En Blanca, la niña que quería volar se encuentra un relato a corazón abierto del duro momento por el que pasó Benjamín Vicuña y su por entonces esposa, Pampita, producto de la muerte de la única hija mujer que tuvieron juntos. A lo largo de las diversas páginas, el actor hizo un duro relato que logró conmover a quiénes leen el libro publicado por editorial Planeta en el que cuenta detalles inéditos de lo que ocurrió en torno a esta triste pérdida.
“Me juré sobre la tumba de mi hija que todos los días 8 no iba a trabajar. Y ahora en esos días, como en tantos otros, trabajo de sol a sol. Me juré que los cumpleaños de Blanca, los 15 de mayo, me los iba a regalar para mí. Y en esa fecha estrené no sé cuántas obras. La vida me pasa por encima. Esto sucede en parte porque soy ‘trabajólico’, y también porque pareciera que no puedo reservarme zonas sagradas. Eso me duele. En ese momento también dije que jamás iba a volver a hacer escenas en un hospital, y las hice y las voy a seguir haciendo porque son parte de mi trabajo y de la vida. Ninguno de esos juramentos y jamases los pude sostener”, reveló.
Benjamín Vicuña dijo qué aprendió en estos años sin Blanca
“Uno de los aprendizajes de estos diez años fue que a veces era mejor distraerme yendo a trabajar, que quedarme encerrado cada día 8 mirando el techo, dándome latigazos. Pero eso no quita que en ocasiones, cuando estoy haciendo una escena en un cementerio o en un hospital que me llevan a toda la oscuridad de lo vivido, me pregunte si es necesario someterme a eso. Y no, no es necesario”, escribió el actor chileno.
Por su parte, Vicuña contó que “en alguna oportunidad, incluso padecí las consecuencias de esas decisiones y mi cuerpo se manifestó” y que un mes después de la muerte de su hija y estaba haciendo el personaje de un policía cuando la imagen de su hija se apareció en un recuerdo: “Era una balacera, en la que corría sangre por todas partes, y ahí los cables se me pelaron, porque Blanca, entre tantas cosas, tuvo una hemorragia”.
“Era todo demasiado fuerte y mi cabeza no lo pudo soportar. Tuve un ataque pánico. de Me había repetido no sé cuántas veces que iba a poder, sin imaginar que el golpe iba a venir de otro lugar, porque el juego del actor es muy sutil y a veces la situación te lleva puesto. Me tuvieron que mandar a mi casa. No pude”, dijo.