Fresca, espontánea y enérgica llegó Antonia Bengoechea a la redacción, elogió cada uno de los outfits que la productora eligió para la sesión de fotos y luego se sentó tranquila -cafecito de por medio- a charlar con GENTE. Eso si: admitió estar esperando, un poco ansiosa, la llegada de los Premios Oscar, con Argentina, 1985 -elenco del que forma parte interpretando a la fiscal María Eugenia- ternada como mejor película extranjera. Sobre la importancia de este filme, reflexionó: "Creo que la memoria de un país es importante ya que es constitutiva de nuestras decisiones, de nuestro sentir y nuestro accionar".
Hija, nieta, prima y sobrina de artistas consagrados no reniega de su familia. Desde que tiene memoria, arma sets de filmación en cada uno de los rincones de su casa y tanto sus hermanos como sus padres han sido parte de estas superproducciones que armaba con esmero. Hoy, a los 25 años, asegura estar construyendo su propio camino en la actuación pero admite que, trabajar rodeada de gente que ama, es mucho más cómodo y agradable.
Así se prepara el equipo de Argentina, 1985 para la premiación de los Premios Oscar
—¿Cómo estás viviendo la previa a la entrega de los Premios Oscar?
—No hay tal preparación, pero sí mucha ansiedad. Para mí esto es algo nuevo, pero con todo el equipo estamos muy contentos por todo el recorrido que está teniendo la película. Antes de arrancar la filmación y, también durante el rodaje, sabíamos con lo que estábamos tratando: eramos conscientes de que iba a ser algo importante. Yo me enteré lo de los Oscar mientras grababa otra cosa con otro de los "fiscalitos" y nos emocionamos mucho.
—¿Tenés algún plan para ver la premiación el domingo?
—No organicé aún... Voy a ir viendo sobre la marcha y las ganas que tenga. No soy muy fanática de los premios, para mí no es algo tan real. Estoy aprendiendo a darle el valor que tienen y dimensionar lo que significa. Probablemente nos juntemos con "los fiscalitos" o tal vez se arme algo con la producción pero todavía no lo definimos.
—¿Quiénes van a estar presente en Los Ángeles?
—De los fiscales más jóvenes no va ninguno. Entiendo que allá está el tío Ricardo y Santiago Mitre acompañados. También viajaron otras personas de producción y el equipo. Estamos con mucha emoción y ansiedad porque es una verdadera aventura.
Argentina,1985 desde adentro
—¿Cómo fue el proceso previo al rodaje de la película?
—El primer casting que hice fue para el personaje de la hija de Julio Strassera pero terminé siendo la fiscal María Eugenia. Las dos opciones estaban buenísimas pero me divertía más ser parte de los fiscales jóvenes que llevaron adelante el juicio.
—¿Cómo fue la composición de los personajes de los fiscales?
—Nos ayudó mucho Santiago Mitre y todo el equipo, hubo mucha investigación previa y luego pudimos hablar con algunos de los fiscales que formaron parte del equipo de Julio Strassera. Es una película muy cuidada -se nota muchísimo el laburo que hay de Dirección de arte y montaje, por ejemplo- y creo que es especialmente impresionante la recreación de época: simplemente perfecta. Siento que esos detalles nos ayudaron a todos a la hora de "entrar" en la historia: era imposible no sentirte parte e involucrarte a pleno con lo que íbamos a contar.
—Si bien la película toca uno de los momentos más sensibles de la historia argentina, ¿imaginabas esta repercusión?
—Uno cuando arranca un proyecto nunca sabe la dimensión que va a tener después. En este caso nos imaginamos que iba a hacer ruido por su contenido y por ser uno de los juicios más importantes de la Argentina. Fue la primera vez que en democracia se logró meter preso a los peores represores de nuestro país. De todos modos, siempre supe la importancia que tenía hablar de esta historia.
—¿Cómo viviste la filmación de la película?
