Javier Ortega Desio (31), ex jugador de Los Pumas y de Los Jaguares, tomó una significativa decisión sobre su destino profesional al elegir por sobre todas las cosas a la familia que formó con Belu Lucius (34), la influencer y exparticipante de MasterChef Celebrity (Telefe). Enamorados como desde el primer día, la pareja tuvo a Bautista (3) y Benjamín (2). Los dos niños que se han convertido en una verdadera prioridad para ambos.
Ante la decisión de aceptar las abultadas cifras que ofrecen los clubes de rugby argentino o incluso en equipos europeos, Ortega Desio hizo la vista a un lado y prefirió quedarse en casa para hacerse cargo de las tareas domésticas y los cuidados que requieren sus dos hijos. En ese sentido, tomó la determinación de poner en pausa su carrera deportiva.
Concretamente, el deportista contó recientemente que rechazó una importante oferta para sumarse a un equipo en Francia. Según sus palabras, decidió descartar la invitación para poder pasar más tiempo con su esposa y sus hijos. Además, su intención es estar más presente en las cuestiones domésticas ya que Lucius permanece más horas fuera del hogar por sus compromisos laborales.
“Mi carrera está en un stand by”, admitió. Y desarrolló cuáles son los motivos detrás de su decisión: “Hoy estoy haciendo más de madre y padre, cubriendo los espacios, porque a ella le demanda mucho tiempo laburar en la tele y yo me estoy ocupando más de los chicos, de las tareas del hogar, de hacer las compras y de todas las tareas de la casa”.
Si bien la panelista de Cortá por Lozano (Telefe) lo apoyaba en caso de aceptar la propuesta para jugar en Europa, él siguió firme en su postura de permanecer cerca de su familia. “No se pone en tela de juicio que mi familia y mi mujer pesan más que cualquier cosa y cualquier sueño. Yo en los Pumas jugué dos Mundiales, 60 partidos y tengo una corta edad”, advirtió.
En esa línea, Javier también reveló que ha recibido cuestionamiento por parte de amigos y conocidos tras haber decidido no continuar con su carrera deportiva: “¿Vos estás loco? Tenés 31 años y podés jugar hasta los 40. ¿Qué haces que te quedaste en tu casa?´”.
“Me quedo porque amo a mis hijos y quiero estar al lado de ellos y mi mujer. Es lo que me llena. Después cuando estás dos meses de gira, encerrado, querés estar acá. Decís: ´Me estoy perdiendo el crecimiento de mis hijos, no estoy para acompañarlos y apoyarlos’”, ratificó en diálogo con el programa Perros de la Calle por FM Urbana.
A corazón abierto, también develó cuál fue la situación bisagra en su vida para tomar tan importante decisión sobre su futuro: “Yo perdí a mi viejo a mis 8 años y si me preguntas qué recuerdos tengo de mi viejo, tengo pocos. Él laburaba en el campo y se iba un mes y pico cuando era época de cosecha y volvía el fin de semana. Yo no quiero esa sea la imagen que tengan de su padre”.
“Desde que soy profesional yo pasaba siete meses del año afuera, pero cuando vino la pandemia pasamos a estar juntos todos el tiempo, encerrados, me tocó estar 24x7 con los chicos y yo decía ‘lo que es ser padre y madre’, me di cuenta de lo que es estar atrás de los chicos, criarlos, darles amor, es un peligro constante, no se les puede sacar los ojos de encima. Es ponerle el cuerpo y todo de vos sin ningún tipo de remuneración, solamente por el amor a ellos”, concluyó sobre la enorme responsabilidad que significa la crianza de sus hijos.
En marzo pasado, Ortega Desio finalizó su contrato con la Unión Argentina de Rugby (UAR) luego de seis años. Ahora su presente lo encuentra como un padre súper presente y consciente de todo lo que requiere tener hijos.