Tini Stoessel sacó un disco entero hablando de su ansiedad, sensación que pudo poner en palabras en tiempos donde está más abierta la posibilidad de mostrar un costado más vulnerable. Ella no fue la única: Zendaya, Selena Gomez, Ariana Grande y Camilo Cabello también hablaron de cómo la mirada del otro, las redes sociales, la autoexigencia fueron determinantes para que, en muchos momentos, la angustia las llevara a lugares oscuros de los que no les fue sencillo escapar.
La ansiedad, según la Real Academia Española, es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. También, desde el punto de vista médico, es angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.
"La ansiedad no es la angustia, puede haber una equivalencia para el diccionario pero son cosas completamente distintas en la medida en que la angustia es un afecto de la interioridad, del conflicto interno que tiene que ver con que alguien pueda volverse eventualmente reflexivo, o alguien puede estar angustiado con un estado emocional profundo, como la angustia existencial. Y la ansiedad es un afecto más de superficie", explica el psicólogo especialista en vínculos Luciano Lutereau.
"Si la angustia es hacia adentro, la ansiedad es hacia afuera y tiene que ver principalmente con variables como el estrés, con estar haciendo cosas todo el tiempo, con la interactividad. Es una forma de vida más reactiva. Las personas se ponen más ansiosas cuando menos se pueden angustiar, cuando menos se pueden conectar consigo mismas, cuántas menos preguntas internas pueden hacerse", agrega.
Tini Stoessel
Tini fue una de las últimas en hacer pública su angustia y lo hizo con un disco entero, Un mechón de pelo, que estrenó meses atrás. “Solía causarme mucho pánico no decir algunas cosas. A veces, para tener el valor de hablar, se necesita tiempo. Necesitás procesar. El álbum explica cada punto al que intento llegar. Y quien quiera entenderlo, lo entenderá. Quien no lo haga, no lo hará”, dijo a RS.
La presión muchas veces suele recaer en la espalda de personas que tienen mucha exposición y son muy jóvenes. Las redes sociales no ayudan: la mirada del otro está todo el tiempo a la vista. Los cambios estéticos, las historias de amor, el trabajo... todo tiene un feedback inmediato y, para muchos, es difícil transitar ese camino. Sobre todo, ante los haters -personas que critican o juzgan sin conocer al otro-.
Pero hoy también es más fácil defenderse o al menos hacerle llegar el mensaje al resto del mundo, también desde las redes sociales o a través del mismo arte.
En poco tiempo, Tini vivió varios focos de tensión: su papá, el productor Alejandro Stoessel, sufrió un grave cuadro de salud y estuvo inconsciente y al borde de la muerte, tuvo una relación con Rodrigo De Paul justo cuando el mediocampista acababa de separarse de la madre de sus hijos. Y la lista sigue: el romance fue cuando Argentina estaba compitiendo por la Copa del mundo y la llegaron a calificar como "mufa". Más tarde siguió la separación y el desplome de Martina que tuvo que cancelar varios shows. De alguna manera, todo lo vivido llegó a una catarsis artística con cambio de look incluido.
“Me empecé a encontrar en lugares oscuros, donde no sabía qué nombre ponerle, no sabía a quién recurrir, no sabía si contarlo o no. Me daba vergüenza. Fue muy rápido, el ‘desalme’ por así decirlo, de sentir morir a mi papá, a tener que estar arriba de un escenario sonriendo, que cuando llegaba a mi casa no entendía qué era lo que me estaba pasando; no sabía lo que era la ansiedad, un ataque de pánico, pero me estaba pasando", contó Tini en una entrevista con el psicólogo Gabriel Rolón.
Y siguió: "Tampoco lo hablaba, y cuando me di cuenta de que en realidad no estaba hablando de esto, también me di cuenta de que no había hablado de un montón de cosas que me habían pasado a lo largo de mi vida y después hubo como muchas gotas que siguieron rebalsando ese vaso, que ese vaso fue mi alma que explotó y me encontré un día en donde yo no podía levantarme de la cama”.
Zendaya
El caso de Zendaya tuvo un disparador: una presentación en vivo en uno de los programas más importantes de Estados Unidos, el show de Ellen DeGeneres. En 2013, la actriz y cantante vivió una experiencia que calificó como negativa y desde entonces no ha podido superarla. Aunque en realidad, lo que vivió la actriz de Duna fue mucho más que eso. Desde su debut en la pantalla, no paró: fue la novia de Spiderman, la protagonista de Euphoria, papel que la convirtió en la actriz más joven en recibir un Emmy y también le valió un Globo de Oro, la guía de Timothée Chalamet en Arrakis y la lista sigue. También es una personalidad de la moda y la novia de Tom Holland, con quien hizo la trilogía de El hombre araña. Todo esto a sus cortos 27 años.
