Faltan pocas semanas para la vuelta de Bake Off, en esta oportunidad con Wanda Nara en la conducción y participantes famosos. En este contexto, Damián Pier Basile, el ganador de la edición de 2020, habló con revista GENTE y compartió detalles de cómo este formato cambió su vida y qué es lo que hace hoy en día.
La vida de Damián Pier Basile después de Bake Off
-¿Qué hiciste después de ganar Bake Off?
-Lo primero que hice fue aprovechar la pandemia para capacitarme, hice muchos cursos online. Luego empecé a dar clases de pastelería básica, de decoración de tortas, que era lo que más me pedía la gente. Como me dijo Christophe (Krywonis) en su momento, ‘tenés que capitalizar tu paso por la TV’, y creo que eso fue lo que hice. Entonces empecé un proyecto para aprovechar la exposición y la gente que me seguía, por lo que dure… Por suerte pasaron ya más de cuatro años y sigo teniendo cada vez más alumnos y más llegada al público. Así que estoy muy contento por eso.
-¿Hoy vivís de la pastelería?
-Sí, hoy vivo más que nada de dar clases online y presenciales. Y de vez en cuando también me gusta hacer tortas para famosos, que eso lleva a que la gente me encargue tortas, pero no es realmente a lo que me dedico. Quiero dedicarle mucho tiempo a las redes sociales, a estar asociado con ciertas marcas también. Por ahí me conviene más vender mis clases, que ponerme a hacer tortas.
-También tenés clases grabadas…
-Sí, eso es lo que me beneficia. Me fui armando un estudio, fui aprendiendo todo lo que hay que hacer para que la clase sea didáctica y que la gente la pueda hacer desde su casa, en el tiempo que quiera. Pero cuando fue terminando la pandemia, me pidieron presenciales y estoy haciendo cada vez más. Tratando también de buscar un lugar donde hacer una pequeña escuela física. Arrancando de a poquito, todo a pulmón, solo… No tengo socios ni inversores.
-Al principio te habías asociado con una compañera, Agustina Guz, que tenían un emprendimiento ‘Espacio de a dos’. ¿Qué pasó con eso?
-Yo en principio di un par de clases solo y después nos asociamos con ella. Nos complementábamos muy bien, porque yo tenía la parte más creativa, me animaba a probar cosas nuevas, y ella siempre fue muy técnica. Entonces, entre los dos logramos un equilibrio muy copado para enseñar, porque le dábamos varias opciones a los alumnos. Luego ella se empezó a dedicar al diseño de indumentaria y la pastelería quedó de lado, por lo menos por un tiempo.
-¿Te molestó que haya dejado de lado la pastelería y el emprendimiento que tenían juntos?
-Sí, en un principio me enojó un poco la situación. Porque cada vez estaba más ocupada y nunca fue un corte claro. Yo seguía esperando, seguía trabajando… y en un momento dijimos ‘nos sentamos, lo charlamos y le ponemos fin a esto’. Y esto me dio a mí una oportunidad de hacer un montón de cosas, dependiendo sólo de mí. Porque por ahí teníamos que llegar a un acuerdo, que los dos tengamos tiempo… Así que aproveché para hacer un montón de cosas que siempre quise y las tenías pendientes.
-¿Te queda algún sueño en la pastelería puntual por cumplir?
-Además de crear la escuela… Todo lo que a mí me gusta ya lo hice, pero de todo eso quiero un poco más. Ya trabajé en televisión, estuve en dos programas… Sé que el medio es difícil, que hay que saber golpear puertas, y yo por ahí me concentro tanto en mis clases que no me dedico tanto a buscar por este lado. Pero sí, me gustaría mucho trabajar en tele nuevamente. También me gusta mucho dar clases, por eso estoy con este sueño de ver si puedo trasladar todo lo que hago ahora virtualmente, a un lugar que sea totalmente mío, y que vaya creciendo a su tiempo.
-Decías que te gustaría volver a trabajar en la televisión, ¿te gustaría tener una participación en Bake Off?
