencia única visitando una cultura diferente.
"Tokyo Skytree, antes conocida como la nueva torre de Tokio es una torre de radiodifusión, restaurante y mirador construida en Sumida. Es la estructura artificial más alta en Japón desde 2010 con una altura de 634 metros", les contó a sus seguidores en clave influencer viajera.
Indalecio se mostró más que feliz y posó en varias de las fotos que subió su mamá a Instagram. El viaje no le resultó nada ajeno, ya que fue en busca de sus personajes favoritos. "Salimos en busca de Transformers y caímos en esta muestra donde había miles de estos muñequitos en todos los colores y tamaños posibles", señaló la modelo.
"Cristian siempre le inventa historias, todo el tiempo. De todo. Y yo siempre atenta a los carteles, pues me daba pánico que tire uno de esos bichos que sabe Dios cómo se vuelven a armar", agregó Luli sobre su dinámica familiar de viaje del otro lado del mundo.
Sin embargo, no todo fue alegría, ya que ellos se encontraron con un problema: la comida: "Me cuesta. La textura y los sabores son muy diferentes a los que acostumbramos", dijo Fernández. Y remarcó que si bien a ella le gusta probar nuevos sabores, es la primera vez que un destino le cuesta tanto. Aunque se animó a degustar golosinas, en lo que representa una nueva faceta que está mostrando en redes desde que empezó el viaje.