"El éxito suele producir cierto fenómeno vertiginoso. De repente estar pasando de una cosa a otra, el éxito te lleva puesto en cierta medida y cuesta mucho encontrar los tiempos de conexión interna. Creo que no nos tenemos que olvidar que algunas de estas cantantes son adolescentes todavía cursando su proceso de individuación, de diferenciación y de crecimiento emocional y muchas veces tener agendas tan nutridas, tener tanto trabajo, tener que estar al mismo tiempo alimentando su producto en las redes sociales y demás hace que no tengan tiempo. Tienen tiempo de hacer un viaje de descanso, pero el descanso no genera reflexión interna, ni verdadero desarrollo ni crecimiento personal", explica Lutereau.
Y ella misma viene hablando de sus temas con la salud mental desde hace años. "Creo que a veces la gente asume que, debido a lo que ven de mí, tal vez soy de cierta manera. Pero cuando no estoy trabajando, tiendo a aislarme. Mi terapeuta, mi familia y mis amigos me dicen: "Tenés que levantarte y salir", y nunca quiero hacerlo, pero cuando me obligo a hacerlo, me doy cuenta de que en realidad es algo agradable. Estoy menos ansiosa. Tengo que ser realmente intencional a la hora de cuidarme. Estoy aprendiendo a ser más responsable de mí y de mi propio cuerpo y a cuidarlo”, dijo en una entrevista con Vogue al hablar de cómo hacer ejercicio o incluso sacar a su mascota la ayudan.
"A veces es simplemente levantarme de la cama y decirme: 'Estamos "Afrontamos el día: nos duchamos, nos ponemos ropa de verdad, vemos un poco de sol. Intento plantearme pequeños retos. He vivido en un set y trabajado desde que era niña, pero nunca ha sido algo que me fuera accesible. Sólo estaba yendo, yendo, yendo, yendo, yendo. Siento que he estado conteniendo la respiración durante mucho tiempo”, sumó sobre el vértigo que ha vivido durante la mayor parte de su vida.
Selena Gomez
Una de las ídolas infanto juveniles que más ha abierto su vida es, sin duda, es Selena Gomez. Durante años fue una de las personas con más seguidores en las redes sociales, fue la novia de Justin Bieber, cuando la Biebermania copaba el mundo, arrancó a los 10 años siendo una de las amigas de Barney y nunca más frenó. De ser una de Los hechiceros de Waverly Place -la serie que fue furor en Disney Channel- a protagonizar su propia serie autobiográfica, Selena ha ganado más de 200 premios, editado 3 discos de estudio, colaboró con Jonas Brothers, Miley Cyrus, Coldplay, J Balvin, por nombrar algunos artistas.
"Hay personas que tienen éxito repentino y se queman, de la misma forma que son múltiples los ejemplos de músicos que llegan muy rápidamente a la fama y desaparecen. Muchos de ellos desarrollan síndromes depresivos porque, contrariamente a lo que cree la mayoría de las personas, el éxito deprime porque produce un aplastamiento del deseo haber llegado a cierto lugar... y el vértigo que produce haber llegado a cierto lugar requiere todo un trabajo y un acompañamiento que a veces no necesariamente está", describe el especialista en vínculos.
El caso se Selena tiene otra particularidad: ella no solo ha hablado de sus problemas de salud mental sino que también sufre de lupus, una enfermedad autoinmune que la llevó a necesitar un transplante de riñón.
A sus 30, lleva años en una lucha contra la ansiedad, la depresión y y el trastorno de bipolaridad que padece, muchos de estos males asociados al lupus. "Me quité un peso de encima cuando lo descubrí. Respiré hondo y me dije, 'está bien, esto lo explica'", dijo a revista Elle. Y a pesar de que haberse abierto la ayudó a transitar sus problemas, llegó incluso a pensar en quitarse la vida, algo que cuenta en el documental Mi mente y yo que estrenó en 2022 en Apple Tv.
