Tan fuerte ha sido el vínculo, que antes de morir, Angelines Fernández habría pedido ser enterrada junto a Ramón Valdés.
A treinta y dos años de la muerte de "Don Ramón", una de las historias que más resuena es el romance no correspondido entre Ramón Valdés y Angelines Fernández, dos estrellas de cine mexicanas que ya eran entrañables amigos antes de convertirse en protagonistas de la tira El Chavo del 8.
En el show creado por Gómez Bolaños, que fue retirado de las pantallas de todo el mundo ya que no se llegó a un acuerdo por los derechos, Don Ramón evitaba los coqueteos de Doña Clotilde, o "La Bruja del 71", tal como le decían los niños de la vecindad, en referencia al número de su departamento.
Así es que el padre de la Chilindrina trataba de huir ante las recurrentes demostraciones de amor de La Bruja del 71, que lo perseguía a los gritos de "Rorro". "Doña Cleo" –como la llamaba él– hacía todo lo que estuviera a su alcance para llamar su atención, desde cocinarle hasta hacerle regalos.
Como eran amigos desde antes de ingresar al elenco de Chespirito, Valdés fue quien le pidió que le diera una oportunidad a la actriz madrileña.
Son tantas las historias que se cuentan referidas a la relación que habían forjado, que incluso existen versiones que aseguran que vivieron un romance y hasta que se casaron. Pero fue Paloma Fernández, hija de la actriz, quien lo negó rotundamente en un documental: "A mí me provoca mucho enojo, porque ha habido periodistas que inventan que ellos dos tuvieron una relación". ¿Cómo definió su hija el vínculo entre ellos? "Tenían un gran cariño mutuo".
Hace treinta y dos años, cuando Valdés falleció, fue la única integrante del show en asistir al entierro "Don Ramón", quien falleció el 9 de agosto de 1988 a causa de un cáncer de estómago con el que estuvo luchando cuatro años. Cuentan que Angelines permaneció más de dos horas en su lápida, en el panteón Mausoleos del Ángel, en la ciudad de México.
La lápida de Ramón Valdés. Y la de Angelines, a muy pocos metros de la de Ramón. Fue su último pedido.
Pero el enamoramiento en la ficción, que nunca pudo ser, de alguna manera los unió postmortem. Angelines continuó trabajando en la tira, cumplió 23 años de labor en ese mismo rol y, tras un cáncer de pulmón, falleció el 25 de marzo de 1994. Su gran deseo, que expresó antes de partir, fue ser enterrada junto a Ramón. Sus restos descansan a muy pocos metros de los de Valdés.