El 29 de noviembre, Benjamín Vicuña cumplió 43 años y en sus redes sociales lo celebró con un resiliente descargo donde -indirectamente- se refirió a su reciente separación de la China Suárez. Allí adjuntó postales "retro" para reflexionar sobre los acontecimientos recientes que lo han convertido en un "hombre nuevo" según sus propias palabras.
En un reciente reportaje, el actor fue consultado sobre si había quedado "paranoico" luego de la trágica pérdida de Blanca, su primera hija con Pampita (con quien además fueron padres de Bautista, Beltrán y Benicio).
"No, porque, justamente por lo que le pasó a Blanca, si yo estuviera pensando todo el tiempo en eso directamente no podría respirar, desconfiaría del aire, y si no respiro, muero", aseveró en diálogo con El Planeta Urbano.
En esa línea, continuó: "Entonces aprendí a soltar, a confiar en la vida. Me amigué con Dios, porque me había peleado mucho. Me amigué, lo entendí y hasta lo perdoné". Ante su declaración, el periodista indagó sobre cómo hizo para perdonarle "una cosa así" a Dios.
Súper convencido, Benjamín aseveró que "se puede, se puede. Tengo muchas cosas por las que seguir celebrando esta vida", cerró esperanzado.
Recordemos que la niña falleció en 2012 luego de transitar una enfermedad provocada por una bacteria que contrajo durante un viaje a Cancún que le causó una neumonía hemorrágica y un derrame cerebral.
El profundo descargo de Benjamín Vicuña donde aseguró que sus hijos "llenan su alma" tras separarse de la China Suárez
"En el anticuario de mi vida. Entre planeadores, terremotos y con la cordillera como telón de fondo. Cumplo 43 años y hoy soy un hombre nuevo y no hablo del de Trotski. Me encuentro conmigo. Sigo buscando las mismas respuestas. La infancia es fundamental pero no es todo, marca pero no define", arrancó Vicuña en su publicación que acompañó junto a tres fotografías.
Y continuó: "Hoy camino sin miedo a la muerte, en los bosques más bellos y respiro profundo el futuro. Hoy soy lo que quiero ser, lo que puedo ser. Gracias vida por enseñarme a palos lo que es vivir, por cada paso que di en las direcciones más extrañas y que hoy me conforman en esto".
En el tramo final de su reflexivo mensaje, Vicuña agradeció al amor -al que calificó como "motor esencial de nuestra existencia- y también ponderó: "Gracias por no perder la fe, aunque ganas no faltaron. Vamos por un segundo tiempo con más herramientas para ser feliz y con mis hijos que me llenan el alma y orientan cada segundo. La vida y sus obstáculos que no son más que una escalera al cielo".
Además de postales de su infancia en Chile, Benjamín eligió imágenes que remiten a su juventud: seleccionó fotografías de vinilos de Charly García y de Queen, y también en un viejo anticuario en el que se destacan antiguos teléfonos, muy clásicos de los ochenta.