-Me encantaría participar en Bake Off, darles consejos a los participantes o plantear algún desafío. Igual sé que no va a ocurrir, porque en el tercer Bake Off, en vez de llamarme a mí como ganador de la temporada anterior, llamaron a gente de Masterchef Celebrity. Así que este año seguramente se van a olvidar completamente de mí. Además, con una de las personas del jurado tuvimos un pequeño malentendido, entonces es difícil que me llamen.
-¿Con quién tuviste un malentendido?
-En un momento me indignaron unas cosas que subió Maru Botana a las redes sociales y salí a decir un par de mis verdades, sin medir a cuánta gente le podía llegar. Después entendí que no era tarea mía juzgar el laburo de nadie. También expliqué que no es algo personal con ella, de hecho, la primera receta de cheesecake con la que me lancé a la pastelería, era una de ella que encontré en Internet.
-¿Con qué tenía que ver tu indignación con Maru Botana?
-Fue una indignación que yo tuve porque trabajé con un montón de gente que hacía pastelería a pulmón y que aprendía por redes sociales o lo que podía llegar a ver en Internet, al no poder acceder a un curso. Y eso es también lo que me pasó a mí, yo aprendí de esa manera. En ese momento veía que estaba enseñando algo que estaba mal y la gente terminaba tirando mercadería… eran los comentarios que me llegaban a mí. Me dio un poquito de impotencia por ese lado, pero después entendí que no estoy en posición de juzgar, porque cada uno hace lo que puede.
El trabajo de Damián Pier Basile en las redes sociales
Desde de ganar Bake Off, Damián comenzó a trabajar mucho en sus redes sociales. Es que, a partir de ese momento comenzó a subir videos mostrando las diferentes tortas que hace y también comparte recetas con sus 658 mil seguidores en su cuenta verificada. También creó dos cuentas secundarias, una en la que comparte sus cursos, con 135 mil seguidores, y la suya personal, en la que tiene 16 mil seguidores.
-¿Cómo te llevas con el hate en las redes sociales?
-Por suerte no tengo mucho hate, porque yo siempre me muestro cómo soy. Calculo que es por eso, porque yo muchas veces le muestro a la gente que estoy haciendo una torta y si algo no me salió, también lo muestro y digo ‘miren, se me rompió esto o me paso esto porque hice tal cosa’. Es como que muestro mi lado vulnerable y no me hago el fuerte, entonces no tienen mucho por lo que golpearme. Igualmente, sí me pasaba en un principio que me decían cosas por la estética o por mis ojeras. Es muy dañina la gente en las redes sociales, pero bueno, aprendí a no darle bola o a veces también me descargo respondiendo, y la gente también se copa defendiéndome.
La vida de Damián Pier Basile fuera de la pastelería
A pesar de que Damián mantiene en su privacidad su vida sentimental, en sus redes sociales se pudo ver en varias oportunidades que compartió postales con su actual pareja, de quién está muy enamorado.
-Estás en pareja, ¿viven juntos?
-No, no vivimos juntos. Nos conocemos hace muy poco, unos 6 meses, pero fue todo muy de golpe. Él también es gastronómico, entonces encontramos una conexión que nos gusta mucho. Él me puede apoyar mucho en mi trabajo, y él abrió un local hace poco, así que también lo puedo apoyar yo. Además es muy compañero, cosa que me viene muy bien cuando por ahí paso muchas horas laburando con lo mismo, con un trabajo repetitivo… Me hace una muy buena compañía.
-¿Tenés algún sueño por cumplir en cuanto a lo personal? ¿Te gustaría tener una familia?
-Me pasa que por momentos sí me gustaría tener una familia, pero primero quiero hacer muchas cosas y no soy una persona que se pueda dividir mucho las prioridades. Me gusta mucho viajar, siempre viajo para probar cosas nuevas, para aprender sobre otras culturas. Siento que tengo que trabajar un montón todavía para poder darme el gusto de tener empleados que hagan las cosas por mí y yo poder estar tranquilo.
