El 22 de noviembre, Boy Olmi se convirtió en el séptimo eliminado de MasterChef Celebrity (Telefe) ante el estupor de los seguidores del programa que lo veían como un potencial ganador. Y en aquel momento, mientras las redes ardían, él se mantuvo ultra calmo y agradecido con todo lo aprendido. Pero ahora decidió hablar sin tamices sobre su experiencia en el reality.
Fue en una entrevista con Juan Etchegoyen, en Mitre Live, donde el actor arrancó haciendo un balance positivo. Dijo: “El programa lo disfruté mucho porque hay un aspecto esencial que tiene que ver con la cocina y con el juego. Y a mí me encanta cocinar y el vínculo con la gente y las personas con las que nos vinculamos ahí. Se armó un grupo muy divertido".
Luego, se refirió a la parte negativa de sus días cumpliendo desafíos y dijo: “La parte difícil del trabajo fue la vinculación emocional. Aparecen emociones difíciles de soportar. Ahí me di cuenta que yo no tenía el mismo aguante. MasterChef usa a la cocina en realidad y no es un programa solo de eso. También de las emociones de los participantes. Y el público disfruta viéndolas".
"Es una carrera frenética que genera mucha adrenalina, miedo, presión, mucho atolondre y a veces mucha incomodidad. No todo el mundo la banca igual. Yo había momentos que disfrutaba mucho y otros en los que decía ´no me gusta correr tanto´. A mí no me gustó sentir esa presión para hacer lo que estábamos tratando de hacer", reconoció Boy Olmi.
“Y el momento de mayor incomodidad en el programa fue con los profiteroles. Ese día fue incómodo porque era imposible hacer la prueba. Digamos que nos pusieron la prueba porque querían ver cómo la transitábamos".
"Así que disfrute mucho pero también sentí mucha incomodad al sentir que yo no necesitaba llegar a una final para sentirme cumplido. ¡Al contrario! Yo disfruto cocinando en casa, con otros ritmos. Y ahora estoy cocinando mejor que antes", cerró sin vueltas.