"Su belleza no me deja de sorprender –lanzó de pronto Benjamín Vicuña (42)–. Sobre todo cuando duerme. Estoy enamorado. Es una mujer con la que armamos un proyecto muy bonito", agregó el intérprete sobre su esposa, María Eugenia Suárez (28), la mamá de sus hijos Magnolia (dos años) y Amancio (cuatro meses).
Lo dijo en el programa ESPN Playroom, que conduce Migue Granados, quien, a fuerza de simpatía y complicidad, suele empatizar con sus entrevistados. Al punto que dobló la apuesta, para consultarle de repente al chileno: "¿Y cuáles son sus defectos?... Porque como persona normal, al margen de su belleza, debe tenerlos... Decime tres".
Sin perder su acostumbrada calma, y aceptando el reto, Vicuña comenzó e enumerar, arrancando por su vegetarianismo: "Yo soy carnívoro y mi amiga es vegetariana. Viste que no es lo mismo...", expuso. Para luego pasar al segundo:
"Puedo decir que, al igual que a muchos mortales, la falta de sueño la transforma en un ser peligroso: se parece a El Grinch", bromeó, "pero eso nos pasa a todos", aclaró.
Para cerrar con el tercer defecto de la China: "Tiene esta cosa de las mujeres, que les gusta meterse a la pileta pero no la cabeza. Es lindo el chapuzón, la bombita, tirarse de palito, cuando yo soy de los que piensan que el proceso del piletazo no se lleva a cabo si no metés la cabeza".
"Entonces no tiene defectos –le retrucó Migue–: cuando no duerme, es mala (como todos), no le gusta mojarse el pelo en la pileta y no come carne, o sea, no mata animales. Es decir que el defecto es tuyo", toreó a Benjamín, quien admitió entre risas: “Cierto. Todo es mío”.