—Fueron unos tres meses muy intensos y con un gran compromiso por la historia que estábamos contando. Recuerdo, especialmente, el rodaje de las escenas del juicio: tremendo, real. Además, se filmaron en el mismo salón de Tribunales donde se llevaron adelante las audiencias hace casi 40 años. Es fuerte e importante para los que vivieron ese momento y para los que no, también. Cuando se estrenó la peli muchas familias la fueron a ver con sus hijos y hasta hubo escuelas que llevaron a los alumnos para conocieran mejor la historia de nuestro país, eso me llegan de orgullo y felicidad.
Cómo fue filmar con su tío, Ricardo Darín
—¿En algún momentó te pesó el ser la familiar de...?
—Con lo de ser "la sobrina o hija de..." yo nunca me enganché mucho. El apellido que uso es Bengoechea y entonces no hay mucho tema de comparación. Más allá de eso, la realidad es que no me pesa ser parte de una familia de actores porque, como te decía antes, siento que estoy haciendo mi propio recorrido y lo disfruto mucho.
—¿Es la primera vez que trabajaste con tu tío? ¿Cómo fue la experiencia?
—Fue nuestro primer trabajo juntos y debo decir que me encantó, siempre es lindo muy lindo trabajar con gente que uno admira y quiere. Es divertido porque también compartimos cosas cotidianas que no tienen que ver con el laburo.
—Hace poco dijiste en una entrevista que es raro porque es el tío que te hacía el asado los domingos, pero con el que compartías un rodaje
—Es loco pero estamos acostumbrados a esta situación. En un momento se pierde un poco el criterio, debo decir (se ríe). Lo mismo pasa con gente que no es de mi familia pero, de alguna forma u otra, de pronto comienza a sumarse a tu círculo más cercano. Con la actuación pasa eso: te vas cruzando con las mismas personas en distintos proyectos y te unís mucho. Al interpretar vínculos tan distintos -pero siempre muy intensos- se mezcla un poco el sentimiento pero está bueno y yo, al menos, lo disfruto.
—De hecho ya habías trabajado con Peter Lanzani en varias oportunidades
—Si, es verdad. La primera vez que trabajamos juntos fue en la novela La Leona y hacíamos de pareja. Unos años después nos reencontramos en El Clan como hermanos y ahora en Argentina, 1985 somos colegas. En un punto nos preguntamos: " ¿Quiénes somos realmente?". En muchos casos ( no siempre, claro) se construye una relación de amistad por fuera de lo laboral y esa mezcla es súper divertida.
La relación entre Antonia y Alejandra Darín, su mamá
—¿Le pedís consejos laborales a tu mamá?
—Con mi mamá tenemos un vínculo en el que siempre existe el espacio para charlar y reflexionar sobre la actuación y la vida. Yo disfruto mucho de hablar con ella. Siempre que tengo dudas, mi mamá me ayuda a analizar la situación desde un punto de vista distinto al mío. Eso suma porque nos dedicamos a lo mismo y encima es alguien que me desea lo mejor. Yo soy muy abierta y jóven: creo que uno siempre puede seguir aprendiendo. Me parece importante la humildad y escuchar a la gente que la vivió más que uno. Al mismo tiempo, creo que es importante el recorrido persona y hacer con las herramientas que tenga lo que pueda. Quiero disfrutar y equivocarme, pero armando un camino propio.
—Ya trabajaste con Alejandra, ¿cómo fue la experiencia de estar en el escenario con tu mamá?
—Hicimos una obra de teatro que se llamaba Moscú y hacíamos de hermanas. Creo que fue más raro para ella que para mí. Ella decía: "Nunca nadie arriba de un escenario me dijo 'mamá'. Fue una experiencia hermosa.
—¿Qué te dijo ella cuando vio Argentina, 1985?
—Lamentablemente no pudimos verla juntas. La devolución siempre es positiva, pero no fue una cosa particular. También se le debe jugar que está su hermano y su hija en la misma película... No sé cómo lo habrá vivido.
