El verano 2025 para Barbie Vélez es como volver a un viejo amor. Afianzada en su rol de mamá con Salvador, que en febrero va a cumplir dos años, se lanzó a una nueva aventura teatral que compartirá con su marido, Lucas Rodríguez (productor), su madre, Nazarena Vélez y la pareja de la actriz, Santiago Caamaño. De esa forma, Suspendan la boda, que estrenó esta semana en el Teatro Candilejas de Villa Carlos Paz, se transformó en un proyecto familiar con todas las letras.
“Trabajar con mamá es divino porque nos complementamos mucho”, dice a Revista GENTE la joven. “Más allá de que estamos juntas arriba del escenario, también es una producción nuestra, y ese rol para mí es nuevo. A esta ciudad vengo desde que soy muy chiquita a acompañarla a ella. Para mí siempre fueron como vacaciones, y hoy nos sumamos una a la otra desde lo laboral y yo la aprovecho porque conoce el paño como nadie”, cuenta.
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“Es una producción muy familiar. A nosotros nos encanta trabajar en familia, confiamos muchísimo en el otro”, remarca.
-¿Cuesta separar el rol familiar de lo profesional?
-Nos respetamos mucho, y sabemos diferenciar los tantos. Acá en Carlos Paz no vivimos todos juntos. Cada uno tiene su casa, lo que está bueno para que cada uno tenga sus espacios y sus momentos, de la misma forma que los tenemos en Buenos Aires. Ésa es una de las claves.
-¿Qué representa para vos el hecho de volver a hacer temporada?
-Entusiasmo. Es un montón. La última vez que hice teatro -no temporada, aclara- estaba embarazada de Salvador: de hecho, me tuve que bajar de esa obra porque ya estaba de seis meses y se me complicaba. Pero extrañaba mucho.
-¿Cómo se gestó la obra y por qué decidiste aceptar justamente en este momento de la vida en donde Salvador esta a punto de cumplir dos años?
-Lo decidimos con Lucas y te diría que, en realidad, la propuesta vino de nosotros hacia el resto. El primer año de vida de Salvi aproveché para trabajar desde casa con las redes sociales. El año pasado mi mamá hizo temporada en Carlos Paz y vinimos acá de vacaciones a verla unos días. En ese momento todavía tenía la cabeza en otro lado, pero más o menos en mayo empezamos a organizar esta temporada de verano aprovechando que Salvador está más grande. Mamá había tenido una propuesta para ir a Mar del Plata, pero con Lucas le dijimos que queríamos ir a Carlos Paz para hacer teatro y que nos encantaría hacerlo con ella. Así nos embarcamos de lleno en esta producción: hace meses que venimos preparando cada detalle porque, honestamente, queremos brindar lo mejor al público.
-¿Cómo te organizas para ir al teatro? ¿Vas con él?
-Vino mi prima, que es su madrina, y lo cuida por las noches, cuando yo voy al teatro. Para mí el hecho de hacer teatro no es complicado porque durante el día recontra puedo disfrutarlo a él y me voy de casa a las 8 de la noche.
Nazarena y Barbie Vélez, un dúo sinónónimo de espectáculo
Barbie Vélez creció a través de los medios de comunicación. Con la exposición de su madre, saboreó las mieles y los sinsabores de esta profesión. "Como mamá ella es bárbara. Obviamente tenemos nuestras cosas como cualquier madre e hija, pero es una relación muy de compañeras. Pensá que ella me tuvo a sus 19 años… medio que crecimos medio a la par (risas)", afirma a GENTE.
Y suma: "Nos escuchamos, nos entendemos, y nos acompañamos muchísimo. Algo que también siento que es importante es que no nos juzgamos, y sabemos respetar nuestros diferentes puntos de vista".
-¿En qué aspectos te ves reflejada en Nazarena como mamá?
-En varias cosas. Lo más fuerte que me pasó es que siendo madre entendí un montón de cosas de ella y de la crianza. Yo hoy tengo 30, y hay un millón de cosas que se me van de las manos o que me cuestan, y ahí es donde se me aparece la imagen de aquella chica de 19 años, como era mamá, haciendo lo mismo que hoy me toca a mí pero a esa edad.
-¿Y en el día a día?
-Siempre fue como muy de los pichoncitos, de llevarnos a todos lados con ella. Y me doy cuenta que con Salvador soy igual: voy con él a todos los lugares a donde me dejan. La famosa frase de “lo hago por mis hijos” es literal, y me pasa también cien por ciento a mí. Salvador es mi vida, y tal como hizo ella con nosotros, lo defiendo a capa y espada.
-¿Qué cosas de la crianza que te brindó Nazarena repetirías con Salvador y qué cosas no?
-Repetiría un millón de cosas: esto de llevar a sus hijos a todos lados, el hecho de que siempre hubo mucha comunicación en mi casa y que no existían temas tabúes o, no sé, me sale la palabra "secretos". O sea, calculo que sí, obviamente. El hecho de comunicar rige para eso y para cómo nos hablaba y habla todo el tiempo con un “te quiero” o “te amo”. ¿Lo que no repetiría? Mi mamá no era tan rutinaria con nosotros, ¡era cero rutinaria! Y yo siento que soy un poco más estructurada. Me encantaría ser más relajada, pero no me sale.
-¿Cómo es Nazarena como abuela?
