Agostina Spinelli se fue este lunes a la madrugada de la casa de Gran Hermano (Telefe) por decisión propia, y en la noche del martes estuvo presente en el piso del programa conducido por Santiago del Moro, lista para dar sus explicaciones. También estaba Licha, quien se vio un poco eclipsado por la situación de su compañera.
"La verdad es que yo me fui porque ya venía de una semana muy heavy. Creo que la entrada del último repechaje me hizo...", dijo la policía mientras movía sus manos alrededor de la cabeza, como dando a entender que había sentido un mareo o confusión.
Fue ahí cuando Del Moro le remarcó que, desde afuera, se vieron tres etapas en su juego: "Una es cuando tenés el mano a mano con Flor (Cabrera), cuando lo das vuelta y la sacás de la casa. Ahí vos ya te sentías fuera de juego".
Y precisó: "Después entra Romina (Uhrig), te carga de información y te empodera desde un lugar que te pasás tres pueblos. Y por último, la llegada de Cata (Gorostidi), esa amiga que esperabas y que entró distinta, rara". Ella asintió en todo.
Para Agostina, todo se precipitó durante la cena del sábado de los nominados, en dónde se peleó fuerte con Furia y terminó recibiendo una amenaza de muerte. Luego, se fue Licha por decisión del público, quien era su último aliado adentro del reality de convivencia.
Así fueron las últimas 48 horas de Agostina adentro de la casa de Gran Hermano
El domingo Agos entró al confesionario de GH y manifestó su deseo de abandonar la casa. “Me quiero ir, no quiero seguir así. Hay gente con mucha maldad y acá no quiero seguir, hay situaciones que me superan como esta por ejemplo”, comentó la participante haciendo referencia a la amenaza de muerte que recibió por parte de Juliana en la cena de los nominados.
Luego de horas de incertidumbre, pues las cámaras se habían cortada, el lunes confirmaron desde la producción de Telefe a través de sus programas la ya comentada noticia: finalmente, Agostina había abandonado la casa. Es por eso que el martes a la noche, ella enfrentó al panel de Gran Hermano y explicó los motivos por los que se quiso ir.
En este contexto se mostraron las imágenes de cómo fue el momento en el que agarró su valija y abrió la puerta hacia el mundo exterior. También se conoció la reacción de sus compañeros: todos shockeados, y las únicas que quedaron sin saludarla, que fueron Cata y Furia, por motivos lógicos de rivalidad.
Fue también ahí que ella se enteró que su banca afuera era importante, ya que solo recibió el 4,5% del total de los votos negativos en la última placa de eliminación, algo que sorprendió a propios y ajenos a la estrategia.
Uno de los comentarios que más rebotó desde la salida de La Poli fue el que hizo Juliana, quien hablando con sus compañeros expresó feliz: “Qué bueno, ahora me voy a poder sentar en el sillón sin tener que ver su cara de or..”.
Sin dudas la participante tatuada está logrando su cometido de ir eliminando a sus adversarios, convirtiéndose en la mejor jugadora de la historia de Gran Hermano, según Cristian U. y Gastón Trezeguet, dos emblemas de la versión local del reality show.