En 2019, sacó "Anxiety", una colaboración con su amiga y cantante Julia Michaels, que habla sobre lo difícil que es hacer planes normales cuando uno tiene depresión y ansiedad, y lo mucho que le cuesta a la gente entenderlo.
Ariana Grande
"Hola amores míos. Es hora de de ser sincera. Mi depresión y ansiedad han estado a unos niveles muy altos últimamente. He estado dando todo lo que tenía y tratando de dejar estos problemas a un lado, pero no puedo esconderlo más", lanzó al aire Ariana Grande en 2019. La chica con cara dulce y pelo largo no guardó silencio, mucho menos después de haber vivido el shock que le causó el atentado en Manchester en el estadio donde dio su show y la tristeza que le causó la muerte de Mac Miller, su exnovio.
"Ojalá pudiera controlar estos ataques, pero como cualquier persona que sufre ansiedad o depresión sabe, nadie puede controlarlos", reveló a sus seguidores en ese entonces.
"Alguien se puede perder a sí mismo en el vértigo de la fama. Se suma a esto que culturalmente esta es una sociedad ansiosa porque es hiperactiva porque en última instancia no alienta a que alguien se encuentre a sí mismo, porque hay toda una serie de discursos acerca del yo y de la paz y de la tranquilidad pero siempre se busca la respuesta afuera. Por eso creo que todas aquellas personas que buscan la paz y reproducen todos estos discursos del yo en lugar de siendo cada una singular, en lugar de producir un encuentro con uno mismo terminan siendo todas personas iguales, uniformes. En definitiva, hacen todos lo mismo. Muestran que esos discursos son una falsa salida al desarrollo interno", opina Lutereau.
“Siempre he tenido ansiedad. Realmente nunca hablé de eso porque pensé que todos lo tenían, pero cuando llegué a casa de la gira, estuvo más grave que nunca”, dijo a Vogue luego del atentado.
Camila Cabello
Camila Cabello salió a hablar también, en su caso, de su trastorno obsesivo compulsivo, algo que surge a raíz de su trastorno de ansiedad. “El TOC es raro. Me río de eso ahora. Todo el mundo tiene diferentes formas de manejar el estrés. Y yo, si me estreso mucho por algo, empiezo a tener el mismo pensamiento una y otra vez, y no importa cuántas veces llegue a una solución, siento que algo malo está por suceder si no no sigo pensando en eso”, contaba años atrás la cantante que se hizo conocida por ser parte de Fifth Harmony y más tarde despegó en solitario.
“Antes [de la pandemia] me sentía muy drenada. Había estado trabajando casi sin parar desde los 15 años. Casi no estaba en casa. No tenía tiempo para saber quién era yo fuera de mi carrera. Súmale a eso a mis batallas con la salud mental. Con esos niveles tóxicos de estrés ni siquiera sufrí un colapso porque, a pesar de todo, seguía trabajando”, reveló en Time to walk(Apple TV).
Y sumó: “La ansiedad y yo somos buenas amigas. La escucho, porque sé que solo está tratando de mantenerme a salvo, pero no le presto demasiada atención. Y no le dejo tomar ninguna decisión por mí”. Para salir de ese lugar, la solución que encontró fue: hacer diferentes tipos de terapia, meditación, ejercicio, cambiar la alimentación, y la manera en que organizaba mi tiempo para encontrar un balance. Cabello necesitaba “tiempo para sí misma” y “sanar”.
Al respecto, Lutereau se anima a arriesgar una hipótesis: "Me parece que en el desarrollo psicosexual de las mujeres, la profundidad, los afectos y vivencias reflexivas suelen ser muy significativas desde lo que se conoce desde el inicio de la adolescencia (como la escritura de diarios íntimos (hasta la exploración emocional como parte de la validación de una mujer en relación a tener un mayor conocimiento que el hombre respecto de las vivencias psíquicas. Creo que cuando entran en carreras maratónicas que no permiten ese contacto interno lo que se pierde es una parte muy importante".
Y concluye: "Muchas veces se terminan quebrando o produciendo síntomas del estilo trastorno de la alimentación o algún tipo de sintomatología ansiosa, asociada a un trastorno generalizado de ansiedad, que muestra de alguna forma que eso depende más del modo de vida que verdaderamente a algo específico o una conflictiva que estén transitando. Están viviendo vidas que no les permiten desarrollarse en lo personal, que, de alguna forma, para la mirada exterior, pueden parecer envidiables pero son vidas que no tienen interioridad. Por lo tanto son vidas muy difíciles de vivir".