Emmanuel Vich se ganó el título de "Iconic" y consiguió notoriedad dentro de la casa de Gran Hermano (Telefe). Aunque protagonizó varias peleas, fueron más los momentos de risas y shows que le regaló a sus compañeros y a los fanáticos.
Así, con esa energía que parece imparable, llega al estudio de Revista GENTE, acompañado de su esposo, que capta todo el detrás de escena con su celular, aunque confiesa que a diferencia de Emma, él prefiere mantenerse mucho más bajo perfil y que la exposición que tuvo fue sólo para apoyarlo durante la competencia.
El cordobés cuenta que el día anterior estuvo afinando todos los detalles de sus looks, ya que es muy cuidadoso con su estilismo. ¿Y cómo no? Si se considera un artista nato. Es peluquero y cantante, y un apasionado en general del mundo del espectáculo.
A una semana de la gran final, sigue adaptándose a su nueva vida: con el reconocimiento del público, el reencuentro con su madre -a quien no veía desde hace 4 años y con quien no tenía ningún tipo de vínculo- y con las propuestas musicales que asegura ya le comenzaron a llegar.
Se enciende el flash y se transforma. "Desde muy chico ya era Emma Vich", dice en referencia a su estilo y cómo logra llamar la atención a su paso, por su personalidad y outfits cancherísimos. Pero detrás de ese artista en ascenso, hay una historia de vida con momentos no tan lindos que se anima a recordar y contar en esta charla a corazón abierto donde pasará de la risa a emocionarse.
-¿Qué tan Iconic sos en tu vida real, cuando se apagan las cámaras?
-En mi vida diaria soy mucho más tranquilo. Me gusta compartir mucho con mis perros, con Nico (su esposo), mis hermanas. Me gusta invitarlos a comer pastas los domingos: es una fija con mis hermanas en casa.
-¿Cuántas hermanas tenés?
-Tengo cuatro hermanas, somos cinco y yo soy el mayor. Tengo 32 años y mis hermanas 30, 28, 23 y 16. Andamos juntos para todos lados... ahora si bien no las puedo ver, nos mantenemos en contacto siempre. Ellas están en Córdoba.
- Qué te dicen ahora que saltaste a la fama?
-Mis hermanas están súper felices y orgullosas de mí. Saben que es lo que siempre soñé. Hacer mi música, cantar, bailar. Mostrar mi show y demostrar que se puede salir de cosas feas, del 'no se puede' y todos los juicios que el resto te pueda hacer a vos como artista.
-¿Sentís que cambió algo en vos luego de estar siete meses en aislamiento?
-Gran Hermano me hizo pensar mucho más en mí, proyectar lo que realmente quería hacer después de salir de la casa. Me enseñó a enfocarme, a priorizarme, y, poder liberarme y mostrarme tal cual soy. Me sentí en un lugar seguro de pronto. Donde me daban pelucas, vestuario... donde me sentía yo mismo. Siempre intenté divertirme y divertir a mis compañeros. Incluso llegó un punto que me olvidaba de que estaban las cámaras.
Emma Vich y una infancia marcada por la búsqueda de su identidad
-De pronto te veías como un chico jugando a divertirse... ¿Qué es lo que más recordás de tu infancia?
-Recuerdo cuando era niño haber escuchado mucho la música de Xuxa... esos eran los bailes y shows que yo hacía cuando tenía 3 o 4 años. Era un nene con sueños... esa fue la parte más linda de mi vida. Una etapa que recuerdo con mucha alegría y amor, porque después vinieron cosas feas.
-¿Por qué? ¿Qué pasó después de eso?
-Mis padres sufrieron una crisis de separación... en mi preadolescencia. Ellos estaban viviendo un momento fuerte como pareja y descuidaron a sus hijos, fundamentalmente a mí. Y es cuando vienen los abusos hacia mí por parte de otras personas: por estar vulnerable.
-¿Tuviste alguna charla en específico para decirles a tus padres que sos gay?
-No fue necesario. Ya se habían dado cuenta... aunque hubo muchas peleas, discordias con mi papá y mi mamá porque opinaban lo contrario.
-"No sé si mis papás se peleaban por mí o porque era gay", dijiste... ¿Por qué sentías eso?
-Nunca se los pregunté, pero era lo que yo en ese momento intuía... No sólo era yo, mis hermanas también son gays, entonces ellos tuvieron muchas peleas, pero nunca supimos si era porque sus hijos eran homosexuales o si tenían realmente otro problema matrimonial. Esa situación involucró a toda la familia y fue cuando nos separamos todos.
