Con calma y sin sobresaltos, Nicolás Grosman quedó en el tercer lugar de Gran Hermano y al salir se encontró con un mundo totalmente diferente al que había dejado. Con más de 500 mil seguidores, grandes propuestas laborales y un nutrido fandom, reflexiona: "La fama puede ser pasajera, hay que tener los pies en la tierra".
A sus 21 años se define como modelo, músico y cantante. "Siempre fui multifacético", declara entusiasmado. Además, habla sobre su gran pasión por la oratoria y las ganas que tiene de ayudar a otras personas que estén atravesando un momento difícil en sus vidas.
Además, como era de esperarse responde sobre sus sentimientos hacia Flor Regidor, la joven modelo que conoció dentro del reality show, y con quien generó el "Florico", un fandom súper presente y potente.
El extraño sentimiento que le quedó a Nico Grosman tras su paso por Gran Hermano
—¿Cómo fueron tus primeros días?
—Bastante bien... Aún shockeado con todo lo que está pasando. Es difícil acostumbrarse a este ritmo todavía. Es muy distinto el día a día y todo lo que se te cruza por la cabeza cuando termina un programa así. Ahora le queda a cada uno demostrar qué quiere hacer y qué quiere lograr. La verdad es que estos días son bastante cargados, pero estamos tratando de disfrutar...
—¿Te está costando disfrutar?
—Trato de disfrutar, pero te agarran esos momentos de querer leer todo o querer estar con todos. Lo más importante es saber decidir y no querer abarcar todo. Hay que estar con la mente ocupada...
—¿Qué fue lo que más te costó tras estar siete meses aislado?
—A mí me costó mucho volver a mi casa. Yo me acostumbré mucho a la casa de Gran Hermano... Yo vivía en Ramos Mejía con mi hermana, mi mamá y mi perro. Teníamos una vida súper familiar y tranquila. Yo estaba estudiando y haciendo cosas de trabajo. También creaba contenido en las redes sociales porque quería hacer algo nuevo. Ahora que salí me dieron ganas de experimentar el vivir solo y cambiar el rumbo... Te obligás a exigirte.
—¿Qué sentiste cuando volviste a tu casa familiar?
—Me sentía como si hubiera sido todo un sueño. Llegué y mi hermana me había preparado un par de regalos para darme la bienvenida. Ahí pensaba en que no podía creer que había terminado todo. Pensá que al salir en la final no vimos más galas. Todo había terminado... Se terminó y listo: volví a la realidad. Hay que tratar de ir adaptándose poco a poco.
—¿Te quedó alguna maña de Gran Hermano?
—Sí, el micrófono. Nosotros todos los días nos despertábamos con el micrófono y lo teníamos todo el día puesto. Al salir me tocaba el pecho buscándolo o por ahí si querés contar algo intentar hacerlo más bajo para que no te escuchen... Igualmente se escuchaba todo. El tema de las cámaras y el mic es lo más difícil de sacarse de encima.
-¿Qué más?
-Después de estar viendo 4 paredes todos los días es raro salir y ver autos, calles y gente. Algo muy loco que me pasa es que cuando estoy separado de todos los chicos tengo una necesidad de saber qué están haciendo todo el tiempo y quiero saber cómo están. Cuando estamos juntos la necesidad de usar el celular o de querer hacer muchas cosas se calma. Es como un código compartido con ellos porque es algo que no compartiste con nadie más.
Cómo fue volver a su casa tras 7 meses de aislamiento
—¿Cómo fue la primera noche que dormiste en tu habitación de toda la vida?
—Fue re lindo... Era la sensación de volver a tu cama y de estar tranquilo. Se extraña mucho el reality y tuve esa sensación pero con la tranquilidad de saber que ya había terminado.
—¿Cómo fue el reencuentro con tu familia?
—Fue increíble... Estaban todos muy emocionados. Ya me junté con casi todos, pero con charlar una hora no se puede contar todo lo que se vivió en 7 meses.
—¿Cómo te llevás con tu mamá y con tu hermana?
—Me llevo súper bien. Mi hermana tiene 15 años así que imaginate que era furor en el colegio... Me dice que siempre le preguntaban por mí. Me llevo re bien y tengo buena relación con mi familia.
—¿Y cómo es tu vínculo con tu papá?
—Nos llevamos bien también. Somos muy unidos y compartimos muchas cosas juntos.
—¿Cómo viviste la separación de ellos?
—Yo tenía 11 años y fue re duro. Cuando uno es chico no lo entiende, pero con el paso del tiempo me di cuenta que tenía que ser así y había que aceptarlo. Aparte, después te das cuenta que tenés doble casa y vacaciones (risas).
Lo que realmente siente por Flor Regidor
—Además de resultar uno de los finalistas, saliste con novia...
—¡Sí! La verdad es que ella es increíble. Tiene una personalidad única y es una piba con una garra... Es hermosa y buena persona. Acá afuera nos estamos conociendo, pero nos divertimos mucho y la pasamos bien.
—La última vez que hablamos con Flor ella todavía vivía en la casa con sus papás, ¿cómo se están organizando para verse?
—Sí, vivía en zona sur con su familia y ahora ya vive sola en un departamento. Siempre que podemos nos vemos, grabamos cosas para los "floricos". Lo disfrutamos y es algo muy lindo que los dos nos llevamos.
—Aparte ella ya pasó lo que vos estás viviendo en esta readaptación...
—Sí, ella me re acompaña mucho porque ya la vivió. Aparte ella me apoyó mucho mientras estuve dentro del reality. Siento una gran compañía de su parte. Es re lindo estar con alguien que ya vivió esto y que te puede ayudar.
