Araceli González (56) habló después de mucho tiempo de silencio y brindó una extensa entrevista en la que recorrió toda su carrera y habló sobre su presente, enfocada en su emprendimiento y alejada de los focos de la televisión.
Sin embargo, uno de los pasajes que más llamó la atención fue su encuentro con una médium, que la sorprendió al confirmar que estaba siempre acompañada y también encontró una justificación para una pasión que tiene desde siempre sin motivos aparentes.
La experiencia esotérica de Araceli González: "Era mi gran sueño"
Araceli González llegó a una médica y canalizadora espiritual en busca de respuestas. Pero apenas la saludó, el clima se enrareció: saludó también a su izquierda y su derecha. Sin entender, la actriz le preguntó por qué. Nunca se imaginó la respuesta: "Tu madre Rosita y tu abuelo Fito, llegaron con vos”, le confió a Infobae.
“Manifestó que en mi vida anterior fui un exitoso arquitecto que murió a fines de los años 20. A fin de cuentas, mi historia se ha tratado de construirme, demolerme y rediseñarme varias veces más de las imaginables”, sentenció, alerta de su historia. Y lanzó: “Yo hubiese sido arquitecta, ese era mi gran sueño”. Según recapitula, Araceli heredó la pasión de su abuelo Fito, que era ingeniero civil por obligación y poeta por elección mientras estudiaba medicina a escondidas.
Sin embargo, ahora disfruta de su faceta emprendedora en G.aracosmetics by Araceli González, el proyecto que ideó junto a su compañero de vida, Fabián Mazzei. “Estoy jugándomela a los 56 con el nervio, el riesgo y la alegría de los 20, cuando todo comenzó”, dijo sobre su proyecto.
Su línea de cosmética y skincare planea exportarse pronto, además de ser comercializada en el Free Shop de algunos aeropuertos. “Sólo creo aquello que siempre he querido tener en mi piel, casi es un juego personal”, aseguró.
Araceli González y su alejamiento de la televisión: "En algún momento me sentí cancelada"
Araceli González lleva siete años lejos de la televisión. Si bien confesó que antes no podía dormir por su decisión, ahora se encuentra muy tranquila en esta nueva etapa de su vida.
En el pasado, experiencias difíciles en el plano laboral: “Digamos que fue muy duro trabajar en un contexto de destratos, de mentiras intolerables, en el cual tus propios compañeros generan situaciones desagradables, muy por detrás. Algo que no volveré a permitir jamás”. En el presente, lucha con la falsa idea de ser inalcanzable y lidia propuestas que no le gustaron demasiado.
“Hay mucha gente que habla de más. Van por ahí generando versiones de algo que no sos. Y entonces se suelta un run-run malintencionado en un medio que es así de chiquito, en el que sólo tres o cuatro son quienes resuelven si trabajarás o no”, apuntó, conociendo el paño.
“En algún momento me sentí cancelada. Pero decidí no hurgar demasiado. Dejé de investigar. Como cuando mis hijos me decían: 'No voy a contarte qué pasó en la escuela porque vas a ir a incendiarla'”, bromeó.
"Respeto mis estados y es por eso que decidí alejarme. Refocalicé la situación una vez más. Me miré, con todos mis valores, mis logros y mis fracasos. A fin de cuentas, ese tránsito me hizo ésta que soy: una mujer con ovarios de este tamaño, sensibilidad extrema, valentía y responsabilidad. Así, parada firme sobre mis riñones, volví al ejercicio de toda mi vida: la reconstrucción del presente que quiero”, dijo sin vueltas, con los pies plantados en el aquí y ahora.