Abandonar su hogar a los 13 y vivir en primera persona los señalamientos por ser gay
-Vos te fuiste a la calle, ¿y tus hermanas?
-Algunas de ellas se fueron a vivir con mis abuelos. Y yo iba a casa de amigas, porque no quería estar donde mis viejos... Mis amigas me cuidaron y me dieron refugio y comencé a trabajar de lo que sea para subsistir.
-¿Cuántos años tenías cuando te fuiste de tu casa?
-Tenía 13 años.
-¿Tuviste miedo en algún punto? Siendo tan chico y sin tener un lugar fijo a donde pasar la noche...
-Claro que tuve miedo... caminar por la noche bajo la mirada de una ciudad chica, fue de las cosas más duras. Ser señalado, discriminado por cómo me veía o por cómo era. Yo ya en ese momento era Emma Vich, estaba siempre con mis looks llamativos. Era muy fuerte porque recibí comentarios muy feos, golpes, maltratos, abusos... pero siempre pedía ayuda a mis amigas y conocidas.
-La Gata Noelia fue una de las que estuvo en ese momento con vos...
-Ella me asiló en su casa cuando yo era adolescente. Cumplió un rol de madre en mi vida y también de coach... siempre me apoyó con lo que yo quería ser y es muy importante para mí. Soy un hijo en la vida de Noe.
-¿Y durante ese tiempo nunca pensaste en volver con tus padres?
-La verdad que no... Yo ahí me convencí de que "yo podía".
-¿Era una coraza?
-Sí, puede ser... había como una coraza de que "yo puedo". Yo estaba trabajando y sabía que podía comenzar a mantenerme sólo aunque no sería nada fácil.
La vida de Emma Vich en las calles y el apoyo de sus amigas
- ¿De qué te tocó trabajar en aquel entonces?
-Hice de todo... Trabajé en una zapatería... después llevando alimentos a hospitales y a clínicas, era como delivery. También llegué a hacer bizcochuelos para vender. Y lo que más pude disfrutar fue hacer ropa.
-¿Diseñabas?
-Reciclaba ropa que era de mis amigas, que ya no les gustaba o les quedaba grande, me compraba tarritos de tempera y entonces intervenía esas piezas. Les hacía estrellas, corazones u otras figuras. Las customizaba con brillos y se las revendía a mis mismas amigas (risas).
-O sea que pese al terrible momento que estabas pasando, seguías soñando con ser artista...
-Siempre. Nunca dejé de sentirme inspirado. Buscaba la forma de hacer cosas que me hicieran olvidar lo otro que no era tan lindo en mi vida.
-¿Recordás qué te hizo tomar la decisión de dejar la casa de tus padres?
-Mi mamá tiene una frase muy dura de desapego... Siempre decía: 'Nacimos solos y morimos solos'. Ella es italiana y es muy dura. Y esa frase en particular estuvo muy presente dentro de mi casa y un día me dijo: 'Si no te gusta esto, te vas'... Me fui porque no me gustaban los maltratos que habían entre ellos y de ellos hacía mí. Y a la vez, estaba descubriéndome y dispuesto a decirle al mundo que soy gay y a no tener que ocultarme. Fue una parte muy dura para mí.
Emma Vich y elemocionante reencuentro con su mamá: ¿Llegó el perdón?
- En una de tus charlas en GH dijiste que sólo esperabas recibir un abrazo, un beso y que tu mamá te dijera: 'Hijo, perdón'. Ahora que la viste, ¿eso sucedió?
- Sí, pasó (se emociona). Fue en la final de Gran Hermano, que estaba ella esperándome.
-¿Cómo fue ese momento?
-Fuimos a un cuarto privado que nos permitió la producción, donde estuvimos sólo nosotros. Ahí pude estar con mi mamá que además está pasando un momento muy duro porque perdió a su hermano mientras yo estaba dentro de la casa. Él fue también como mi padre, así que fue una mezcla de emociones.
-¿Qué te pasó por la mente al ver a tu mamá en la tribuna? ¿La esperabas?
-No tenía ni idea... sentí mucha emoción.
-¿Recordás qué fue lo primero que te dijo cuando estuvieron a solas?
-Me dijo: 'estoy orgullosa de vos. Sos mi ganador'. No dijo 'sos el ganador', dijo: 'sos mi ganador'. Ay basta, que me emociono (se quiebra y se ventila la cara). Me emocioné mucho... nos abrazamos, nos besamos y bueno, se tuvo que ir porque ya me tenían que llevar al aislamiento nuevamente, y no nos volvimos a ver por ahora.