—¿Imaginabas que ella te iba a esperar tanto tiempo?
—Podría haber pasado cualquier cosa, pero ella estaba dispuesta a bancarme. Nosotros generamos un vínculo re lindo y re fuerte. Para mí fue re lindo el casamiento y haber visto todo lo que ella hizo por mí. Me esperaba esta actitud porque era algo que habíamos hablado.
—¿Cómo se llevó con tu familia?
—Es re loco porque todos ya la conocen o ya sabe cómo fue nuestra historia. No tengo nada para contarle a mis amigos... Igual, lo vivo como una ventaja, eh. El otro día conocí a la familia de ella... Esto recién empieza.
—¿Te imaginabas enamorarte o engancharte así con alguien?
—¡No! Para nada... No era la idea, pero pasaron cosas...
—Y además generaron un fandom impresionante...
—Es re lindo. A nosotros nos hace re bien ver esas demostraciones, nos re acompañan. Nos dicen que quedamos muy lindos y nos piden que creemos cosas juntos. Les súper agradecemos y además de tener nuestro tiempo de calidad buscamos devolverles el cariño por las redes sociales.
—¿Cómo te imaginás el futuro con Flor?
—Trato de verlo paso a paso porque hay que ir así con todo. Hay que saber hacia dónde uno quiere ir, pero no hay que matarse la cabeza. Hay que ir de a poquito... Es el día a día. Nos gustaría seguir, obvio...
El camino espiritual que quiere compartir con sus fans
—En cuanto a tu vida profesional, ¿cómo imaginás tu futuro?
—¡Con varias cosas! Ya hacía modelaje antes de entrar a la casa... También me gusta mucho la música y me gusta mucho la oratoria y dar charlas. Aún no estoy encasillado con nada, eh. Quiero seguir experimentando...
—¿Cómo sería lo de las charlas?
—Tratar de comunicar una idea o un mensaje que a la gente le pueda hacer bien y ayudar en sus vidas. Quiero que vengan a verme y cuando se vayan que sientan que se llevaron algo.
—¿Qué tenés para darle a otras personas?
— Soy muy pasional comunicando cosas que me gustan o que a la gente le sirve. Se me nota cuando hablo de algo que me gusta y creo que aplicado a una idea bien comunicada sobre un tema que a alguien le pueda servir o ayudar, creo que puede cambiar vidas o ayudar a la gente que en ese momento necesite de un empujoncito...
—¿De dónde surge esa vocación de querer ayudar a la gente?
—Me sale de la lectura de libros... En pandemia arranqué a comprar varios de espiritualidad y desarrollo personal. Están buenos, pero si te pasás tiene una contraparte.
—¿Cuál sería?
—Que si te la pasás leyendo te puede hacer que no hagas tanto. Uno aprende más haciendo. Surge de ahí la idea.
—¿Qué te estaba pasando en la pandemia como para llegar a ese tipo de lectura?
— Quería ir por un camino diferente... Me llamó la atención. Pensá que en ese momento yo iba al colegio, pero no me ocupaba tanto tiempo porque era virtual... Hacer música, leer y entrenar fueron las cosas qué más me sirvieron en la pandemia. Empecé a seguir a youtubers que hacían conferencias y me pareció que estaba buenísimo. Me interesó saber dónde habían aprendido y qué habían leído para llegar a eso.
—¿Cuál fue el libro que te marcó?
—El que más me gustó es de Viktor Emil Frankl y se llama El hombre en busca del sentido. Es de una persona que estuvo en los campos de concentración en la segunda guerra mundial y contaba que lo único que los mantenía vivo era encontrarle el sentido a las cosas. Es un libro con mucha reflexión y que me marcó mucho.
Su vida entre el modelaje y la música
—¿Cómo iniciaste tu camino musical?
—Hice canto durante 3 años porque la pasaba muy bien. Me sirvió mucho para canalizar la energía por ahí. Encuentro mucho placer a transmitir un mensaje a través de la música. Estoy dispuesto a seguir con eso... También me compré una guitarra a mis 14 años, me pintó de la nada, arranqué a tocar de a poco y después me pasé más al canto. Es una disciplina que tuve y aprendí de forma autodidacta. Lo disfruto mucho... Le pongo mucha pasión.
—Dentro de la casa había varios músicos, ¿van a armar algo?
—¡Obvio! Esto recién arranca y hay mil cosas para hacer. Estaría buenísimo armar colaboraciones, pero entiendo que es un camino largo que por momentos es grupal y en otros es individual. También me gustaría hacer actuación... Siento que debe estar muy bueno...
—¿Cómo arrancaste tu carrera de modelo?
—Tenía aproximadamente 17 años... Estaba con unos amigos en mi casa y uno me dijo: "Ponete esta camisa y caminá un poco por ahí...". Al toque me dijo que mandara fotos a una agencia, hice eso y al toque me llamaron.
—¿Te imaginabas siendo modelo de chico?
—Sabés que no... Me imaginaba haciendo algo loco, pero me costaba imaginarme de grande. SIempre pensé en disfrutar y son cosas que se aclaran con el tiempo. Todas las cosas que te cuento ahora son pasiones que me surgieron más de adolescente.
—Antes del reality estudiabas marketing, ¿vas a terminar la carrera?
—Sí, en algún momento me gustaría terminarla. El estudio es algo muy importante para mí y sirve un montón... Me gustaría recibirme algún día. Sería un gran logro personal, pero es un plan a largo plazo.
Fotos: Rocío Bustos