Antonia Bengoechea: una chica multifacética
—¿Recordás tu primer trabajo como actriz?
—Sí, fue una adaptación que hizo mi papá de una obra de Robin Hood. Yo hacía de duende y tenía una flecha mágica que era invisible, así nos quedábamos tranquilos de que no iba a lastimar a nadie. Fue cuando tenía 8 años porque actúo desde muy chiquita. En mi casa hacía decorados por todos lados y agarraba al primer familiar que estuviera a mano y debía formar parte del elenco imaginario.
—¿A qué edad supiste que querías ser actriz?
— No lo recuerdo exacto pero tengo una familia en la que todos -mis abuelos, papá, mamá y tíos- somos todos actores asi que no sé si era simple zafar de ese destino (se ríe). Es muy valioso para mí poder haber visto de niña este mundo desde adentro sin que nadie me forzara a nada. Viví mi propia aventura, pero era parte del día a día familiar, de mi mundo cotidiano. Para no quedarme sola en mi casa acompañaba a mi mamá al teatro o en grabaciones de televisión que tuviera. Podría haber salido astronauta, pero no pasó.
— Sos actriz y fotógrafa... ¿Cómo llegó esta otra pasión a tu vida ?
—Cuando era más chica ligué una cámara de un tío mío que era fotógrafo. Era la primera que mi abuela le había comprado cuando él era chico y con esa había empezado a sacar fotos. Esa cámara analógica la tuve mucho tiempo de decoración en mi cuarto hasta que me dio curiosidad y empecé a usarla.
— ¿Empezaste a estudiar formalmente fotografía?
—Primero empecé a investigarla y a preguntar a diferentes personas cómo podía usarla. Recuerdo que una vez fui a una casa de fotografía que está en la esquina de mi casa -había ido a comprar un rollo con la intención de empezar a usar esa cámara- y me quedé charlando con uno de los dueños: lo que empezó siendo un par de preguntas terminó siendo una clase magistral que me brindó.
—Y ahí arrancaste a sacar fotos...
—Me entusiasmé y comencé. Igual, fue un proceso de probar con muchísimos rollos. Después mi primo, el Chino, me regaló una cámara digital y usaba los dos formatos. En varios momentos cuando no tuve tanto trabajo como actriz, o cuando tenía tiempo para hacer otras cosas, seguía con la fotografía. Soy bastante multifacetica y me gusta hacer un poco de todo. Para mí la prioridad es hacer algo que tenga que ver con una y me de alegría. Del mismo modo hasta cuidé niños siendo adolescente y ese trabajo, de baby sitter, me encantaba y era divertido.
—¿Trabajaste como fotógrafa profesional ya?
—Si, tuve oportunidad de hacer algunos trabajos. Todo empezó como un juego pero, en cuarentena, colaboré con muchos proyectos amigos. Estábamos encerrados y la fotografía me mantuvo distraída. Laburé con un par de marcas que me gustaban, me mandaban productos y yo sacaba las fotos. También como mi novio, Juku Ares, es músico siempre estamos haciendo alguna tapa de algún disco.... La fotografía siempre está presente en mi vida.
—¿Compartís proyectos con tu pareja?
—Mano a mano laburamos un montón. Está buenísimo porque nos conocemos mucho, estamos hace casi tres años, y siempre tenemos un punto de encuentro artístico. Una vez hicimos un videoclip juntos. Yo estuve con la cámara filmando y quedó buenísimo. Trato de no tenerle miedo al error, hay que mandarse y hacer las cosas lo mejor posible.
Fotos: Chris Beliera
Estilismo: Roxana Harris
Asistente de estilismo: @gimmebright
Maquillaje: @makeupbelenok
Video: Manu Adaro
Looks: @l.a.Womanvintage, @inversaoficial, @laliramirezok, @brigitte.sarto