-¿Cuánto tiempo tenías sin verla?
-Tenía un montón de tiempo sin verla, como cuatro, cinco años. Mis hermanas tenían un poco de contacto con ella y así yo sabía cómo estaba, pero nunca habíamos hablado. Había una barrera entre nosotros... era complicado. El orgullo era bastante feo de ambas partes.
-¿Y después de ese íntimo encuentro sentís que la perdonaste?
-Sí, siento que la perdoné definitivamente. Siento que me perdonó ella a mí también, y ahora nos hablamos por WhatsApp (sonríe). Hace días que nos escribimos todos los días, y ella está muy emocionada con todo lo que me está pasando. Me dejó en claro que acepta mis tiempos, y cuando yo la pueda volver a ver, me recibirá. No me quiere presionar y sólo quiere que esté bien.
-¿Y tu papá? No lo mencionás mucho...
-Poco y nada hablé de mi papá en Gran Hermano, pero es porque hay un vínculo más corto que con mi mamá. Intercambiamos mensajes o llamadas, pero normal. No es algo que me afecte demasiado. Tenemos una relación muy puntual.
Emma Vich y el capítulo que marcó su vida
-Fuiste víctima de abuso... ¿y tus papás lo supieron en ese momento?
-Ellos no se dieron cuenta en el momento y yo me fui al tiempo de la casa (voz entrecortada).
-¿Y cuándo pudiste contarlo?
-Un día decidí decirle a mis papás, pero no me creyeron. Siempre pasaba lo mismo... En esa ocasión fue un primo, pero con el tiempo fui recordando que había sido abusado desde antes por esa persona.
-¿Cómo fue para vos canalizar todo esto si tus padres no te creían?
-La verdad no sé cómo lo superé... Creo que fue la vida misma, que me hizo darme cuenta que hay mucha gente mala, y mucha gente que quiere dañar a niños vulnerables. Así que lo entendí como que yo era un niño que estaba vulnerable y se aprovecharon de mí.
-¿Sentís que eso dejó secuelas en vos, incluso ahora en tu vida adulta?
-Totalmente... me pasó que tenía muchas inseguridades a la hora de relacionarme con otros hombres, con conocer gente o hasta con parejas. Por eso fui virgen hasta los 20 años... me costaba desenvolverme íntimamente. Eso cambió cuando conocí a Nico. Mi primera vez fue con él y fue mágico, porque fue con mucho amor y muy cuidado desde ese día.
El amor que superó todas las barreras y prejuicios
-¿Qué significa Nico en tu vida?
-Es el amor de mi vida. Fue mi contención, mi mejor amigo, amante, mi compinche. Nos conocimos en Córdoba por amigos en común y empezamos a acercanos más cuando tenía 18. Estuvimos dos años de novios y después nos casamos.
-¿Qué fue lo que más te enamoró de él?
-Me enamoré de su bondad... es una persona que da todo lo que tiene y más a las personas que le importan. Es muy amable, muy respetuoso y muy carismático.
-¿Cómo vivieron el casamiento? Él venía de ser militar, y vos de haber sido muy discriminado por tu sexualidad...
-Sentimos el apoyo de todos y en particular de uno de sus jefes. Apoyó que nosotros nos casáramos, a pesar de que fue algo muy improvisado.
¿Cómo así?
-La idea se nos cruzó por la mente un día que estábamos acostados viendo una peli, y nos auto preguntamos si queríamos casarnos. Ninguno le preguntó al otro (risas).
-Una propuesta inusual...
-Sí, (risas) y al otro día me sorprendió Nico con el turno para el civil que era a los dos días.
-Ya tienen diez años juntos. ¿Hablan de futuro? ¿les gustaría formar una familia?
-Sueño con ser papá con Nico. Sueño con poder adoptar o poder tener un hijo. De cualquiera de las formas va a estar bien, pero sí es un sueño. Me proyecto como padre. Me proyecto con mi carrera musical y también me gustaría poder generar los ingresos suficientes para formar esa familia que anhelo.
-¿Lo ves como una meta a corto o largo plazo?
-La verdad es algo que me falta en mi vida y que siento que me llenaría mucho, porque tengo mucho amor para dar, soy muy cariñoso, muy mimoso y entregado. Amo a mis sobrinas, a mis ahijados, y eso me confirma que si tengo un gran deseo de ser papá, pero el tiempo dirá cuándo.
Fotos: Martina Cretella
Videos: Candela Petech
Maquillaje y pelo: Daniel Brizzi. Looks: Las Cleo, Lamda y Santana Clothes.
