Su nuevo hogar -de más de 20 millones de dólares- se encuentra en el edificio de lujo One Thousand Museum, uno de los últimos diseños de la fallecida arquitecta Zaha Hadid, la primera mujer que consiguió el premio Pritzker, el galardón de mayor prestigio internacional para los arquitectos.
Los Beckham, David y Victoria, residen en Londres y poseen una segunda vivienda, una casa de campo, en Gloucestershire, al sur del Reino Unido. Pero desde que el exfutbolista se convirtió en el mayor accionista del equipo Inter Miami, adquirió una nueva residencia con miras a pasar largas temporadas en la ciudad estadounidense.
Pero la pareja no se conforma con cualquier inmueble y eligió un departamento valorado en 24 millones de dólares, en el que convivirán con tres de sus cuatro hijos: Romeo, de 17 años; Cruz, de 15; y Harper, de ocho.
Su nuevo hogar se encuentra en un edificio de lujo, One Thousand Museum (ya que se ubica en el número mil de su calle) y es uno de los últimos diseños de la fallecida arquitecta Zaha Hadid, la primera mujer que, en 2004, consiguió el premio Pritzker, el galardón de mayor prestigio internacional para los arquitectos.
El inmueble, terminado a finales del año pasado, está situado en el downtown de la ciudad del estado de Florida y tiene vistas a Cayo Vizcaíno, una isla al sureste de la localidad.
El rascacielos, uno de los más altos de Miami, está conformado por 62 plantas donde se distribuyen 84 departamentos: algunos dúplex, otros de planta completa y otros de media planta, con un valor mínimo de cinco millones de euros. Su mayor peculiaridad es que está coronada con un helipuerto, el primero en un inmueble privado de viviendas de la ciudad.
La vivienda ofrece cinco habitaciones, cocinas con acabados de la más alta gama, calefacción, videovigilancia, seguridad privada, cuatro plazas de garaje y aire acondicionado, que además desprende un ligero aroma que se puede personalizar en cada uno de los pisos con el sistema de domótica (automatización de la vivienda) con el que funciona la casa.
Los acabados de lujo marcan la diferencia incluso en las zonas comunes. El edificio cuenta con ascensores de cristal que recorren su fachada realizada en vidrio, así como con piscinas al aire libre y otra cubierta en la planta 60, gimnasio, spa, peluquería, salón de belleza y una zona común donde se pueden realizar presentaciones y eventos privados.