-Una abuela que respeta mucho nuestros espacios. Nunca es invasiva o nos dice qué hacer. Siempre fue respetuosa frente a muchas decisiones que tomamos y no coinciden con su forma de crianza, pero sin embargo las respeta y lo entiende. Eso a mí me da una tranquilidad enorme. Igual, sé que si yo me tengo que ir y lo dejo en su cuidado, va a estar súper bien.
Cómo es la crianza que Barbie Vélez le imparte a su hijo Salvador
"Hay días en que me considero que soy una madre genial y otros en los que digo que estoy haciendo todo mal. Me pasa un poco eso", confiesa Barbie. Sus sensaciones representan ese sube y baja de emociones por lo que transitan un sinfín de madres primerizas.
"No te digo que es fácil, porque ni en pedo, siempre sentí que era difícil, pero realmente es complicado. La culpa también pesa mucho. Estoy tratando de relajarme y seguir el instinto maternal. Soy una madre exigente porque para mí las rutinas son clave en estos primeros años de vida. Pero soy geminiana, y me iré transformando con el correr de la maternidad", agrega.
-¿Cómo es esa exigente rutina de crianza?
-Buenos, empecemos por los temas del sueño y los horarios... Es importante respetarle eso porque, más allá de que yo tengo mi trabajo de noche, quiero que él pueda tener su vida. No me parece bien cambiarle y que se duerma a las 3 de la mañana conmigo todos los días. Por eso también nos ocupamos de que vinera mi prima, para poder organizar eso de la mejor forma, sin alterarle tanto sus horarios a él. Así disfrutar además las mañanas. Igualmente no soy inflexible. Si un día no se quiere dormir, no se dormirá. En Navidad se quedó hasta las 1:30 AM porque estaba excitadísimo. Después, con la comida, soy media hincha en el sentido que me gusta que coma sano. Sin embargo le permito ahora, que casi tiene dos años, que se coma una factura si tiene ganas. Me gusta encontrar un poco de equilibrio…. Me costó bastante adaptarme, ya que sentía que había que seguir un librito o hacer todo así perfectamente. Hasta que me di cuenta que no. Cada padre es un mundo y cada bebé es un mundo. Por eso cada persona busca la crianza que quiere, y está perfecto que así sea. En nuestro caso lo que nos funciona es la rutina.
-¿Salvador heredó el carácter de Lucas o el tuyo?
-Siento que es una mezcla: es medio personaje. Te hace sus mil gracias, le encanta hacer reír, estar en pose y actuarte. Así lo veo medio reflejado en mi forma de ser, cuando era chiquita sobre todo.
-¿Cómo su llegada les cambió la dinámica de pareja, teniendo en cuenta que son muy jóvenes?
-Lo primero que quiero decir es que fue un bebé muy buscado, entonces no cambiamos rotundamente nada porque lo estábamos esperando. Pero, a la vez, cambió todo porque ahora es nuestra prioridad absoluta. Sí, admito, ahora se duerme cuando se puede: fue en lo que más nos costó adaptarnos. Y el tema de la cocina también, debido a que éramos dos personas que subsistíamos con lo que había en la heladera, y ahora tenemos que ponernos las pilas para prepararle comida sana. Algo que se va a acentuar con el paso del tiempo.
-Claro, es como que vino a sumar a la pareja. Viste que dicen que un hijo te une o te separa…
-Tal cual. Nos complementamos muy bien como padres. Tenés que estar, escucharte, respetarte, porque sí hay momentos en los que estás cansado o no dormís y es cuando se puede poner todo más denso. Y la verdad es que nosotros en ese sentido nos complementamos muy bien, nos vamos turnando. Y también hay algo que es muy espectacular, que es que como que vemos la crianza de la misma forma, por lo que no se generan choques.
-¿Cómo se hace para encontrar un momento a solas?
-Con la ayuda de los abuelos, que son de oro. Si necesitamos una salida, despejarnos un poco o tenemos un aniversario, un cumpleaños o un evento, viene alguno de ellos, lo duerme y listo. Salvador los ama y tiene abuelos muy presentes. Ahora no porque estamos de temporada, pero durante el año nos armamos una rutina de salida de pareja cada dos semanas. Eso nos fue ayudando un montón para distender.
-Con Lucas se conocieron trabajando, ¿Qué te enamoró de él?
-Que es lo más bueno del mundo. Si bien eso fue lo primero, después me di cuenta que es súper compañero y está en todo. Pensá que llevamos hace casi ocho años juntos, ¡un montón de tiempo! Es respetuoso, un divino y ahora como padre es el triple de todo esto. No te puedo explicar lo buen padre que es, realmente es un amor con Salvador, lo más bueno del mundo, y se desvive por su hijo. Eso a mí me enamora.
-¿Apostarían por ser papás nuevamente?
-Nos encantaría, pero no siento que ya sea el momento. Nos pasa también que estamos vueltos locos de amor con Salvador y lo queremos disfrutar lo máximo posible, y es como que en este momento sentimos que toda nuestra atención va para él. Sumale que andamos con mucho trabajo, por lo que no sería el momento indicado..., pero a la vez tengo muchas ganas.
Las mejores fotos del shooting de Barbie Vélez en GENTE
Fotos: Diego García
Producción: Jazmín Ochoa
El look de Barbie Vélez es de @w.oficial y vistió a Nazarena Vélez @mamyblueoficial
