New York, New York, A mi manera (My way), Te llevo bajo mi piel (I’ve got you under my skin) y Extraños en la noche (Strangers in the night) fueron algunos de los clásicos que Frank Sinatra cantó durante seis funciones en el Hotel Sheraton y el Luna Park de Buenos Aires en agosto de 1981, en su única visita a la Argentina. Ocasión en la que, según el propio intérprete, dio "el mejor show que haya hecho en mucho tiempo".
Su llegada revolucionó al país. Es que la leyenda de la música que arribó a Buenos Aires aquel 2 de agosto de 1981 junto a su esposa Barbara, tenía 65 años y, aunque estuviera lejos del pináculo de su carrera Argentina lo recibió con todas las presentaciones sold out.
Aunque muchos señalan que el artista se recluyó en el hotel Sheraton -lugar donde dio 4 presentaciones exclusivas-, y que conoció poco y nada de la ciudad, en la que fue la única entrevista a un medio en mucho tiempo el cantante y actor estadounidense le reveló a GENTE que estaba fascinado con el público: "Ya amo este país aún sin conocerlo. Me gusta la gente, me gusta el público".
La trama secreta de la única nota que dio Frank Sinatra en Argentina y en mucho tiempo
De impecable traje negro y moñito al cuello, Sinatra brindó primero cuatro cena-shows para invitados especiales y espectadores que pagaron miles dólares en el Hotel Sheraton (5, 6, 7 y 8 de agosto). Cuatro fechas que serían la antesala de los dos siguientes conciertos en el mítico estadio Luna Park (9 y 10 de agosto), que el artista calificó como los "mejores" espectáculos que dio en mucho tiempo.
Si bien Sinatra tuvo exigencias durante su estadía en suelo porteño –como cualquier estrella de Hollywood– para la prensa internacional era moneda corriente relatar los caprichos o arbitrariedades del artista. Sin embargo, lo que sorprendió de aquella visita al país fue que haya dado un reportaje periodístico, una práctica que había abandonado hace veinte años aproximadamente.
Ahora bien, la realidad de aquel reportaje que GENTE consiguió durante la millonaria visita de Frank Sinatra al país, fue toda una jugada maestra, en la que Palito Ortega y Ricardo Finkel fueron los responsables. O por lo menos la leyenda americana así lo señaló al momento de ser consultado por la gran excepción que hacía. "Por ellos", respondió mientras los apuntaba con el dedo.
Aunque con condiciones, el artista pidió mantener la intimidad de las reuniones que se hacían en la suite presidencial del piso 23 del hotel Sheraton, habitación donde se hospedó durante su estadía porteña. Era muy común que Sinatra recibiera amigos y extraños luego de cada show. Bajo ese marco, fueron dos las oportunidades en las que GENTE pudo acceder al cantante y saber de primera mano cómo estaba viviendo su visita en Argentina.
Frank Sinatra: su visita
"Tengo muy buenos amigos en la Argentina. Sabía por lo tanto muchas cosas de este país. Pero nunca encontraba el tiempo para venir. Y tampoco se daban las garantías", explicó. Asimismo, tras preguntarle por las garantías a las que hacía mención, Sinatra señaló el problema de la "subversión" en el país, y la calidad de los promotores.
"Encontramos dos personas serias, meritorias y excelentes como Palito Ortega y Ricardo Finkel. He conocido -en casi 20 años- a por lo menos 20 promotores de la Argentina. Ninguno me entusiasmó. A mí, fundamentalmente, me interesa el éxito, como consecuencia de una buena organización", destacó sobre los mencionados, quienes fueron pieza clave para su llegada al país.
Y reveló una confidencia para dejar sentada su postura: "Hace unos años, un empresario brasileño me ofreció dos millones de dólares para viajar a ese país. '¿Qué hace usted?, ¿Qué tiene?', le preguntamos. 'Dos restaurantes', nos dijo. 'Entonces, siga con ellos', les contestamos".
El momento más íntimo de la charla con Frank Sinatra
Tras romper el hielo, Sinatra hizo un giro familiar en la conversación y recordó con tristeza la muerte de su padre, Martin Sinatra: "Me hubiera gustado tener un hermano para compartir ese dolor". También habló de su nieta Amanda, de cinco años, con quien todas las tardes se comunicaba por teléfono: "'Traeme muchas remeras con cosas de Argentina', me dijo. Me causó mucha gracia porque era primera vez que nombraba este país, cosas de la madre".
Sobre su estadía, aunque el artista hizo del hotel Sheraton su bunker, contó que su equipo de músicos sí pudo recorrer la ciudad: "Mis músicos han salido todas las noches. Sin ningún problema. Fueron a San Telmo, a la Boca, a la calle Corrientes. Estaban asombrados de la vida nocturna en Buenos Aires".
Más adelante en la charla explicó por qué no recorrió Buenos Aires: "Mi baterista, Irv Cottler, me habló de un restaurante que tiene fabulosas pastas caseras. Lamentablemente, yo no puedo salir del hotel. Sé que hay 60 fotógrafos esperándome en la puerta. No tendría la más mínima libertad para moverme. La única solución sería salir disfrazado".
"De la Argentina le gusta todo: la gente, la ropa, la comida, el estilo de vida, la calidez"
En una parte de la nota, recordó por ejemplo la bienvenida en Ezeiza, de los papelitos que le tiraban desde los puentes, de la gente que lo saludaba en la ruta. “Se nota que ustedes trabajan con esto", dijo señalándose el corazón.
Seis de los músicos que hace 25 años trabajaban al lado de Sinatra confirmaron estos comentarios: “De la Argentina le gusta todo: la gente, la ropa, la comida, el estilo de vida, la calidez. La noche del Luna Park nos dijo: 'Me cuesta abrir la garganta para cantar. ¡Qué nivel de audiencia!' Y esto, nosotros hace muchos años que no se lo oímos decir. Ni siquiera en los Estados Unidos".
Frank Sinatra se confiesa tras su primer Luna Park: "Soy el hombre más feliz del mundo"
Hall del primer piso del hotel Sheraton, frente al restaurante El Aljibe. 4.40
de la madrugada. GENTE vuelve a hacer contacto con la estrella de Hollywood.
–Señor Sinatra, ¿está contento en la Argentina?
-Feliz, más feliz que nunca. Amo este país sin conocerlo todavía.
-¿Y la gente?
-La gente me gusta. Me gusta el público. Y me gustan ustedes (nos da un beso).
-¿Por qué? ¿Cómo es el público?
-Sensacional. Cálido. Ese es mi público (cierra un puño).
-¿Y su actuación en el Luna Park?
-Esa noche fue lo más fantástico que yo recuerde en muchos, muchos años. Este fue uno de los mejores shows que he hecho en los últimos tiempos. No era la primera vez que estaba arriba de un escenario y la piel se me puso de gaIlina. Barbara, mi mujer, lloró. Emocionante.
-¿Ustedes esperaban que sucediera algo así?
-Realmente no lo esperaba. No sabía cómo era la gente de la Argentina, pero. .. ¿cómo puedo explicarles?…
-¿Por qué?
-Porque en el hotel, donde tuvimos un tipo de show la gente era distinta. Cálida, pero distinta. Pero en el Luna Park no hay palabras para definirlos. Estos shows no los voy a olvidar en toda mi vida. Nunca.
-¿Le gustaría volver a la Argentina?
-Claro, sería fantástico. Yo soy un hombre joven y puedo venir cada año a visitarlos, ¿no creen así? (Se ríe.)
-Pida un deseo.
-Volver. Que todos los públicos me aplaudan siempre así. Y poder tener la alegría de esta noche toda mi vida. Creo que soy el hombre más feliz del mundo. No, no lo creo. Lo soy. Gracias, gracias a todos. (Saluda con la mano.)
Fotos: Archivo Atlantida